Ángel de la Fuente, director de Fedea.
A lo largo de los últimos diez años, las comunidades autónomas han reforzado sus partidas de
gasto sanitario hasta en un
40,6 por ciento. Si se descuenta la inflación dicho incremento es del
14,8 por ciento, lo que, según
Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) ha permitido a las administraciones
recuperar “con creces” los recortes en el Estado del Bienestar iniciados a comienzos de la pasada década.
En un
informe sobre el gasto en sanidad, educación y protección social durante el periodo 2015-2022, investigadores de la citada fundación constatan que la inversión pública en estos sectores
ha “crecido notablemente” en este periodo, lo que supuesto “la recuperación, con creces, de los recortes iniciados con la ‘gran recesión’ (2010-2014)”, en la que el recorte en el gasto sanitario fue del 10 por ciento.
Este ajuste fue consecuencia “de la necesidad de reducir el
déficit de las CCAA, cuyos “graves
problemas de liquidez” las llevaron a incrementar la deuda comercial con sus proveedores “hasta cotas insostenibles”. “Por todos estos motivos, el Gobierno Central puso en marcha de manera extraordinaria diversos mecanismos de asistencia financiera: el Fondo de Pago a Proveedores y, más tarde, el
Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)”, precisan el estudio, suscrito por Manuel Díaz y Carmen Marín. Mas de una década después, la Administración Central continúa
proporcionando financiación a las CCAA a través del FLA y sus sucesores, lo que implica que en torno al 60 por ciento de la deuda autonómica “está en posesión del Estado”.
Comunidades con mayor incremento del gasto sanitario
En el caso concreto de la sanidad, todas las regiones han reforzado el gasto público. La tasa de variación entre 2015 y 2022 para el conjunto de las regiones fue del 21,2 por ciento en términos reales.
Canarias (29,5 por ciento),
Cataluña (28,8) y
Andalucía (26,9) se encuentran a la cabeza, mientras que los incrementos más modestos se registraron en
Cantabria (4,9),
Extremadura (9,2) y
Asturias (11,0).
En las demás comunidades, el gasto se divide de la siguiente manera:
La Rioja (11,1),
Galicia (12,3),
Castilla y León (13,4),
Aragón (14,4),
Comunidad Valenciana (17,5),
Castilla-La Mancha (19.8),
Navarra (19,9),
Madrid (21,1),
País Vasco (21,5),
Murcia (22,1) y
Baleares (25,3).
El aumento del gasto total en sanidad, sin transferencias entre administraciones públicas, ha aumentado en un
40,6 por ciento en sanidad entre 2015 y 2022. Una vez descontada la inflación, este índice es del
14,8 por ciento.
A nivel general, las partidas que más han contribuido a este crecimiento son la
remuneración de asalariados y, en menor medida, los
consumos intermedios y las transferencias sociales en especie, según se desprende de este informe.
Apoyo de la Administración Central para la sanidad
Cabe recordar en el periodo de análisis que abarca el estudio se incluye el 2020, año en el que
irrumpió el Covid-19, lo que se tradujo en una
reducción del PIB de más del
10 por ciento, mientras que el déficit público se disparó hasta el 10 por ciento del PIB y los gastos de sanidad aumentaron en casi un 15 por ciento.
“Es importante señalar que esta mejora en el Estado del Bienestar no se podría haber materializado
sin el apoyo de la Administración Central que ha puesto en marcha programas de asistencia financiera a las CCAA y, además, ha proporcionado recursos extraordinarios entre los años 2020 y 2022 para paliar los efectos de la pandemia”, añaden.
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