María Isabel Enríquez, Victoria Velasco y Pilar Fernández.
Las profesiones sanitarias están cada vez más feminizadas y cada año las facultades cuentan con más estudiantes mujeres en las carreras sanitarias. Pero, a pesar de las cifras, aún les cuesta desprenderse de algunos estereotipos de género.
Redacción Médica ha publicado
diferentes reportajes dando voz a profesionales que acusan precisamente esto: la diferencia de trato que hay entre hombres y mujeres cuando realizan la misma labor. El último debate de Sanitaria 2000 aborda 'los estereotipos sexistas en la sanidad española' con tres profesionales de la Medicina, la Enfermería y la Farmacia.
Con un sí o un no, ¿existen estereotipos sexistas en sus profesiones? Empecemos por la Medicina.
Victoria Velasco, delegada de Prevención de Riesgos Laborales de Amyts: Si hay que responder con un sí o con un no, efectivamente es sí.
¿En Farmacia?
María Isabel Enríquez, vocal de la Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales: En Farmacia al principio parece que hay menos que en otras profesiones pero luego estudiando los porcentajes se ve que hay muchísimo estereotipo en cuanto a mujer y hombre.
¿Y en Enfermería?
Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería: Evidentemente hay sexismos, por supuesto que sí. Somos casi el 90 por ciento mujeres y, por tanto, sí hay conductas sexistas.
¿Cuáles son los estereotipos sexistas que más se repiten en Medicina?
Victoria Velasco: "Claramente existe este tipo de aprendizaje sexista en las profesiones sanitarias".
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Victoria Velasco: El 8 de marzo ha sido una fecha muy especial porque hemos tenido muchos casos de violencia de género, porque empezamos a hablar de la brecha salarial de una forma constante entre hombres y mujeres y porque parece que toda la sociedad ve que esto es un problema general. Ese día se reconoció un estudio de Harvard. Se trata de un ejemplo claro del sexismo que hay en la profesión sanitaria, concretamente en los médicos. Dice así: "Un padre y un hijo sufre un accidente de circulación, el padre muere y el hijo queda gravemente herido y es trasladado a un hospital. Cuando va a ser operado, el cirujano le dice a otro colega que le va a ayudar en la cirugía: no puedo operar a este chico, es mi hijo".
Cuando se cuenta esto, mucha gente busca una explicación complicada y algunos especulan conque el fallecido es el padre adoptivo y el cirujano es el padre biológico. La verdad es mucho más sencilla, el cirujano es la madre del chico. Esto identifica que claramente existe este tipo de aprendizaje en cuanto al sexismo dentro de las profesiones sanitarias.
¿En Enfermería cuáles son los estereotipos que más se repiten?
Pilar Fernández: Quizás es más significativo que en otras profesiones al ser un porcentaje mucho más elevado de mujeres -cercano al 90 por ciento-. Lamentablemente estos estereotipos van más allá. Son sexistas y ligados, en muchas ocasiones, a la cofia y a la minifalda. La cultura del porno ha hecho mucho daño a nuestra profesión y se ha perpetuado desde distintos ámbitos.
Aunque afortunadamente se está cambiando, hemos visto en el diseño de Andrés Sardá el pasado año, en la pasarela de Fashion Week, donde se degradaba la figura de la enfermera. Otro aspecto digno de mención es el programa Telepasión de Televisión Española en esta Nochebuena pasada, donde la enfermera era una mujer con minifalda y el médico un hombre adecuadamente vestido. En el día a día persisten tratamientos que, indudablemente, no podemos tolerar. A la enfermera, por el hecho de ser mujer, nos llaman en el día a día 'niña', 'nena', 'chica'. Esto no ocurre con los hombres enfermeros. Es diferente el trato. Indudablemente no son frases y apreciaciones malintencionadas, pero restan valor al trabajo de profesionales que hemos dedicado años de formación, que ejercemos con vocación, profesionalidad, rigor y seriedad bajo una presión asistencial importante. Es necesario que se trate con respeto a nuestros profesionales. Entre todos tenemos que hacer que estas conductas no se produzcan como lo estamos viendo todavía. Queda camino por recorrer.
María Isabel, ¿en Farmacia?
María Isabel Enríquez: En farmacias sí hay muchos estereotipos. Si entra una mujer a la farmacia quiere que la atienda otra mujer por consultas de las zonas íntimas. Si entra una persona que es un hombre y quiere consultar sobre problemas de sexualidad, como una píldora de viagra, va a un hombre.
