Jean-Claude Juncker.
10 ene. 2017 17:40H
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Los sanitarios se quedan fuera del último proyecto laboral promovido por Europa. En concreto, la Comisión Europea ha aprobado este martes la creación de una e-card profesional para diferentes colectivos de trabajadores, (como ingenieros, informáticos, obreros…) pero que deja fuera a algunas actividades, además de la sanitaria, como la abogacía, notaría, auditoría, telecomunicaciones, transporte o seguridad.
Esta tarjeta laboral electrónica facilita que tanto las empresas como a los autónomos puedan cumplir los requisitos administrativos que exigen la legislación europea para trabajar fuera de las fronteras españolas.
Según este procedimiento, el proveedor de servicios de negocios y de construcción, principalmente, entregará una solicitud a las autoridades pertinentes de su país, que serán las encargadas de verificar los datos necesarios y de transmitirla a la región de acogida. Esta nueva tarjeta se solicitará vía online en el país de residencia y en el idioma oficial. Este segundo Estado evaluará el requerimiento y decidirá si aplica sus requisitos nacionales o deniega la petición.
Los interesados podrán solicitar la e-card para un servicio concreto en un país específico y estará disponible tanto para la oferta de trabajos temporales como para la apertura de filiales y agencias, aunque en ambos casos se aplicarán procedimientos diferentes, ha explicado la Comisión Europea.
El objetivo de esta medida es el de reducir a la mitad los costes que suponen los trámites para ofertar servicios en la actualidad, así como las trabas burocráticas a las que se enfrentan estos trabajadores si deciden probar suerte en el extranjero.
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