Alemania, República Checa y Chipre son los que menos población con necesidades sanitarias insatisfechas registraron.
El
3,3 por ciento de las personas de la Unión Europea que necesitaban
exámenes médicos en 2022 no pudieron tenerlos. Los motivos principales fueron tren: razones económicas,
largas listas de espera o distancia al centro sanitario. Son los datos extraídos del último informe de Eurostat, donde se comparan todos los países miembros y en el que España destaca por notificar más
necesidades sanitarias insatisfechas entre la población no vulnerable, algo que llama bastante la atención respecto al resto de territorios.
Tal y como detallan en el documento, se observaron patrones similares excepto en nuestro país, donde
el 2 por ciento de las personas que no estaban en riesgo de pobreza informaron de necesidades médicas insatisfechas frente al 1,6 por ciento de las personas en riesgo. En la misma situación se encuentran
los Países Bajos, que registraron un 0,8 por ciento de personas no vulnerables que afirmaban no poder acceder a la sanidad en su país, mientras que los que estaban en riesgo de pobreza
llegaban al 0,6 por ciento.
Lo habitual es que la
población con menos recursos sea la que tenga más problemas en el
acceso a la sanidad. Por ello, entre los estados miembros donde la diferencia fue mayor está
Grecia, donde la proporción reportada fue 14,5 puntos porcentuales mayor entre aquellos en riesgo de pobreza (28,8 por ciento) en comparación con aquellos que no estaban en riesgo (14,3 por ciento). También se produjeron
grandes discrepancias en Rumanía, donde la diferencia fue de 9,4 puntos (15,5 por ciento frente a 6,1 por ciento), y en Portugal, con 8,5 puntos (11,7 por ciento frente a 3,2 por ciento).
España está por debajo de la media europea
Otro aspecto que se señala es que la
media de pacientes españoles que no reciben la atención sanitaria que deberían es del 1,9 por ciento; sin embargo, si solo se comparan los mayores de 60 años
este dato asciende al 2 por ciento y baja al 1,6 por ciento si se estudia la franja por debajo de esta edad.
Por lo tanto, se constata que España está 1,4 por ciento por debajo de la media europea y no está en el ranking de los peor parados en este sentido. Concretamente, aquellos que registraron los
valores más altos en cuanto a necesidades sanitarias insatisfechas fueron:
Grecia (16,7 por ciento), Finlandia (9,6 por ciento), Rumania (7,9 por ciento) y Letonia (7,1 por ciento). Mientras que en el otro extremo del rango y constituyendo un ejemplo a seguir encontramos:
Alemania (0,5 por ciento), República Checa (0,3 por ciento) y Chipre (0,1 por ciento).
Necesidades médicas no satisfechas
Las realidades sanitarias distan mucho de unos países a otros. No obstante, la UE trabaja para
armonizar el acceso de toda la población europea a una sanidad homogeneizada. Fruto de este deseo nacen también algunos preceptos de la
nueva estrategia farmacéutica en la que se pretende que los
medicamentos estén disponibles en todos los países al mismo tiempo.
En esta misma línea, la
Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) definió hace un tiempo hasta 100
necesidades sanitarias que había que cubrir en el viejo continente. Entre ellas estaban: catalizar la integración de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de medicamentos; impulsar la generación colaborativa de evidencia:
mejorar la calidad científica de las evaluaciones; promover el acceso a los medicamentos contando con la colaboración de los sistemas de salud; abordar las amenazas emergentes para la salud y la disponibilidad/desafíos terapéuticos; y habilitar y
aprovechar la investigación y la innovación en la ciencia regulatoria para, señala el informe de la EMA, permitir una estrategia más proactiva y brindar un asesoramiento mejorado, más regular, efectivo y eficiente.
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