Quitando eso, se puede poner el ejemplo de 'Farmacia de Guardia' para ver otro estereotipo. En esa serie no hay referencias en cuanto a que la farmacéutica tenga unas cualidades profesionales buenas. No nos muestran las cualidades que tiene a la hora de atender a un paciente. Nos muestran cómo va la gente a hablar en la rebotica. Así que sí, hay estereotipos. Quizás menos que en otras profesiones sanitarias, pero los hay.
Y en el caso de los hombres, por ejemplo en Enfermería. ¿También en el Consejo con conscientes de que sufren estos estereotipos?
Pilar Fernández: Incluso en su caso no es infrecuente escuchar que todos los hombres enfermeros son homosexuales. Esto es algo que debemos superar. Es una profesión muy feminizada que además requiere de una sensibilidad especial pero, ¿acaso una mujer policía tiene que ser lesbiana? La sociedad en la que vivimos hay hombres, mujeres, de distintas razas... Debemos asumir con respeto a las profesiones y no estereotiparlas en este tipo de circunstancias. Debemos superarlo. Estamos en una sociedad plural, moderna, lo suficientemente madura para intentar superar estos estereotipos a los que, desde luego, no podemos reírles las gracias. Entre todos debemos contribuir a radicarlos.
Y dentro de los centros hospitalarios, en Enfermería y en Medicina ¿qué diferencias de estereotipos hay entre las médicas y las enfermeras?¿Es diferente el trato? ¿La gente está más acostumbrada a que las enfermeras sean mujeres y los médicos hombres? ¿Os confunden?
Victoria Velasco: No creo que en eso haya mucha diferencia de trato. Creo que eso se da, pero no lo considero sexista, sino que es un problema de educación general. El respeto tiene que existir, tanto para la mujer médica como para la enfermera, tanto para el hombre médico como para el enfermero. Hay estereotipos que están muy grabados en la mente de las personas, que desde luego deberían empezar a borrarse. Pero esa diferencia tiene que ver más con un tema de educación general y no con el sexismo en sí mismo.
Pilar Fernández: "La cultura del porno ha hecho mucho daño a nuestra profesión".
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Pilar Fernández: Sí, estoy totalmente de acuerdo. A la mujer la suelen asociar con la figura de la enfermera y al médico con la figura del hombre. No se tiene en cuenta que tanto en una profesión como en la otra hay hombres y mujeres y, como dice Victoria Velasco, tiene que haber un respeto en ambas profesiones. Es un tema de educación, de sensibilización de la población. Entre todos tenemos que contribuir a cambiar a respetarnos profesionalmente entre unos y otros. Todos tenemos responsabilidad en este sentido.
María Isabel Enríquez: En cuanto a los médicos y enfermeros, quizá también en Farmacia, se ha asociado al estereotipo de cuidar a la mujer y curar al hombre. Entonces, hay estereotipos que no son negativos, porque que la mujer cuide no es algo malo. Sin embargo, creo que eso conlleva a que la mujer elija cuidar, como ha dicho Pilar Fernández, y los hombres más a curar. Eso ya es malo.
¿Entienden que igual a una médica le pueda afectar o le pueda molestar que la confundan con una enfermera o no tendría por qué?
Victoria Velasco: Ahí entramos en un terreno que quizás sea incluso un poquito más escabroso. A mí no me molestaría que me confundan con una enfermera. Yo espero que a la Enfermería no la confundan. Ni que a un enfermero le confundan con un médico, ni a una enfermera con una médica. Considero que es un tema de relaciones laborales que desde luego tiene que ser superado, como los estereotipos sexistas. Tenemos que salir de ahí. Pero en este caso quedan al margen del ámbito sexista, tiene que ver más con lo laboral.
Pilar Fernández: A
una médica le gusta que la reconozcan como médica, y a una enfermera como enfermera. Evidentemente hay excepciones en las cuales les puede molestar, pero eso es una cuestión personal. En el caso de que ocurriera con mucha frecuencia es una cuestión de clasismo profesional, que no da lugar en los momentos actuales donde trabajamos equipos interdisciplinares que realmente estamos en otra época, afortunadamente. En el pasado igual ocurría, pero en este momento tenemos que huir de esas circunstancias. Hay que respetar. A cada uno nos gusta que nos llamen. lo que somos.. A mí me encanta que me llamen enfermera y a ...
