El mutualismo de Muface se rebela: "Hay que financiar el sistema público"

Tres licitaciones. Tres primas. Una oleada de incertidumbre. Y una crisis sin precedentes. Muface, la mutualidad que dota de asistencia sanitaria a cerca de un millón y medio de personas (entre titulares y beneficiarios) sigue envuelta en un trance histórico desde su creación hace 50 años. En este momento son cuatro las compañías, como ha podido confirmar Redacción Médica, las que se encuentran estudiando los pliegos de cara a la tercera licitación del concierto sanitario. DKV, Mapfre, Sanitas y AXA. Adeslas y Asisa, por su parte, ya han confirmado que presentarán una oferta para el concierto sanitario. Sin embargo, dentro del mutualismo se libra una batalla ideológica silenciosa. Mientras un grupo de funcionarios claman por la continuidad de la asistencia sanitaria privada en el concierto, otros optan por dotar de más recursos a la pública ofertada dentro del modelo. 

"Dinero público para los servicios públicos". Así de contundente se muestra Joan de Gracia (Girona, 56 años). Este profesor se convirtió en mutualista en 2006, cuando se sacó la plaza de funcionario, como recuerda en conversación con Redacción Médica. De hecho, este docente es casi una 'rara avis' entre los empleados públicos adscritos a la cartera de Muface. Cumple con el perfil de la mayoría de mutualistas: su edad supera los 55 años. Es profesor, como el 60 por ciento de los titulares a los que el concierto sanitario dota de asistencia sanitaria. Pero, al contrario que lo que suele suceder entre los de su franja de edad, él escoge la sanidad pública. 

De Gracia hace memoria y se traslada a 2006. "En ese momento varios compañeros me convencieron para que escogiese la sanidad privada", relata por teléfono desde su ciudad natal. Sin embargo, su trayectoria dentro de Muface dio en giro en 2022. Habían pasado 16 años desde que este catalán conociese por primera vez los servicios que ofrece la mutualidad. "Ese año di un 'click'. Me cambié a la pública", explica. 

Este profesor desglosa los dos motivos que le llevaron a tomar la decisión. El primero de ellos, su ferviente creencia en los servicios públicos. De hecho, pertenece a la plantilla del profesorado de un instituto de educación pública en Cataluña. La segunda motivación, comenta De Gracia, fue el "mayor seguimiento" a los pacientes en la seguridad social.

Ahora, cuestionado por un posible cambio, no tiene ninguna duda a la hora de responder. "No me cambiaría ni loco, y menos con todo lo que ha pasado en los últimos meses", señala haciendo referencia a la crisis sin precedentes en la que está sumida la mutualidad desde hace más de 100 días. 

"El pulso que ha hecho el Gobierno no tiene sentido. No puede ser que la economía se ponga por delante de la salud las personas", incide este mutualista. "Se ha hecho muchos daño", subraya a este periódico. 

- ¿Por qué cree que la mayoría de los mutualistas escogen el modelo privado?
- Por las listas de espera. 

De Gracia explica que, al ser menores en la sanidad privada, la mayoría de los mutualistas optan por esta opción. "Si los recursos se derivasen a la pública, probablemente se reducirían las listas de espera", reitera.

El futuro de Muface

A pesar de que han sido más de 100 días de crisis, y que este trance no finalizará hasta el próximo 4 de marzo, cuando se cierre el plazo de presentaciones de ofertas, lo cierto es que los pasos de Asisa y Adeslas han abierto una luz. Ambas han confirmado que concurrirán al tercer proceso licitador del concierto sanitario, lo que supone el retorno de dos de las tres aseguradoras presentes en el último contrato. 

DKV, la tercera que dotó de asistencia sanitaria a los funcionarios públicos y a sus familias durante 2022, 2023 y 2024, continúa estudiando los pliegos de cara al nuevo concierto de la mutualidad. Además, a ella se han sumado Mapfre, Sanitas y AXA, que como ha podido confirmar Redacción Médica, aún están analizando los documentos. 

La decisión final, por tanto, ya es cuestión de días. Este 4 de marzo se conocerá qué aseguradoras optan al nuevo contrato de Muface, valorado en 4.808,5 millones de euros y que se alargará hasta finales de 2027. Por tanto, será entonces cuando la crisis sin precedentes del modelo llegará a su fin.