El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
El
Banco de España ha dedicado buena parte de su
Informe Anual de 2022 sobre el estado de la economía a analizar el papel de la sanidad en las cuentas públicas. Sus expertos ya han anticipado que el país se encamina hacia un escenario futuro marcado por el
envejecimiento de la población que requerirá de una mayor “
eficiencia” en el gasto sanitario. Entre sus propuestas concretas, figura la de dotar de más fondos tanto a la
farmacia hospitalaria como a la inversión en
alta tecnología.
La institución que dirige
Pablo Hernández de Cos ha apuntado a que estos dos sectores cuentan con “un cierto margen de mejora en los gastos”, tal y como ya han recogido en otras ocasiones los informes publicados por la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que realiza
auditorías sobre la inversión en sanidad de todas las comunidades autónomas y del conjunto del Estado.
Los expertos del Banco de España han recordado además que el peso de los presupuestos sanitarios en el conjunto de la economía nacional representó apenas un
6,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) durante la última década, lo que supone
un punto menos que el conjunto de la Unión Europea. “Dada su importancia, debería priorizarse la evaluación de la eficiencia del gasto público sanitario”, han expuesto los autores del documento.
“Es preciso optimizar la distribución del gasto público entre partidas para promover un crecimiento económico más robusto y equitativo. En este sentido, cabe reseñar que el gasto en educación, sanidad e inversión pública —partidas que son
fundamentales tanto para impulsar el crecimiento económico como para reducir la desigualdad— ha sido menor en España que en el conjunto de la UE de forma continuada a lo largo de los últimos años”, reza el informe.
El cambio demográfico en la sanidad
La institución ha subrayado la importancia de revisar estas cifras en momento en el que el país ya está inmerso en un “
profundo cambio demográfico” como consecuencia del proceso de
envejecimiento. Algo que calculan que se terminará traduciendo en un “notable aumento” en el gasto de sanidad, de cuidados de larga duración o del sistema de pensiones.
Los cálculos recogidos en el Informe Anual de 2022 vaticinan que
el gasto en sanidad mostrará una “tendencia creciente” durante las próximas décadas debido a esta transformación demográfica, lo que se traducirá en
un alza del 2,3 por ciento hasta de aquí al año 2050. En una línea parecida evolucionará la inversión en cuidados de larga duración que se espera que se eleve otro 1 por ciento.
Incremento en la demanda de servicios sanitarios
Otra de las dinámicas que han observado los analistas del Banco de España es que en los últimos barómetros sanitarios del CIS se ha reflejado un
aumento de la demanda de los servicios sanitarios. Mientras que también han detectado un alza en los ocupados que pierden días de trabajo por
enfermedad, incapacidad temporal o accidente, algo que algunos estudios asocian a las
secuelas del Covid-19.
Los autores del informe temen que si esta tendencia de
“deterioro persistente de la salud general” se mantiene en el tiempo requerirá de un “aumento estructural del gasto sanitario” en España. Algo que podría
afectar negativamente a la oferta laboral y a la evolución de la economía, aunque han tratado de mantener la cautela debido a la “elevada incertidumbre” sobre este fenómeno.
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