Victoria Velasco: A mí me encanta que me llamen médica.
Pilar Fernández: Y a ti farmacéutica... Es lo que somos y lo decimos con orgullo. Eso hay que cuidarlo también en los entornos laborales. El respeto, el saber quién es quién. Quizás entremos ya en otro aspecto más profundo de organización en las instituciones, en las cuales no se cuida ese aspecto para que los propios pacientes y familiares sepan quién es quién.
María Isabel Enríquez: Es que yo creo que el estereotipo no es que confundan a una médico con una enfermera, o que a una farmacéutica se la compare con una auxiliar. Eso me da igual. El problema es cuando un señor entra en la oficina de Farmacia y distingue entre que le atienda un farmacéutico o una farmacéutica. Porque luego ya médico y enfermera, cada uno tenéis vuestras funciones plenamente reconocidas, que no es el caso.
María Isabel, ¿qué diferencias ha encontrado a lo largo de su carrera profesional con respecto a compañeros?
Enríquez: "Cuando una persona entra en la farmacia busca a un hombre o una mujer dependiendo de la consulta"
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María Isabel Enríquez: En la profesión de Farmacia tampoco es demasiado acuciante, pero sí hay. Cuando entra una persona en la farmacia no busca quien le va a atender mejor, sino que dependiendo de la consulta busca a una mujer o a un hombre. Y aunque el salario base es el mismo, se ha visto que cobra mucho más un farmacéutico que una farmacéutica debido a los complementos de guardia. Porque la gente quiere antes al hombre que a la mujer para hacerla, de ahí que el salario se incremente. ¿Por qué? Pues porque la mujer tiene, probablemente, muchos más contratos temporales que el farmacéutico hombre. Eso a lo largo de un año se nota.
Pero, sobre todo, lo más significante es la diferencia de representación en órganos directivos. En el Consejo Superior de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, de 52 Colegios a nivel nacional solo hay 13 presidentas. Pero es que los Consejos de Veterinaria no hay ni una mujer en órganos de gobierno. En los Consejos de Fisioterapia tampoco. Esto también te repercute en el sueldo.
¿Y con los clientes en Farmacia más allá de lo que contabas?
María Isabel Enríquez: No, solamente en la atención. Independientemente de que la mujer sea más profesional, y aunque hayan venido otras veces y les haya resuelto los problemas la farmacéutica, cuando los hombres van por un tema de sexualidad recurren más al farmacéutico. También está comprobado que una mujer farmacéutica dedica más tiempo a atender a un paciente que un hombre. No sé si los médicos y las enfermeras tenéis el dato ese.
Pilar, ¿en su caso ha notado diferencias con compañeros?
Pilar Fernández: Muchas. La mujer, por el simple hecho de ser mujer, encuentra muchos más obstáculos que el hombre en su vida profesional, pero no solo en nuestra profesión, sino en todas. Desde la propia entrevista de trabajo, donde se hacen a veces preguntas personales, pasando por el largo de la vida profesional, incluso para acceder a cargos directivos. Se habla mucho de la conciliación de la vida familiar con la laboral, pero todavía no está resuelto y es la mujer la que asume en líneas generales la mayor carga. Desde luego, la maternidad constituye en ese sentido una traba para que las mujeres accedan a cargos de responsabilidad. En igualdad de condiciones accede un hombre más fácilmente.
Mª Isabel Enríquez: "La Administración puede hacer mucho para quitar los estereotipos desde la educación".
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María Isabel Enríquez: La Farmacia tiene dos vertientes, la sanitaria y la empresaria. Yo, como esto último, tengo que reconocer que una mujer cuando está de baja maternal nos mata. Es triste y lo digo con complejo de culpabilidad. Quizás los gobiernos deberían tomar unas políticas sanitarias para compensarnos un poco a los empresarios. Cuando vienen un hombre y una mujer por un puesto de trabajo y, por desgracia, miras qué edad tiene la mujer y ves que se puede quedar embarazada, es triste triste decirlo, porque soy una mujer, pero piensas: "Bueno, esta niña se me queda embarazada y me mata." Eso tendría que resolverlo el gobierno con unas políticas que impliquen pagar menos cuando estén de baja o con ayudas.
Victoria Velasco: Yo no puedo estar de acuerdo con eso.
Pilar Fernández: Yo tampoco.
María Isabel Enríquez: De acuerdo no, pero es la realidad. Es la realidad.
