Solo la
mitad de los pacientes trasplantados de riñón que han recibido la
vacuna del Covid-19 se encuentran
protegidos a los tres meses de su administración, y presentan una protección muy inferior a la del resto de pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC). Concretamente, solo el 47 por ciento de los pacientes trasplantados renales tienen una respuesta inmunitaria adecuada a la vacuna a los tres meses de la segunda dosis, confirmando así que su eficacia y seguridad sigue descendiendo con el paso de los primeros meses desde la vacunación y que pierden los anticuerpos de forma más rápida.
Así lo señala un nuevo artículo publicado en la revista científica
Nephrology, Dialysis and Transplantation (NDT), sobre nuevos resultados del
estudio Sencovac, promovido por la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y que analiza la eficacia y
seguridad de la vacuna Covid-19 en los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Este análisis reflejó que los pacientes trasplantados presentaron
tasas más bajas de anticuerpos, y que la protección a los tres meses es aún significativamente menor que la reflejada en un primer seguimiento a los 28 días de vacunación, en el que un 62 por ciento de los trasplantados desarrollaron respuesta inmunitaria al virus, frente a un 47 por ciento que lo hicieron a los tres meses es decir, un
descenso del 15 por ciento de la protección frente al Covid.
Los principales factores asociados a esa respuesta inmunitaria negativa a los tres meses de la vacuna fueron, además de ser trasplantado renal, la
edad avanzada de los pacientes, disponer de
anticuerpos iniciales negativos, o tener anticuerpos más bajos del Covid-19 a los 28 días.
¿Qué pacientes renales son más vulnerables frente al covid?
El estudio Sencovac, que cuenta con la participación de
50 hospitales y centros de diálisis españoles y una muestra de más 1.746 pacientes, es uno de los de mayor dimensión que se está realizando a nivel internacional con el fin de analizar la eficacia de la vacuna Covid-19 en los pacientes renales y es pionero al estudiar el efecto de la vacunación en todos los perfiles de pacientes con ERC: pacientes trasplantados; pacientes en hemodiálisis; pacientes en diálisis peritoneal; y pacientes con ERC Avanzada sin Tratamiento Renal Sustitutivo.
Los nuevos resultados del estudio, realizados sobre una muestra de 567 pacientes, también señalan que el
11 por ciento de todos los pacientes renales que desarrollaron una buena respuesta inmunitaria en los primeros 28 días de la vacuna
perdieron los anticuerpos a los tres meses. Entre ellos, el 26 por ciento de los pacientes trasplantados renales que previamente presentaban anticuerpos, los perdían a los 3 meses de seguimiento, confirmándose como
la cohorte que pierde con más frecuencia la respuesta inmunitaria adquirida frente al Covid-19.
Precisamente ser trasplantado renal y poseer títulos de anticuerpos más bajos a los 28 días fueron los principales predictores de la pérdida de respuesta humoral para los pacientes renales a los tres meses de la vacunación, lo que vuelve a poner de manifiesto el
mayor riesgo por infección de este colectivo.
Unos datos "relevantes" para el diseño de la estrategia sanitaria
Desde SEN resaltan que todos estos resultados aportan
datos relevantes para la futura estrategia sanitaria no solo con los pacientes trasplantados, sino con todos los perfiles de pacientes con ERC. Así, la tasa de respuesta inmunitaria y de pérdida de anticuerpos fueron similares para los pacientes en
hemodiálisis, diálisis peritoneal y con ERC Avanzada, pero, sin embargo, los títulos de anticuerpos fueron más bajos que en el seguimiento a los 28 días, por lo que estos resultados intermedios de Sencovac advierten de la progresiva disminución de la inmunidad humoral en todos los pacientes con ERC y de la
necesidad de establecer medidas de refuerzo para garantizar su protección.
El análisis destaca que la identificación de los predictores de pérdida de los anticuerpos de Covid-19 debe ayudar a
priorizar a los pacientes renales con mayor riesgo para la administración de nuevas
dosis de refuerzo o, incuso, el uso profiláctico de anticuerpos monoclonales anti SARS-CoV-2 (aún no aprobado en España), ya que las infecciones en este tipo de pacientes han sido importantes desde el inicio de la pandemia y han tenido una alta mortalidad.
Por último, la vacuna de
Moderna sigue demostrándose como la qu
e desarrolla una respuesta inmune más fuerte y efectiva en todos los pacientes renales, trasplantados y no, aunque generó una mayor protección frente al virus en pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal. El estudio también concluye que durante el seguimiento un total de 26 pacientes con enfermedad renal (0,8 por ciento) fueron infectados por Covid-19 tras la vacunación y que 5 de ellos (19 por ciento de los infectados) fallecieron debido a la infección.
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