El ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá.
El
Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública mete a la sanidad en el saco de áreas que se beneficiarán del futuro esquema nacional de seguridad de redes y servicios 5G. Lo hace en un contexto en el que el ámbito de la salud afronta retos vinculados a la digitalización de los sistemas sanitarios, la
interoperabilidad de las Historias Clínicas y el uso de Big Data vía Inteligencia Artificial para impulsar avances en investigación.
El proyecto de Real Decreto, impulsado desde la
Secretaría General de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual, se halla actualmente en fase de audiencia pública hasta el próximo 15 de enero. Tal y como se explica en su Memoria de Análisis de Impacto Normativo (MAIN), la norma busca “
asegurar la fiabilidad de las redes y servicios 5G y, con ello, el desarrollo de servicios de valor añadido para la economía y la sociedad en áreas tan diversas como los transportes, la sanidad, la industria, la agricultura, la logística, la energía o los medios de comunicación”.
En este sentido, se resalta que las medidas que se incluyen son “coherentes” con la
Directiva sobre la seguridad de las redes y sistemas de información (SRI) de 2016, “en la que se establecieron obligaciones de seguridad para los operadores de servicios esenciales en sectores vitales como la energía, el transporte, la sanidad y las finanzas”, y también con los proveedores de servicios digitales -mercados en línea, motores de búsqueda y servicios en la nube- y con su revisión de 2022 reflejada en la Directiva SRI2.
Protección de datos en la digitalización sanitaria
La necesidad de que la gestión sanitaria se adapte a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías en cuanto al intercambio y la consulta de datos no está pasando desapercibida para los organismos europeos y nacionales, ni tampoco la propuesta de medidas para
proteger la privacidad de los usuarios de la salud.
A mediados de diciembre, el Pleno del Parlamento Europeo aprobó la creación de un
Espacio Europeo de Datos Sanitarios, para cuya configuración se introdujeron herramientas que aseguren la intimidad de los ciudadanos y el respeto a sus derechos fundamentales, y que, además,
impulsen la capacidad investigadora de la Unión Europea.
Por otro lado, el
Gobierno de España formalizó recientemente la contratación de cinco servicios que favorezca el desarrollo del
nodo central del Sistema Nacional de Salud (SNS), que facilitará el intercambio de información entre el
Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y el resto de agentes implicados en la gestión sanitaria.
Cabe recordar, además, que Europa ha catalogado a la
Inteligencia Artificial sanitaria dentro del grupo de 'alto riesgo', esto es, que se le exija que, para su aplicación, cumpla requisitos como la alta calidad de los datos que se manejen, una documentación detallada de estos y el registro de la actividad recopiladora de información.
Factores biopsicosociales en la Historia Clínica Digital
Poco antes, el
Ministerio de Sanidad publicó una guía en la que aboga por
incluir en la Historia Clínica Digital factores biopsicosociales como la identidad de género, la orientación sexual y la clase social.
También se recomienda no registrar la etnia o la pertenencia a un grupo cultural o social minoritario, ni tampoco datos o circunstancias que puedan exponer al usuario a prejuicios y visiones preconcebidas, además de
consensuar con el usuario qué profesionales podrían visualizar sus datos.
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