Victoria Velasco: Yo no puedo estar de acuerdo con eso bajo ningún concepto. Estamos entrando en un momento en el que, efectivamente, empezamos a hablar de un tema importante: la brecha salarial. Precisamente entre las profesionales sanitarias, concretamente en nuestro caso, y ahora...
Pilar Fernández: El sector público.
Victoria Velasco: Desde luego...en las mujeres médicas tiene mucho que ver con la maternidad. Muchas te reconocen que entran en la maternidad en edades avanzadas precisamente por consolidar su profesión. No podemos permitir que eso siga sucediendo.
Tengo un dato de una
publicación que suya en la que se ponía en valor a mujeres muy concretas. Ellas mismas reconocían sus dificultades en ejercer sus puestos y, además, en ser reconocidas por sus compañeros médicos como quienes les iban a dirigir. A nosotros nos cuesta mucho comprender cómo eso se produce cuando en este momento, en la Sanidad, sobre todo en la pública. Más del 54 por ciento de la plantilla son mujeres, pero solamente el 20 por ciento está en cargos directivos o en jefaturas de servicios o en jefaturas de sección. Y no acabamos de comprenderlo porque en las Facultades de Medicina las mujeres que entran en el primer año son el 70 por ciento, porque cumplimos firmemente con nuestros compromisos laborales, nos formamos continuamente...No entendemos, con todos estos datos, por qué se invierte esa pirámide.
¿Esto no cumple con las normas?
El 40 por ciento de los cardiólogos en España son mujeres, pero solamente el 19 por ciento son jefes clínicos y entre los jefes de servicio solo el 11 por ciento. Es evidente que esto no cumple con la Ley de Igualdad y liga directamente con el techo de cristal de las profesionales sanitarias. Y, desde luego, con la brecha salarial. Es fundamental que lo tengamos en cuenta. Creo que ser empresaria y trabajadora en algunas ocasiones nos puede complicar la vida, pero desde luego no se puede rebajar el sueldo a una mujer durante la maternidad.
Pilar Fernández: Yo estoy absolutamente de acuerdo. En Enfermería y tenemos los mismos problemas que la profesión médica. Es muy difícil que accedamos a puestos directivos dentro del sistema sanitario. Si esa desigualdad se produce en el sector público, cuán no se producirá en el sector privado. Por tanto, nosotros no podemos estar de acuerdo. Las mujeres que ocupamos puestos de responsabilidad tenemos que ser muy coherentes en este aspecto con las mujeres.
Fernández: "Cuando una de nosotras llega a un puesto de responsabilidad tiene que demostrar permanentemente lo que vale"
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Cuando una de nosotras llega a un puesto de responsabilidad tiene que demostrar permanentemente lo que vale. Un hombre, de entrada, no. Esto es una realidad en nuestra sociedad. Hablamos de todos los sectores en general, pero en el sector sanitario, que es absolutamente de vanguardia, tenemos que intentar que sea el reflejo de la sociedad en la que vivimos. En nuestra organización sí estamos cambiando la mentalidad en este sentido. La gran parte de nuestros presidentes eran hombres, como en el resto de las profesiones. Ahora, cada vez se van incorporando más mujeres en los puestos directivos. Contamos con paridad en la junta directiva. Aunque nos quede mucho camino por recorrer, tenemos que ser coherentes con nuestros profesionales.
María Isabel Enríquez: El 80 por ciento de las estudiantes de la Facultad en Farmacia son mujeres. En nuestro Consejo General, de 52 profesionales, 13 son mujeres y 39 hombres. Va a hacer cien años que comenzó a funcionar y en este tiempo solo ha habido una presidenta, Carmen Peña. La mujer no accede a los altos puestos. Eso quiere decir que el salario es menor.
No estoy de acuerdo con ello, pero lo público y lo privado es distinto. Creo que el gobierno o las autoridades sanitarias deberían ayudar para que no fuera así. No está bien que la maternidad sea un hándicap, pero no hay que ocultarnos, lo es. Una mujer debido a su maternidad falta mucho más a trabajar. Así que las autoridades deben suplir eso de alguna forma, para que deje de repercutir en los puestos de representación.
Victoria Velasco: Hagámoslo obligatorio. Spotify, que es una empresa de origen nórdico, obliga a la madre y al padre a coger sus meses de baja por maternidad y paternidad. Eso sí, tiene una reducción de sueldo del 80 por ciento, los dos.
