Las medidas de austeridad suponen un deterioro en la calidad de los servicios.
Los
médicos solo pueden dedicar
entre uno y tres minutos a cada cita. Es una de las principales conclusiones que se desprenden del
informe presentado este martes por
Amnistía Internacional (AI), 'La receta equivocada: El impacto de las
medidas de austeridad en el derecho a la salud en España'.
Este documento expone los riesgos en materia de derechos humanos asociados a la austeridad. En este sentido, los profesionales han destacado que “los cambios provocados por los recortes en Sanidad suponen un
deterioro en la calidad de los servicios que prestan”.
Desde AI denuncian la
reducción del gasto en personal sanitario destacando, según los datos oficiales, que la plantilla ha disminuido en 28.500 profesionales entre 2012 y 2014. Varios trabajadores señalaron que estaban sometidos a una presión cada vez mayor para cumplir los
complementos económicos que limitan, por ejemplo, la cantidad de tiempo que deben dedicar a cada paciente.
Además de esta consecuencia, AI hace especial hincapién en el impacto "
devastador" que ha causado la austeridad en algunas de las personas económicamente más vulnerables y marginadas de la sociedad, las listas de espera “insoportablemente” largas y la
racionalización de la medicación por parte de los pacientes para ahorrar costes.
El informe recuerda que en 2009 la administración central comenzó a recortar el gasto público en Sanidad -que en 2013 era un 12,7 por ciento inferior al de 2009- y en 2012 aprobó el real decreto que
limitaba la atención a inmigrantes en situación irregular.
Aumento de las cargas económicas
Los recortes han deteriorado la
calidad, accesibilidad y asequibilidad de la atención sanitaria española, defiende la organización en su estudio. "La reducción del gasto público en sanidad ha tenido un efecto devastador entre los colectivos más vulnerables. Son recortes crueles que
han perjudicado seriamente el derecho a la salud y han provocado dolor y sufrimiento a las personas enfermas", ha señalado la responsable del área de derechos económicos y sociales de AI,
Marta Mendiola.
Entre estas medidas se encuentra el haber trasladado a los enfermos el coste de determinados servicios, la introducción del
copago farmacéutico y la desfinanciación de más de 400 medicamentos. Esto ha llevado a los hogares a gastar más en salud y ha obligado a muchos pacientes a
tener que depender de sus familiares para pagar los tratamientos, a prescindir de la medicación, a
racionar las medicinas o a optar por pagarlas en detrimento de otros gastos.
Listas de espera
El incremento del tiempo de espera para acceder a la atención sanitaria ha sido otra de las conclusiones que ha presentado AI en su informe, elaborado a partir de 243 entrevistas centradas en Andalucía y Galicia. En este sentido, señalan que en 2010, el tiempo medio de espera para cirugía electiva era de 65 días; en 2016 casi
se había duplicado, hasta los 115 días.
Los servicios de
salud mental también se han visto muy afectados por las medidas de
austeridad, en un momento en que el desempleo y los desahucios, factores de riesgo para la salud mental, han aumentado fuertemente. Las personas que reciben atención de salud mental a través del SNS explicaron a Amnistía Internacional que sus síntomas y problemas
no se abordaban durante largos periodos debido las largas listas de espera.
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