El mutualismo sale a las calles para clamar por una solución a la crisis sin precedentes que vive el concierto sanitario

Mutualistas con cáncer afrontan la crisis: "Mi salud está en juego"
Mar Ordieres junto a su hija Débora Castillo durante la concentración de Muface.


16 feb. 2025 11:00H
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POR JULIA ROIZ
Un corrillo de gente llama la atención. En una de las calles más céntricas de Madrid, frente a la sede del Ministerio de Hacienda, más de 1.200 personas se agolpan con banderas, silbatos y pancartas. A su lado, varios altavoces coronan la escena. Por ellos se escucha ese ‘Resistiré’ tan sonado durante la pandemia o el ‘Bella Ciao’ que se ha convertido casi en una canción ‘de guerra’. En medio de todo este escenario, una chica joven acompaña a su madre. Una imagen que dista mucho de la del resto de asistentes, que en su mayoría superan los 50 años. En sus espaldas, ambas llevan el mismo cartel. ‘Muface-Sí’, se lee sobre los cartones atados con cuerdas a su alrededor. Ambas han acudido para defender el futuro del concierto sanitario. Aunque con una peculiaridad. Una de ellas padece un cáncer.

Madre e hija se separan un momento de la multitud. Allí, aún con sus carteles en el cuello, responden a Redacción Médica. Mar Ordieres (Madrid, 64 años) cuenta que lleva toda su vida en Muface. Desde que se sacó la plaza de docente. “Entré y fui directa al modelo de sanidad privada. No tenía otra opción”, recuerda, mientras lanza: "¿Por qué me van a obligar a cambiarme, si la pública está saturada?". Ahora, más que nunca, dice que espera que “Muface siga adelante”. Es ahí cuando, ante la atenta mirada de su hija, comienza a temblarle la voz.

“Desde hace 10 años tengo un cáncer de médula que no tiene tratamiento. No hay ninguna cura”, explica, haciendo alusión al mieloma múltiple que padece desde 2017. “Ahora mismo estoy con una quimioterapia mensual, todos los meses. Además de una inmunoeficiencia que tengo, que también requiere hospital de día, todos los meses. Son dos cosas diferentes”, cuenta a este periódico. Y a ello, remata: “En septiembre entré en recaída y tenía que tratamiento todas las semanas. Si me pasan ahora la seguridad social de golpe, no me van a atender el mes que viene. No tengo otra opción que no sea la privada”.

A su lado, Débora Castillo (Madrid, 27 años) se muestra firme. “Mi salud y la de mucha gente está en juego. Lo de mi madre es muy duro, el Gobierno tiene que ponerse las pilas y acabar con esta situación cuanto antes”, incide. Ella no es funcionaria. A los 20 años empezó a trabajar y fue entonces cuando dejó de ser beneficiaria de su madre, titular en Muface. “He podido disfrutar durante mucho tiempo de la sanidad privada del concierto, de los derechos que adquirió gente como mi madre”, señala a Redacción Médica.

Ambas confían en que el tercer proceso licitador salga adelante. “Ya está bien. Están mareando a muchísima gente”, subraya Castillo. Por su parte, su madre lanza: “¿Qué pasa? ¿Van a dejar que un millón y medio de personas se vayan a la pública? Se va a colapsar. Es una auténtica locura”.

Tras la conversación con Redacción Médica, madre e hija vuelven a la multitud. De nuevo, con sus carteles a la espalda. Y allí, en medio del corrillo, comienzan a proclamar todos los lemas que acompañan a la convocatoria. Y con una duda en mente: ¿Qué pasará ahora?.

Muface, un futuro incierto


El futuro de Muface sigue en el limbo. Han pasado más de 100 días desde que el Gobierno y las aseguradoras forzaron un parón en las negociaciones. Desde ese 2 de octubre, cuando todo comenzó, la mutualidad se ha enfrentado a una primera licitación desierta, aumento de las primas, una consulta preliminar, una segunda publicada (y luego paralizada), cartas de ‘adiós’ de aseguradoras a los mutualistas, una inyección de 330 millones de euros y unos terceros pliegos para una nueva licitación.

Con todo ello, Muface se enfrenta a su destino. En este momento, las aseguradoras tienen la pelota en su tejado. Tanto las que han estado presentes en el último contrato de la mutualidad (Asisa, Adeslas y DKV), como aquellas que quieran unirse, tienen hasta el día 4 de marzo para presentar sus ofertas al nuevo trienio del concierto sanitario.

Por el momento, como ha podido confirmar Redacción Médica, Asisa, Adeslas y DKV se encuentran estudiando los pliegos. Además, fuentes de gran solvencia presentes en las negociaciones entre las aseguradoras y el Gobierno han confiado a este periódico que la respuesta podría llegar antes de ese 4 de marzo.

Asimismo, Sanitas, Mapfre y AXA se encuentran leyendo y analizando los pliegos. En el caso de Sanitas y Mapfre, ambas estuvieron en el modelo hace más de una década. No obstante, desde la primera de ellas ya han avanzado: “Dudamos mucho que vayamos a cambiar de opinión”. Por tanto, ese posible retorno podría quedar en una mera anécdota.

Mientras, los mutualistas y sus beneficiarios se encuentran a la espera de conocer si, finalmente, la sanidad privada de Muface seguirá adelante. Por el momento, tendrán que esperar hasta el 5 de marzo, cuando se abrirán las actas de presentaciones de ofertas a la ya tercera licitación del concierto sanitario. Por tanto, hasta entonces, el tiempo apremia, y Muface se enfrenta a su recta final.
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