Carlos Cuerpo, ministro de Economía.
El
Índice de Precios de Consumo (IPC) sanitario ha cerrado otro mes en positivo, el séptimo consecutivo desde que se inició la cadena inflacionaria, pese a la contención de los
productos farmacéuticos y médicos (estos últimos de hecho, presentan un índice negativo del -0,3 por ciento). En cualquier caso, el encarecimiento de la sanidad siguió avanzando en mayo a un ritmo comedido del
0,2 por ciento mensual. Si se toma como referencia el mismo periodo de hace un año, el aumento de la inflación ha sido del 2,2 por ciento.
El
Instituto Nacional de Estadística (INE) publica este jueves la
última actualización del IPC sanitario armonizado, referente al mes de mayo. El avance ha sido del 0,2 por ciento, una décima menos que en abril, marzo y febrero. La última vez que el índice no subió fue el pasado octubre, cuando se estancó en el 0 por ciento.
En comparación a mayo del pasado año, la
evolución del IPC ha sido del
2,2 por ciento, un valor que se ha mantenido constante a grandes rasgos durante los últimos meses.
Los productos que más se han encarecido en mayo son los
aparatos y equipos terapéuticos, que avanzan a un ritmo del 0,5 por ciento. Les siguen los
servicios médicos (0,2) y los
dentales (0,2). También cierran en ‘positivo’ los
servicios paramédicos y hospitalarios, ambos con un índice del 0,1 por ciento. Por el contrario, los productos farmacéuticos se han estancado, y otros productos médicos caen un 0,3 por ciento.
Respecto al pasado año, la evolución ha sido del 1,6 por ciento en el ámbito de los productos farmacéuticos y del 0,2 por ciento en el de los productos médicos. Los servicios dentales han crecido otro 3,4 por ciento, los médicos un 2,3 por ciento y los hospitalarios un 2,6 por ciento.
Evolución del IPC en España
A escala nacional, tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de mayo fue del 3,6 por ciento. Esta tasa fue tres décimas superior a la registrada el mes anterior.
Los grupos que más destacaron por su influencia en el aumento de la tasa anual fueron la
vivienda (cuya tasa anual aumentó 1,2 puntos, hasta el 5,2 por ciento); y el
transporte, que situó su tasa en el 3,8 por ciento, nueve décimas por encima de la del mes pasado.
Entre los grupos con influencia negativa destacó el de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa anual disminuyó tres décimas, hasta el 4,4 por ciento. Este descenso se debió, en su mayor parte, a los incrementos de los precios de las
frutas y la carne, menores que en el mismo mes de 2023, así como a la bajada de los precios de los
aceites y grasas, frente a la subida en mayo del año anterior.
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