Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda; Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación y Cultura y portavoz del Gobierno; y Luis de Guindos, ministro de Economía.
La última actualización del
Programa de Estabilidad 2017-2020 que el Gobierno ha enviado a Bruselas recoge que para 2020 el porcentaje del
Producto Interior Bruto (PIB) que se destinará a sanidad será del 5,57 por ciento. Se continúa así con la senda descendente que comenzó en 2011, cuando el porcentaje destinado era del 6,47 por ciento. Es decir, en 9 años se habrá perdido casi un punto de la parte del PIB que se destina a la sanidad. En 2016, la cifra se situaba en el 6,07 por ciento, pero ya en este ejercicio se ha superado la barrera del 6 por ciento y el peso de la sanidad en relación al PIB es del 5,95 por ciento.
La pérdida de peso de la sanidad respecto al PIB ha sido
uno de los argumentos esgrimidos por el PSOE para oponerse al techo de gasto que propone el Ministerio de Hacienda para las comunidades autónomas. En la defensa de su negativa, el presidente del
Consejo de Política Federal del PSOE (que agrupa a los barones territoriales),
Guillermo Fernández Vara, criticó que "por debajo del 6 por ciento no podemos tener una sanidad que
En 9 años se habrá perdido casi un punto de la parte del PIB que se destina a la sanidad.
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iguale por arriba".
El ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, quiso hacer un guiño al PSOE y suavizó la senda del déficit en una décima para 2018 y 2019, pasando del 0,3 por ciento al 0,4 por ciento y del 0 por ciento al 0,1 por ciento respectivamente, unos 1.000 millones de ajuste cada año. El PSOE mantiene su voto en contra y ha criticado "los vaivenes" del Gobierno, según criticaba la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso,
Margarita Robles.
Elogio del copago
El documento remitido a Bruselas destaca el ahorro entre julio de 2012 y diciembre de 2016 en materia de gasto sanitario. Según indica, las medidas de eficiencia de la reforma sanitaria de aquel año han reducido en
11.282,2 millones de euros el desembolso en la partida de sanidad.
El Gobierno destaca que de ese ahorro
, 6.622 millones de euros corresponden a medidas de eficiencia en el gasto farmacéutico. Uno de los elementos que destaca como "influencia positiva en la reducción del gasto" es el sistema de los copagos que el Gobierno introdujo en 2012. Según los datos del Ejecutivo, el gasto farmacéutico mediante receta
registró entre 2011 y 2016 un descenso del 10,98 por ciento.
Otro de los elogios que se guarda el Gobierno es la financiación de
217 innovación farmacológicas, entra las que destaca la "mención especial" del plan de hepatitis C con los que se han tratado a 66.000 personas hasta 2016.
El documento también se enorgullece del
instrumento de techo de gasto en medicamentos y productos sanitarios suscritos por la mayoría de las CCAA (todas salvo Navarra y País Vasco) que limita el crecimiento del gasto en estos productos a la evolución del PIB. Estar suscrito a este protocolo es fundamental para acceder a los Fondos de Liquidez Autonómica (FLA). El Gobierno indica que "en 2017 se pretende consolidar el proceso de seguimiento" de este protocolo.
Por último, el Gobierno se congratula de las
medidas contra la temporalidad tras las sentencias de la UE para "reducir la tasa de temporalidad del 30 por ciento actual al 10 por ciento u 8 por ciento en un plazo de tres años".
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