María Isabel Enríquez: Bueno, ¿y el gobierno no les ayuda algo o el órgano administrativo de esa empresa?
Victoria Velasco: No sé si el órgano administrativo del país que le corresponde a Spotify ayuda, pero lo cierto es que lo que no puede haber es diferencias entre hombres y mujeres porque la mujer sea la que dé a luz. Eso es lo que no puede suceder.
María Isabel Enríquez: No, porque eso conlleva a los desórdenes. Ese es el origen de que no haya mujeres en el órgano representativo, de que el sueldo sea menor... El problema es la maternidad.
Victoria Velasco: Desde luego. En España debería modificarse. Hemos hablado de Spotify en un país nórdico, pero en Alemania la mujer tiene 14 meses de baja maternal.
¿Creen que la maternidad es una de las causas por las que las mujeres no acceden a altos cargos?
Victoria Velasco: Es una de las causas clarísimas. Como profesionales sanitarios estamos muy acostumbradas a hablar de datos estadísticos. Un Observatorio de la Mujer para la profesión sanitaria podría recoger muchos. Por ejemplo, en el último MIR el 73 por ciento de quienes elegían la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria eran mujeres. Y, ¿por qué? Pues porque hay mayor posibilidad de conciliación de la vida familiar y laboral, ficticia en cualquier caso, porque la médico de Familia, que además acaba el MIR y es una mujer joven pendiente de tener sus hijos, la inmensa mayoría de las veces se incorpora en un horario de tarde a los centros de salud, de 14.00 a 21.00 horas. La infancia de sus hijos les pasa desapercibida.
Ahora hablemos de los hospitales. En su caso de turnos pero, ¿cuántos turnos?, ¿tres seguidos de guardias?, ¿cuántos días al mes? Cinco o seis veces al mes, algunos fines de semana, sin tener reconocido el descanso del lunes. Y cuando estamos embarazadas no dejamos de hacer guardias a no ser que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales considere que hay que dejar de hacerlas, pero entonces no las cobras. Brecha salarial, brecha salarial.
Un momento del debate celebrado en el plató de Sanitaria2000.
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Victoria, por lo que cuenta creo que es totalmente partidaria de que haya un Observatorio de la Mujer en la profesión sanitaria.
Victoria Velasco: Al cien por cien. ¿Qué hay que hacer para que efectivamente esto se lleve adelante? Hay muchas cuestiones que este Observatorio podría hacer y medir. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia hasta los 2 años de vida. Y exclusiva hasta los 6 meses. ¿Qué mujer trabajadora en España que puede dar a su hijo lactancia natural hasta los 6 meses de vida? Ninguna. ¿Dónde están las salas de lactancia en los hospitales o en los centros de salud? ¿Dónde están? ¿Alguna de vosotras las conocéis?
Que igual es donde se debería dar ejemplo, ¿no?
Victoria Velasco: Exactamente, porque además luego como hospitales sí que es verdad que tenem os el Hospital Amigo de los Niños, y tenemos salas de lactancia para nuestros pacientes, que hay que tenerlas, ¿eh? Hay que tenerlas pero, caray, para las profesionales también.
¿También cree que debe haber un Observatorio de la Mujer?
Pilar Fernández: Iríamos más allá. Hay que cambiar las leyes. Los políticos dicen muchas cosas cuando se aproximan las elecciones sobre la conciliación, pero hay que plasmarlo en leyes obligatorias. Todo hombre tiene que conciliar exactamente igual que la mujer. Eso no ocurre en estos momentos y creo que tenemos que ir en esa dirección. Las enfermeras trabajamos turnos, mañana, tarde, correturnos, noches, fines de semana, todavía peor que la profesión Médica... Aunque vosotros tenéis guardias de 24 horas.
Victoria Velasco: Cada uno con lo nuestro.
Pilar Fernández: Sí. Nosotros tenemos mañanas, tardes, correturnos, noches, semana de mañana, un día de mañana, otro día de tarde.Conciliarlo con una familia es muy complicado. Además hay más personas mayores y menos niños. Es un bucle que tenemos que resolver desde estos aspectos y desde el mundo de la política. Estoy absolutamente de acuerdo con el Observatorio de la Mujer en el ámbito sanitario. Sumar esfuerzos y remar en la misma dirección nos permite llegar más lejos a todos.
En cuanto a los estereotipos sexistas, desde Enfermería ¿qué tipo de queja les haría llegar a este Observatorio?
