El impulso de la estabilidad laboral vertebra la nueva sanidad autonómica

Las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo supusieron el cambio político en la inmensa mayoría de las comunidades autónomas españolas. Desde entonces, y tras las respectivas investiduras y conformaciones de los gobiernos, han comenzado a implantar las medidas de las nuevas administraciones. Los ya más de 100 primeros días en el poder de las nuevas consejerías de Salud están dejando anuncios en la prensa, intenciones de reevaluar lo pactado con los equipos de Gobierno anteriores y compromisos en la mejora de la sanidad regional. Toda una batería de medidas encaminadas en muchos casos, tal y como se observa entre las medidas analizadas por los sindicatos que negocian con las Consejerías, a dotar de mayor estabilidad al empleo sanitario.

En el caso de Aragón existe cierta sintonía entre el equipo del consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, y los sindicatos regionales. La semana pasada hubo una reunión en Aragón que ha impulsado esa relación, según cuenta Delia Lizana, de CCOO Aragón: “Hemos tenido una muy buena impresión. En principio, se han comprometido a respetar los acuerdos cerrados con el Gobierno anterior y a seguir trabajando y avanzando en temas pendientes”.

Lizana subraya que en la comunidad llevarán a cabo un plan de renovación de recursos humanos (RRHH), lo que les ofrecerá “una foto fija de los profesionales que tenemos y de cómo están”. Así, la representante sindical asegura que tendrán la oportunidad de trabajar en una mejora “más a largo plazo” de la situación de los profesionales del Servicio Aragonés de Salud. Además, desde CCOO recalcan que el equipo e Bancalero también se ha comprometido “a todo aquello que ha trascendido a los medios”. Es decir, que su Consejería tratará de “explorar medidas para poder paliar las carencias del sistema. Todo pasará por Mesa Sectorial”.

No obstante, antes de que las conversaciones hayan sido fructíferas en la sanidad aragonesa tras los primeros meses del nuevo equipo sanitario, Lizana señala que el silencio de la Consejería ha mantenido en el escepticismo a los agentes sindicales. Y es que Lizana “lamenta la tardanza” que han tenido, pero ‘rompe una lanza’ a favor del Gobierno subrayando que la Consejería es “consciente de lo que se necesita” y que se encuentra “asentando sus bases de cambio de estrategia”.

Extremadura, una Consejería en escucha

Otra de las comunidades autónomas que ha cambiado de color político este año ha sido Extremadura. Tras más de 100 días al frente de la Junta de Extremadura, el equipo sanitario de la presidenta María Guardiola se encuentra “en fase de escucha”, según afirman desde la federación regional de CCOO.

“Realmente aquí cuando se han puesto las pilas ha sido en septiembre, pero el Servicio Extremeño de Salud (SES) todavía está con nombramientos que afectan al día a día de los trabajadores”, indica Paqui Gómez, miembro del sindicato. “Están en fase de aprendizaje, porque son todos nuevos. El que no viene de la privada viene de otra rama de la Administración. Están aprendiendo el funcionamiento normal; veremos por dónde salen las políticas”, añade.

En ese escenario, Gómez marca el camino a la consejera de Salud, Sara García, recalcando que existe un pacto firmado con el anterior Ejecutivo, del PSOE, que recoge la oferta de un contrato de interinidad a los médicos que acaben su residencia. La filosofía de dicho pacto no fue otra que poner “fin” a las listas de espera, apunta Gómez. “El pacto está en vigor y conviene seguir implantándolo, porque tiene medidas que están funcionando”, incide.

Cantabria 'ata' las peonadas

Cantabria ha sido otra de las comunidades del cambio, donde en estos primeros días se han solucionado cuestiones pendientes de la anterior Administración. “Lo único que quedó pendiente por parte del Gobierno anterior es el tema de las peonadas o las jornadas de tardes, que quedó sin resolver y que las hemos cerrado hace escasos días”, explica Santiago Raba, vicesecretario de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) de Cantabria.

Con este acuerdo, el Gobierno cántabro pagará hasta 382 euros extra al médico que trabaje por las tardes. Raba también advierte de otro reto negociador como es “el área única". Una medida que confía que el Ejecutivo no apruebe sin pactar con sindicatos y colegios profesionales, confiando en que "no se eluda la negociación". 

Desde las centrales esperan que la Consejería les cite próximamente. “No hemos sido convocados todavía y ya llevamos más de 100 días con este Gobierno”, subraya Raba. Desde CCOO, Carlos Ateca añade que no saben “en qué consiste ese pacto por la sanidad que lleva por bandera la Consejería”. “Si consiste solo en gastar el dinero sin objetivos y sin un buen control junto con los cambios que vemos de forma velada en los presupuestos, vamos mal”, añade.

Comunidad Valenciana cuida a los MIR

Comunidad Valenciana es otra de las autonomías que ha cambiado de consejero y de color político con el médico Marciano Gómez al frente desde que fuera nombrado el pasado mes de julio. Un tiempo en que los sindicatos han recibido con satisfacción la medida para dotar de más estabilidad laboral a los Médicos Internos Residentes (MIR).

Si bien esperan conocer "qué y cómo" se implantará la medida, Rosa Atiénzar, de CCOO, admite que se trata de una medida interesante. Asimismo, desde UGT solicitan “poner en marcha el observatorio de residentes”. Se trata de un órgano formado por personas en formación que trataría de mejorar sus condiciones de trabajo para lograr estabilidad y condiciones retributivas “adecuadas” tras acabar el MIR y “no irse a otros sitios” por falta de buenas condiciones laborales, explica Eva Plana, representante de UGT en la región. No obstante, en la central lamentan que “la Consellería no ha aclarado nada” al respecto.

Por otro lado, la Comunitat Valenciana tiene por delante importantes retos como el acuerdo para las 35 horas de jornada semanal, que ha quedado en ‘stand by', y por lo que Consellería y sindicatos deberán sentarse a negociar. Asimismo, otro de los capítulos clave por tratar entre las partes es el cambio que se está preparando del mapa sanitario para reducir sus áreas, y que, según explican los sindicatos, exige el importante reto de "cumplir la Ley General de Sanidad".