Los precios de los productos vinculados a la salud registraron en junio un incremento mínimo cercano al 0 por ciento

El IPC sanitario resiste el alza de la inflación pero alcanza un nuevo pico
Evolución del IPC sanitario durante el último año.


13 jul. 2022 18:45H
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Ajenos a la deriva inflacionista general, los precios de los productos sanitarios se mantuvieron en junio prácticamente inalterables respecto al mes anterior, con un incremento cercano al 0 por ciento. No obstante, el IPC de los medicamentos y otros artículos vinculados a la salud continúa en máximos históricos y no logra detener la tendencia alcista iniciada en octubre.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) constatan, en cualquier caso, la moderación del comportamiento de los precios en sanidad, que apenas han variado durante los dos últimos meses analizados. En abril, el incremento del IPC armonizado fue del 0,2 por ciento, tasa que cayó hasta casi el 0 tanto en mayo como en junio. El índice se sitúa en los 104,43 puntos, un dato sin precedentes en el registro histórico. 

Respecto al mismo periodo del pasado año, el incremento de la inflación en el sector sanitario se sitúa en el 1 por ciento, según el último informe del INE.

Por clases, los mayores incrementos anuales se registraron en los servicios dentales (3,4 por ciento), los paramédicos (3,3 por ciento) y los médicos (2 por ciento). Los productos farmacéuticos se mantuvieron estables con una subida del 0,5 por ciento, mientras que el IPC del resto de productos médicos cayó un 4,7 por ciento.

¿Cuánto ha subido el IPC en España?


A nivel nacional, la tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de junio fue del 10,2 por ciento, un punto y medio por encima de la registrada el mes anterior y la más alta desde abril de 1985. Una inflación que vino impulsada por el encarecimiento del transporte (19,2 por ciento), los alimentos y bebidas no alcohólicas (12,9), la vivienda (19,0) y los hoteles, cafés y restaurantes (7,2).

La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta seis décimas, hasta el 5,5 por ciento. Es la tasa más alta desde agosto de 1993 y sitúa su diferencia con la del IPC general en más de cuatro puntos y medio.
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