Los resultados de un estudio reciente elaborado por el Centro de Control de Infecciosas y del Instituto de Salud Pública de los Países Bajos determinan que la vacunación previa a un positivo por Covid-19 ayuda a
aliviar los síntomas de la enfermedad. En concreto, establecen que los sueros acaban con la
pérdida de olfato o gusto, uno de los efectos más populares que provoca el coronavirus.
El virus causa diferentes efectos en los personas y, tres meses después de la
infección por SARS-CoV-2, casi la mitad del total de los casos covid positivos que han participado en este estudio experimentaron al menos uno de los síntomas asociados a la enfermedad como fatiga, deterioro cognitivo y disnea —que son los efectos que más tardan en desaparecer, siendo este último el más grave—. Sin embargo, sí se ha registrado diferencias entre los vacunados y los que no lo han hecho respecto a la
pérdida de olfato y gusto.
En sus conclusiones, los investigadores de este informe titulado 'Prevalencia y gravedad de los
síntomas tres meses después de la infección por SARS-CoV-2 en comparación con pruebas negativas y controles de población en los Países Bajos' publicado por el Instituto Nacional de Salud Pública del país, apuntan a que el
suministro de la vacuna covid previa al contagio protege a los individuos de padecer uno de los síntomas más comunes de todos los que puede provocar el virus en sus diferentes variantes. Señalan que
el suero evita exclusivamente la pérdida de olfato o gusto, pero no protege al individuo de sufrir otros efectos en el momento del contagio y a largo plazo.
41 síntomas distintos tras una infección por SARS-CoV-2
Se necesita más información sobre la
prevalencia de los síntomas a largo plazo después de una infección por SARS-CoV-2 para evaluar las necesidades asistenciales de la población durante la pandemia. Este estudio elaborado en Países Bajos evalúa los síntomas después de haber dado positivo en Covid-19, comparandolos con los que han presentado síntomas pero han ofrecido un resultado negativo en un test de diagnóstico y el efecto que produce en unos y otros la
vacunación antes de la infección.
Tres meses después de haber sufrido la enfermedad, los sujetos que participaron en este estudio indicaron la presencia de hasta
41 síntomas distintos, con especial gravedad en cuatro de ellos: fatiga, disnea y dificultades cognitivas.
Síntomas longcovid en inviduos sin hospitalización
Entre el grupo de estudio para este informe, los síntomas que han perdurado en el tiempo, entre uno y doce meses, tras la infección por SARS-CoV-2 en enfermos que no requirieron hospitalización son:
fátiga en un 63 por ciento,
disnea o dificultad para respirar en un 20 por ciento y
dificultades cognitivas —como problemas para encontrar palabras, niebla cerebral o problemas de concentración— hasta un 40 por ciento. Por tanto, la prevalencia de síntomas a largo plazo después de otros patógenos es mucho menos común en comparación con los síntomas después del Covid-19.
Los investigadores de este informe concluyen que otros síntomas manifestados entre los sujetos de estudio para la elaboración de este informe —como
malestar general, dolor de cabeza, tos o diarrea— pueden deberse a otras causas ajenas al Covid-19 y señalan a infecciones por otros virus como la principal causa de estas dolencias.
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