España, el segundo país europeo con más muertes por calor en 2022: 11.324

El verano de 2022 fue el más caluroso que ha experimentado Europa. En total, en el continente se estiman más de 60.000 muertes relacionadas con las altas temperaturas entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre del año pasado; 11.324 de ellas ocurrieron en España, el segundo país con mayor mortalidad después de Italia, que registró 18.010 fallecimientos por esta causa.

Así lo determina un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (Inserm) publicado en ‘Nature Medicine’, que calcula que, en España murieron 237 personas por cada millón a causa del calor durante el periodo de tiempo analizado. En este análisis con perspectiva de tasa de mortalidad, el país que más tuvo fue Italia, con 295 muertes por millón, seguida de Grecia (280), el ya mencionado dato de España (237) y Portugal (211). La media europea se estimó en 114 muertes por millón.

En cuanto al incremento en la temperatura, el país que registró un valor más alto fue Francia, con un aumento de 2,43 grados sobre los valores promedios del periodo 1991-2020, seguido de Suiza (2,30 grados de más), Italia (un incremento de 2,28 grados), Hungría (2,13 gracos de más) y España, en quinto lugar, con un incremento de 2,11 grados.

En términos totales, la investigación estima que en 2022 murieron un 56 por ciento más mujeres que hombres por esta causa, lo que supone 35.406 fallecimientos prematuros de mujeres frente a los 21.667 estimados en hombres. Además, destaca una mayor incidencia en los países del Mediterráneo, ha informado ISGlobal en un comunicado este lunes.

Impacto de las altas temperaturas en la salud

El estudio indica que la mortalidad relacionada con las olas de calor es una ‘preocupación principal’ desde hace dos décadas, especialmente desde que se registraron 71,449 muertes por esta causa entre los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2003. De ese punto se llega al verano de 2022, registrado como el más cálido en Europa y que se caracterizó por una serie de olas de calor que tuvieron impacto en la salud y también el medioambiente.

Los registros muestran que las temperaturas estuvieron por encima de la media durante todas las semanas del periodo estival, y la mayor anomalía térmica se registró de mediados de julio a mediados de agosto.

Esta coincidencia "magnificó la mortalidad por calor", causando 38.881 muertes entre el 11 de julio y el 14 de agosto, y dentro de ese periodo se produjo una intensa ola de calor paneuropea, entre el 18 y el 24 de julio, a la que se atribuyen un total de 11.637 muertes.