Consulta de Atención Primaria.
El fuerte repunte de
asesinatos de violencia machista en el último tramo del 2022 ha reabierto el debate sobre la capacidad de actuación de los sanitarios para la
detección precoz de los casos. Una de las propuestas que ya se están sondeando en el
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) pasa por poner en marcha un
cribado universal para tratar de identificar a las potenciales víctimas, pero que estaría abierto a todas las pacientes que pasen por el sistema de atención, independientemente de que presenten indicios.
Isabel Ruiz Pérez, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, ha adelantado a
Redacción Médica que esta iniciativa ya está “encima de la mesa” de la cumbre autonómica con los consejeros de sanidad, aunque todavía se encuentra en una "fase muy teórica”. “Se está planteando. Esto
hay que validarlo, protocolizarlo y coordinarse mucho con el resto de las administraciones”, ha apuntado la experta, que conforma el grupo de técnicos que cada año publica el informe sobre violencia de género del Ministerio de Sanidad.
Actualmente, las comunidades autónomas cuentan con
sus respectivos protocolos de actuación sanitaria diseñados mediante indicadores de sospecha basados en las investigaciones y la literatura científica de género. Una vez que se identifica un presunto caso, el médico o la enfermera cuenta con una serie
indicaciones para informar a la paciente sobre cómo actuar, preguntar o abordar estas situaciones. “Estamos hablando de mujeres que pueden negar su situación perfectamente”, ha subrayado Ruiz.
La nueva meta pasa por establecer un
cuestionario tipo que pueda llegar a todas las pacientes que pasen por los servicios de salud que voluntariamente lo acepten y que se adaptaría en cada comunidad de acuerdo a sus respectivos sistemas informáticos. “Lo que ahora se piensa es
dar el paso para que se pregunte a todas las mujeres. Se está planteando como si fuera un cribado”, ha aclarado la experta en violencia machista.
Formación en el SNS para violencia machista
Para apuntalar esta estrategia, resulta fundamental que los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras y trabajadores sociales) puedan contar con la
formación necesaria para poder aplicar estos cribados de manera correcta. Un énfasis que desde la Escuela Andaluza de Salud Pública creen que debe ponerse en las áreas de
Atención Primaria porque funcionan com
o “puerta de entrada” al sistema sanitario, aunque también debe abarcar otras áreas como la salud mental.
“Nos parece importante que los profesionales de salud mental estén alerta para que las personas que acuden con
cualquier sintomatología psicológica detrás puede haber una causa de violencia. Lo que tienen que aprender es a detectar”, ha subrayado Ruiz.
"Hay que volver a priorizar la violencia de género"
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La experta ha explicado que el plan podría materializarse sin la necesidad de reforzar la partida presupuestaria, ya que las comunidades tienen acceso a los fondos del
Pacto de Estado contra la Violencia de Género que cada año inyectan dinero en los servicios de salud para abordar iniciativas como esta. “Ahora mismo
no es tanto un problema de presupuesto como de capacidad del sistema sanitario, después de todo lo que ha tenido encima. Hay que empezar a priorizar y darle el sitio que ha tenido la violencia de género”, ha enfatizado.
Este tipo de políticas han cobrado más valor tras el incremento de casos que se ha producido en las pasadas navidades. Solo en diciembre, se contabilizaron
11 asesinatos machistas más en España. La experta en violencia de género ha atribuido este alza en un espacio tan corto de tiempo a aspectos como la
saturación de la sanidad o el “germen” provocado por la falta de recursos durante la pandemia. Aunque también ha recordado que los servicios de salud solo actúan como elemento de identificación, pero que después la responsabilidad recae en la
Policía y la Justicia.
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