Velasco: "A la Administración le ha pasado desapercibido el cambio que ha sufrido la profesión sanitaria"
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Pilar Fernández: Evidentemente un respeto profundo a la profesión Enfermera, nosotros no somos 'niñas', 'nenas', 'chicas'. Queremos un respeto a la persona, al profesional en todos los aspectos. Eliminar estos estereotipos. Ahora incluso los disfraces de los niños y las niñas son diferentes. Hemos tenido que intervenir con distintos centros comerciales para que retirasen esos disfraces. El de la enfermera lleva cofia, mini falda y blusa abierta. El del médico implica que sea para hombre, impoluto, con el fonendo...
Victoria Velasco: Pero hombre.
Pilar Fernández: Hombre, hombre, no mujer. Todo eso forma parte desde la educación. Debemos cambiar la cultura en la que estamos inmersos si queremos contribuir a que exista una real igualdad.
María Isabel Enríquez: Claro. El horario de la oficina de Farmacia todavía es más incompatible con la vida de familia. Y la Farmacia rural es mucho peor. Las Farmacias Urbanas se pueden acoger a un horario de las 9.00 de la mañana a las 15:00 de la tarde, con lo cual queda libre la tarde entera. La oficina de Farmacia rurales es de 9.45 a las 14.00 h., o sea, toda la mañana ocupada; 14.00 a 17.00 los niños están en el colegio; y de 17.00 a 20.00 vuelta a la oficina. Son horarios que nos obligan a conciliar muy mal la vida familiar y la rural. Las autoridades sanitarias deberían establecer otro tipo de horarios. En cuanto a las guardias rurales, es una semana entera durmiendo en la Farmacia.
Pilar Fernández: Nosotros también estamos de acuerdo, como hemos manifestado, en que se cree un Observatorio de la Mujer sanitaria. Hay que sumar esfuerzos y remar todos juntos. Así contribuiremos a llegar más lejos. En nuestra organización, cada vez que hay un estereotipo de discriminación con respecto a la profesión intentamos resolverlo y, si no denunciamos los hechos, les obligamos a que se retiren todas las situaciones de este tipo que se produzcan.
Sobre lo que comentaba Pilar Fernández de esa imagen que se proyecta de que las mujeres sexis son enfermeras y los hombres, los médicos impolutos en los disfraces, ¿hace que luego los pacientes les traten de forma diferente en los hospitales? Que les tengan más respeto a ellos por esa imagen que se da del hombre impoluto, sereno, médico, y ustedes más...
Pilar Fernández: Pues sí. He hecho referencia a palabras concretas, como 'chica', que forman parte del contexto, a veces muy irrespetuosamente. En muchas ocasiones sin intención, pero no es una imagen de respeto hacia nuestra profesión rigurosa, profesional, con una formación de 4 años y otros 2 de especialidad. Es una profesional igual que otra, no una 'nena' ni una 'niña'.
En este sentido estamos trabajando mucho como Orgazación Colegial incluso en el ámbito de la violencia de género. Lo tenemos presente. Hay mucho que cambiar, comenzando por la educación a todos los niveles, desde la infancia, los profesores y los y las profesionales, para que se respete y se valore. Hay partidos políticos que son más sensibles que otros, pero hay que cambiar las leyes si queremos que exista igualdad. Si no, seguiremos manteniendo los estereotipos, la brecha en los cargos directos así como las salariales. En el sector público cobra lo mismo una mujer que un hombre, hasta que ella tiene que reducir su jornada.
¿En Medicina hay diferencia de trato a médicas y a médicos por parte de los pacientes?
Victoria Velasco: Sí, sí que puede haberlos. Una vez que entran dentro de la consulta eso no se nota. Pero se ha visto el ejemplo del estudio con el "soy la madre de este chico."
Sobre el tema de los disfraces, Pilar comentaba la Enfermería, pero sí que es verdad que en la profesión sanitaria existe esa imagen de que la mujer es buena, dedicada a los cuidados, amable, sensible, etc. Nosotros somos una organización sindical. Me preguntaba cuántas mujeres médicas nos han pedido una reducción de jornada para el cuidado de sus hijos menores de 12 años o de familiares enfermos a su cargo. Muchas. En este momento no recuerdo a ningún varón. A ninguno. Y efectivamente, cuando se piden esa reducción de jornada, la reducción de sueldo viene incluida.
Las participantes explican los beneficios que tendría el Observatorio de la Mujer en la profesión sanitaria.
