La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El coste para sufragar la
mano de obra de los profesionales de salud se incrementó un
1,7 por ciento a lo largo del año 2020 justo en un momento marcado por el arranque de la fase más dura de la pandemia de Covid-19. El dato ofrecido por el
Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa a la actividad casi tres veces por encima del incremento de la media general.
El informe sobre el
Índice de Precios del Trabajo (IPT) ha confirmado una tendencia positiva en el auge de estos costes laborales en
el empleo sanitario que viene
repitiéndose durante los últimos tres años, aunque cada vez de manera más moderada. La cifra actual se ha colocado ligeramente por debajo del incremento del 1,9 por ciento que se registró en el 2019 y del 4,7 por ciento que tuvo lugar en 2018.
Para poder observar una evolución negativa en la serie histórica que ofrece el INE hay que retrotraerse hasta el ejercicio de 2017 cuando el precio de la mano de obra de los sanitarios se abarató un 1,3 por ciento. A lo largo de la últimas dos décadas la cifra no ha parado de fluctuar aunque
el mayor recorte negativo fue el que se produjo en 2012 cuando se llegó a perder hasta un
5,1 por ciento.
El nuevo dato ha colocado a la sanidad como
la cuarta actividad económica en la que más se ha incrementado el coste del trabajo. La tabla la lidera el sector del
suministro de energía, gas, vapor y aire acondicionado que ha repuntado un 3,5 por ciento. Le sigue de cerca la
Administración Pública y Defensa donde el auge ha sido del 2,9 por ciento. Mientras que las actividades inmobiliarias cerraron el 2020 en un 1,8 por ciento.
La sanidad ha sido de esta forma uno de los sectores económicos que ha roto la tendencia de abaratamiento de la mano de obra que se ha producido en 2020. En el conjunto de todas las actividades, el
Índice de Precios al Trabajo (IPT) cayó un 0,6 por ciento, lo que representa la caída más brusca de los últimos ocho años. No había un recorte tan fuerte desde la
crisis financiera internacional.
La posición de la sanidad contrasta con el abaratamiento que se ha producido en
la hostelería en un momento marcado por la recuperación económica tras la crisis del Covid-19. Sus profesionales ahora salen un
7,9 por ciento más baratos a las compañías. También han sufrido un notable recorte las
actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento que se han dejado un 3,4 por ciento o el comercio al por mayor y por menor que se ha caído un 1,4 por ciento.
El coste de los gerentes sí que crece en 2020
Los datos publicados por el INE muestran en todo caso que este cambio en el coste del trabajo no ha alcanzado a todos los empleados por igual. El indicador ha crecido especialmente entre el grupo de los
técnicos y profesionales científicos (1,7 por ciento), una categoría que encaja con
el nivel de médicos o enfermeros. También ha crecido entre
los directores (1,5 por ciento), donde se ubicarían, por ejemplo, los gestores de los hospitales.
Mientras que la mano de obra ha recortado su precio en el caso de los
técnicos de apoyo (-0,1 por ciento) o los
administrativos (-1,4 por ciento), dos categorías que concentran también a algunos perfiles laborales del campo de la sanidad. En términos generales, el mayor recorte se ha producido entre los
trabajadores jóvenes (25 a 34 años) con una antigüedad inferior a los tres años y un tipo de contrato temporal.
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