Exteriores del Ministerio de Sanidad.
Nigeria ha sufrido un aumento sustancial de la
incidencia de la fiebre de Lassa en los últimos meses. Se calcula que el crecimiento se sitúa entre un
20 y un 60 por ciento con respecto a los años anteriores. Hasta el momento, ya se han notificado 5.084 casos sospechosos, 918 casos confirmados y 156 muertes, lo que supone una tasa de letalidad del 17 por ciento. Estos datos ponen en jaque a
España por su relación con el país africano, sobre todo ante la posibilidad de que aparezca un caso importado. Las
relaciones comeciales y económicas y la
alta presencia de nigerianos mantienen el nivel de alerta.
El
Ministerio de Sanidad publica un informe en el que apunta a que el riesgo existe en territorio nacional, pero lo califica como
"bajo", siempre y cuando se sigan las recomendaciones de prevención y control. Y apuntan a las personas que viajen a Nigeria en próximas fechas, ya que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha reconocido que el país está teniendo problemas para mantener controlada la situación.
El mayor punto de riesgo está en aquellas personas que viajen a
visitar familiares a zonas rurales; también para el
personal sanitario que decida colaborar para paliar la situación. Otra de las preocupaciones es la detección de un caso importado, que pueda transmitirse secundariamente. Pide especial precaución a
mujeres embarazadas, dada la alta tasa de mortalidad de la enfermedad en fetos, así como al
personal sanitario. "El impacto de la enfermedad es muy bajo debido a la posibilidad del manejo de los casos en unidades de aislamiento de alto nivel", apunta el Ministerio.
Recomendaciones para evitar el contagio de fiebre de Lassa
La fiebre de Lassa se define como una
fiebre hemorrágica endémica en África Occidental, donde ya se han producido brotes esporádicos. Los síntomas más claros son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, hemorragias, dificultad para respirar, vómitos, hinchazón facial o dolor en el pecho, la espalda o el abdomen. Esta es una enfermedad
zoonótica, cuya transmisión humano-humano se considera baja, las conexiones entre Nigeria y España hacen que no haya pasado desapercibido para el
Gobierno.
Por eso, se han publicado una serie de recomendaciones, dado que el
Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) está haciendo un seguimiento de la situación a través de actividades de inteligencia epidemiológica. En este sentido, el informe recoge que se están revisando los
protocolos de manejo de pacientes. En caso de que sea necesario, se producirá una actualización de los mismos.
Ante esta situación, se publican hasta cinco medidas de prevención diferentes para aquellos que visiten o residan en áreas afectadas. Para empezar, evitar el contacto directo con
roedores, sus excreciones, secreciones y/o fluidos corporales, principales formas de contacto.
También se solicita de cualquier forma
evitar el consumo de bebidas y/o alimentos que hayan podido estar en contacto con roedores, así como con cualquier persona que sufra los síntomas de la enfermedad. Más allá de eso, apuntan a la higiene en el almacenamiento de la comida, siempre para tratar de evitar la presencia de
ratones o ratas. Se debe evitar de cualquie forma que entren en casa.
Por último, en caso de cualquier síntoma durante, o
hasta un mes después del viaje, similar a la fiebre de Lassa, debe ser tratado por un médico. Aunque con precauciones. Deben contactar telefónicamente con su centro sanitario de referencia antes de acudir e informar a su médico de que ha estado en una zona con fiebre de Lassa.
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