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Y durante este tiempo ¿qué cree que no ha hecho la Administración para erradicar esta imagen estereotipada?
Victoria Velasco: A la Administración le ha pasado completamente desapercibido el cambio que ha sufrido la profesión sanitaria. El mundo femenino se ha hecho cargo de la atención sanitaria. Somos un porcentaje muy alto, pero lo siguen desconociendo.
Tengo una anécdota para ilustrarlo: En una ocasión, una directiva, mujer, no fue capaz de calcular con claridad durante cuánto tiempo podía acumular lactancia una trabajadora una vez que se incorporaba al trabajo. Nos puso algún problema para reconocer hasta cuándo podía acumular la lactancia en horas y reducir su jornada sin que se le redujera el sueldo. Fue una anécdota, pero ahí está. Hay temas donde desde la Administración tienen un concepto empresa y hay veces que les pasa desapercibido que nosotras estamos ahí y hemos venido para quedarnos.
Pilar Fernández: Hay que potenciar el acceso de mujeres a puestos de responsabilidad dentro del sistema sanitario. En el caso de las enfermeras y enfermeros, somos los que conocemos en profundidad el sistema. Estamos las 24 horas del día. Somos el 60 por ciento de los recursos humanos que se gestionan en un hospital. Trabajamos en Atención Primaria, en atención especializada, en empresas, en la Policía, en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Por todo ello, y siendo grado, tenemos que acceder en igualdad de condiciones que otros profesionales para acceder a puestos de mayor nivel de responsabilidad, ya sea de gerentes de hospitales, consejeros de Sanidad o directores generales. Hay reivindicar la figura de puestos directivos de alto nivel para los profesionales de Enfermería.
¿Cuál es la relevancia que tiene el lenguaje en todos estos aspectos que estamos abordando? ¿Creen que habría que promover un lenguaje más inclusivo? Por ejemplo, María Isabel, en Farmacia, cuando los anuncios de medicamentos dicen que consulte con su farmacéutico. ¿Hay que utilizar la fórmula 'consulte en su Farmacia'?
María Isabel Enríquez: Siempre es bueno que utilicemos la palabra farmacéutico y farmacéutica. En Farmacia, en fotos de publicidad y en televisión, la mayoría de veces salimos representados por mujeres con la bata impoluta, así que no nos han estereotipado hacia un nivel bajo.
La Administración tiene que trabajar desde la educación. Ya en secundaria tiene debe empezar a quitar los sesgos de discriminación por sexos en los profesores. Que un niño pueda elegir según sus actividades y sus capacidades. Que no le enseñen que la mujer es la cuidadora y los hombres quienes cuida. Deben desarrollar programas educativos para quitar esos hechos diferenciales. Entonces la administración puede hacer mucho para quitar los estereotipos. Desde la educación hasta en los profesores, hasta los responsables de la organización sanitaria.
Victoria Velasco: Habría que potenciar un lenguaje más inclusivo. Creo que nosotras somos médicas, somos cardiólogas, cirujanas, médicas de Familia. Eso no significa que el lenguaje sea incorrecto; eso lo que significa es que su uso continuado favorece que se utilice de forma normalizada. Nosotras somos médicas sin adjetivos masculinos y sin sustantivos masculinos.
Velasco: "Habría que potenciar un lenguaje más inclusivo"
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Pilar Fernández: El lenguaje es fundamental y debe emplearse siempre desde el respeto. Con él transmitimos información y conocimiento, pero también emociones y sentimientos. Si utilizamos un lenguaje sexista y poco respetuoso, va calando incluso en los más pequeños. Eso se perpetúa en la sociedad y es difícil de erradicar. Tenemos que contribuir desde la infancia a cambiar esas conductas, empezando por el profesorado, para que desde la infancia incluyan un lenguaje en el que haya hombres y mujeres.
A nosotros nos llaman enfermeras y a nuestros enfermeros no les molesta. Sin embargo, hemos hecho la consulta a la Real Academia Española (RAE) y, aunque somos casi el 90 por ciento de mujeres, lo correcto es decir enfermeros. Dicen que lo inclusivo es enfermeros aunque seamos nueve de cada diez. En nuestra organización intentamos poner ambos o hablar enfermeras, siempre ponemos enfermeras primero...
Victoria Velasco: Eso sí que habrá que decirle a la RAE que lo cambie.
