El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Con el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas, la demanda de
cuidados al final de la vida se incrementa en los países de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según el último informe publicado por este organismo, en 2019, de los casi 11 millones de muertes registradas, aproximadamente
7 millones de personas requirieron cuidados paliativos. A pesar de su alta demanda, este tipo de atención, centrado en aliviar el sufrimiento físico, emocional y social, está lejos de satisfacer las preferencias de la mayoría, ya que, a pesar de que la preferencia por morir en el hogar es mucho mayor, la tenencia general es que los fallecimientos sucedan en los hospitales.
En su estudio, la OCDE señala que los
cuidados al final de la vida no se ajustan a las preferencias de los ciudadanos. Esto es porque, aunque “
la mayoría de las personas prefieren morir en casa”, las estadísticas muestran que, en 2021, más de la mitad de las muertes en la OCDE ocurrieron en hospitales. Este escenario responde, en parte, a la
escasez de servicios de atención domiciliaria, que limita las opciones de los pacientes.
En este sentido, la
OCDE destaca que el
gasto en cuidados a largo plazo en el hogar “está fuertemente asociado” con una mayor probabilidad de morir en el mismo. Según este organismo, existen evidencias de que “la proporción del
PIB asignada al gasto en paliativos está correlacionada negativamente con la proporción de
muertes que ocurrían en el
hospital”.
Según un análisis de la OCDE y la
Universidad del Sur de California, un aumento del 1 por ciento en este tipo de gasto está relacionado con un
incremento del 0,14 por ciento en las muertes domiciliarias y una reducción del 0,15 por ciento en las hospitalarias. Por el contrario, el informe señala que un incremento en el gasto no domiciliario se asocia con un aumento de las “muertes institucionales”.
Barreras en los cuidados paliativos
A pesar de su importancia, los
cuidados paliativos n
o son accesibles para todos. Según la OCDE, “menos del 40 por ciento de las personas que mueren necesitando cuidados paliativos reciben estos servicios”.
El informe detalla que los datos disponibles muestran que las personas en sus últimos meses de vida, particularmente en sus últimos 30 días, “experimentan
admisiones en el hospital para atención urgente/no planificada”, ya que pueden no ser capaces de recibir la
atención adecuada en el lugar donde viven.
Es por esto que la OCDE sugiere
aumentar la disponibilidad de cuidados paliativos domiciliarios y mejorar las políticas de apoyo a cuidadores informales (familiares o amigos), reconociendo el papel de estos perfiles al final de la vida y ofreciendo oportunidades de asesoramiento y capacitación.
Los cuidados paliativos en España
A pesar de que en España se ha barajado
ampliar la formación del personal sanitario en materia de
cuidados paliativos, el
Ministerio de Sanidad finalmente ha decidido no seguir adelante con este proceso argumentando que esta rama de la
Medicina ya está incluida en el módulo de
Formación Clínica Humana.
A pesar de ello, por el momento, no se rechaza la posibilidad de crear una
especialidad médica en Cuidados Paliativos, aunque implicaría seguir el procedimiento establecido en el Real Decreto de 2022, que regula la formación transversal de las especialidades en
Ciencias de la Salud.
En esta materia, en la actualidad, el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado ya las bases, publicadas en el BOE, para crear cuatro diplomas de
acreditación en el Área Funcional de Paliativos para
profesiones sanitarias, como Médico, Enfermero, Psicólogo y Fisioterapeuta de Atención Primaria.
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