El presidente de la Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo (Aeemt), Juan Carlos Rueda.
España ha amanecido estos últimos días con los termómetros por encima de los 40 grados centígrados en muchos puntos de su geografía. La primera
ola de calor del verano ha abrasado el país y por ende ha comprometido la salud de la ciudadanía, víctima de mareos, insomnio, dermatitis o calambres -efectos de las altas temperaturas en el cuerpo humano-. Un escenario que se agrava en caso de tener que trabajar en el exterior a determinadas horas del día, en algunos casos, con
resultado mortal. Asimismo, las consecuencias de la climatología se notan en los servicios sanitarios, tanto en el Sistema Nacional de Salud (SNS) como en empresas.
El presidente de la
Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo (Aeemt), Juan Carlos Rueda, ha resaltado que los sanitarios de esta especialidad se enfrentan a "picos de trabajo por el acúmulo de eventos con altas temperaturas". Asimismo, el facultativo ha remarcado que al mayor número de pacientes afectados por un golpe de calor se une la falta de profesionales en centros públicos, derivada de las vacaciones de las plantillas, por lo que "los casos se derivan en muchas ocasiones a los servicios médicos de salud laboral" de las propias compañías. "Hacemos una labor de ayuda y soporte de los procesos asistenciales para agilizar algunas consultas", ha remarcado.
Entre
los motivos más habituales de atención sanitaria en empleados en periodo de ola de calor se encuentran las insolaciones, los episodios de lipotimias y aquellos derivados de la deshidratación por falta de ingesta de líquidos o sudoración excesiva. No obstante, estos pueden variar según el entorno de trabajo y las condiciones de la empresa.
Por su parte, la cardióloga del Hospital de Toledo, Eva García, ha añadido que durante las olas de calor suele
elevarse el número de pacientes en su servicio. "Notamos que hay más consultas relacionadas con problemas cardiacos producto del calor, que pueden traducirse en perdidas de conocimiento, por ejemplo".
Recomendaciones para evitar los efectos de la ola de calor
Rueda ha recomendado que señalado que hay
una serie de medidas básicas que se deben cumplir en el puesto de trabajo para que los empleados no sean víctima de los
efectos del calor extremo. La mayoría pasan por la información y formación, aunque también por la adaptación a las condiciones climáticas. Una serie de recomendaciones válidas para cualquier sector, incluido el sanitario. Así, en palabras del máximo responsable de la Aeemt, hay que:
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Informar y formar de los riesgos, factores que pueden suponer un peligro, efectos y medidas preventivas a implantar en cada organización. "Se trata de realizar un trabajo de formación con cada persona trabajadora", ha indicado el experto.
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Limitar el tiempo o la intensidad de exposición, fomentar las rotaciones de tareas y pausas establecidas siempre que el trabajo lo permita. En caso de no ser posible, se pueden prever relevos. El facultativo ha puntualizado que esto "exige una coordinación importante del equipo de trabajo y de su capacitación".
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Adaptar el ritmo de trabajo por parte del empleado a las necesidades de las tareas. Establecer reparto de tareas en las horas con menos calor y fuera de los picos de más temperatura.
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Habilitar locales de descanso, instalar aire acondicionado, favorecer un entorno fresco con acceso a agua y bebidas isotónicas. Incluso, ha resaltado la posibilidad de ducharse o refrescarse en las instalaciones de la compañía.
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En caso de tratarse de un trabajo al aire libre, evitar las horas de mayor exposición solar. Uso de protección solar con ropa de trabajo adaptada con tejidos que transpiren y sea acordes a la protección de los riesgos del trabajo. Pensar en uso de prenda de cabeza como una gorra o sombrero, manga larga. Además, facilitar uso de protección solar en crema para las zonas que queden descubiertas y sea imprescindible realizar el trabajo.
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Garantizar que se hagan y se cumplan las pausas en el trabajo de forma rigurosa para que cada trabajador pueda hidratarse y refrescarse.
Una batería de recomendaciones que también son aprobadas por otros organismos del ámbito de salud, como la
Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), desde la que han recalcado el uso de bloqueadores solares y la hidratación constante. Por su parte, Eduardo Prats, médico de Familia en Cataluña, ha explicado a Redacción Médica que "hay que prestar especial atención a la población vulnerable". "En Atención Primaria hacemos una importante tarea de prevención del peligro que supone pasar un golpe de calor", ha agregado, además de poner en valor el trabajo de Enfermería y Emergencias, los otros dos servicios que más casos de este tipo atienden.
Efectos en el sector sanitario
La ola de calor
también afecta a los que dan cobertura a los problemas de salud ocasionados por el disparo de los termómetros. "Como profesionales nos vemos afectados por las condiciones del calor, sobre todo para aquellas actividades extrahospitalarias que desempeñan muchos compañeros sanitarios en las emergencias, expuestos al sol y el calor", ha afirmado Rueda, quien recomienda que estos profesionales insistan en la aplicación de crema solar y la toma constante de agua y bebidas isotónicas.
Si bien es cierto que son los sanitarios que trabajan fuera del hospital los más afectados, Rueda ha respondido que no hay que olvidar que el aumento de
la presión asistencial por el calor incide en el estado vital de médicos, enfermeras, psicólogos o farmacéuticos. "No podemos muchas veces controlar el ritmo de trabajo ni repartir la carga asistencial en las horas con menos calor, pero sí podemos mejorar las condiciones de los lugares de descanso de los equipos sanitarios, la ropa de trabajo así como garantizar el correcto descanso en estos picos de calor", ha opinado.
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