Pilar Fernández: Pero ahí entramos en otro discurso que son casi todo hombres.
María Isabel Enríquez: Claro, órganos directivos.
¿Qué tipo de campaña se puede trasladar a la sociedad que esté destinada a romper estos estereotipos? Hablamos mucho de la educación, de los niños, pero destinados a adultos qué se puede hacer.
Pilar Fernández: Hay que luchar contra estos estereotipos más allá de campañas, con acciones en todos los contextos de la vida. Tenemos que exigir a la administración que cambie, que no se quede en un discurso. Y reivindicar desde la sociedad, como hombres y mujeres, que un cambio de cultura es necesario. Son cambios lentos, pero hay que empezar desde los pequeños hasta los más ancianos. Y si queremos que haya una sociedad más joven, que haya muchos jóvenes, tenemos que evolucionar hasta una cultura en la que hombres y mujeres compartamos, en gran medida, la conciliación familiar.
María Isabel Enríquez: Hay que proveer una presencia igual de hombres y de mujeres en los órganos de gobierno, sobre todo en los que van destinados a la educación de las personas, de los niños. Y romper la formación de esquemas mentales en la escuela. Que un niño y una niña vean que pueden hacer cualquier tipo de trabajo por sus actitudes, no por lo que estos esquemas les han ido asignando. En eso influyen muchísimo los medios de comunicación. Una teleserie, películas o disfraces, como el ejemplo de la enfermera con minifalda y el médico con su bata blanca, pueden hacerles creer que la labor del médico es más seria que la de la enfermera. Hay que romper con eso.
¿Y a usted Victoria, se le ocurre alguna campaña?
Victoria Velasco: Se me ocurre una campaña muy específica. En el Hospital de Can Misses de Ibiza las mujeres representan el 72 por ciento de la plantilla en el área de Salud dependiente del Hospital, ocupando un 45 por ciento de las jefaturas de Servicio y el 75 por ciento del cuadro directivo. 18 de los 40 Servicios del Hospital están dirigidos por mujeres. También lo es la gerente, la directora médica y la directora de Enfermería. Este ejemplo debería salir en la prensa para que se conozca y se difundan las buenas prácticas. Para que se reconozcan a nivel profesional y personal a todos los niveles. Y foros como este.
Asimismo, el Observatorio es básico para contar con datos estadísticos sobre cuántos contratos basura tienen las mujeres médicas por la maternidad, cuántas tienen que dejar de hacer guardias o la brecha salarial, directamente relacionado con esto último. También para saber la llegada a cargos directivos o cuántas catedráticas médicas tenemos.
Conclusiones del debate "Estereotipos sexistas en la Sanidad española".
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Conclusiones:
Victoria Velasco: El lenguaje inclusivo me parece que es muy importante desde la infancia. También el problema del techo de cristal: la falta de responsabilidad en los cargos directivos, que tiene mucho que ver con la conciliación de la vida familiar y laboral. El trabajo nocturno, el trabajo con tres turnos y los trabajos de tarde sean reorganizados para favorecer y promover la conciliación. Por último, hay que señalar el tema de la lactancia materna, que es un derecho. Existen recomendaciones de organismos internacionales como la OMS que inciden en que debe ser garantizado por la empresa.
Pilar Fernández: Coincido con Victoria Velasco. Añado el potenciar mucho la educación desde la infancia, pero para eso tenemos que cambiar la cultura dentro del propio profesorado. Posibilitar el acceso a cargos de directivos en igualdad de condiciones. La conciliación familiar. Y, por supuesto, promover campañas, como se ha dicho, con el objetivo de acabar con estos estereotipos sexistas a todos los niveles. Y promover leyes que contribuyan a la igualdad real.
María Isabel Enríquez: Coincido con ambas. Hay que empezar desde la educación secundaria y continuar con los profesore. Mentalizarles para eliminar esos estereotipos. Después hay que seguir con los órganos de gobierno dedicados a esto. Tienen que actuar en los medios de comunicación. Es muy importante la publicidad o las series de televisión empiecen a eliminar los estereotipos. Y es muy importante que el gobierno otorgue ayudas cuando vea que las empresas las necesitan porque una persona está de baja de maternidad o paternidad. Cualquier tipo de una ayuda que no suponga una brecha económica para la empresa.
Debate: 'Estereotipos sexistas en la Sanidad española'. (Parte 1)
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Debate: 'Estereotipos sexistas en la Sanidad española'. (Parte 2)
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