Álex Soriano, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona.
Hasta el momento, solo hay un antiviral aprobado para el tratamiento del Covid-19:
remdesivir. Sobre su eficacia ha hablado
Álex Soriano, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, quien ha insistido en una
mayor eficacia de este medicamento "
si se administra precozmente para, de esta manera, evitar que el paciente con coronavirus entre en insuficiencia respiratoria". Además, en esta entrevista desgrana cuáles han sido las
lecciones aprendidas de la pandemia y
cómo debe prepararse el Sistema Nacional de Salud para afrontar la segunda ola de casos de Covid-19.
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Hace una semana se celebró el I Congreso Nacional Covid-19. ¿Cuáles son las principales conclusiones extraídas?
En el manejo del paciente, tenemos la posibilidad de acceder a tratamientos antivirales, sobre todo remdesivir y parece que el plasma convaleciente nos sugiere que puede funcionar. Se han expuesto algunos datos sobre las evoluciones de los pacientes tratados con remdesivir.
España está registrando numerosos rebrotes. ¿Cómo debe prepararse la sanidad para afrontar una segunda ola? ¿Qué se debe cambiar?
El gran problema de la pandemia es cuantos pacientes tienes esperando en la puerta del hospital. Este número pendientes depende de tener un buen sistema sanitario de Atención Primaria, que sea eficaz.
Esto descarga mucho del hospital y puede operar de una manera más eficaz. Esto se puede hacer si el número de pacientes por día no son 200. Cuando llegas a esta situación esto se hace muy difícil, por lo que la única manera es poner más medios estructurales y personales para atender a la población con celeridad.
¿Cómo debería ser el manejo de pacientes con Covid-19?
Hay tres grupos de pacientes con Covid-19: los que son asintomáticos, quienes deben hacer la cuarentena establecida; los que tienen una sintomatología leve y, por último, los pacientes que tienen síntomas más importantes. Este paciente es el que requiere ingreso hospitalario. idealmente,
lo más eficaz es que este paciente recibiese un tratamiento precoz ante el virus porque eso cortaría la posible cascada hacia un empeoramiento. Para ello, tienes que disponer de los medios para su ingreso.
Durante los meses de verano, hemos tenido un número importante de pacientes en Barcelona, aunque no hemos llegado al colapso. Los pacientes han podido ingresar precozmente, les hemos podido administrar los tratamientos que consideramos más eficaces y el pronóstico de la enfermedad no ha sido tan desastroso como pudo serlo durante los primeros meses de la pandemia.
Hasta el momento, remdesivir es el único medicamento aprobado para el tratamiento del Covid-19. ¿Cuál es su opinión sobre este fármaco? ¿Se podría utilizar en más tipos de pacientes?
En estos momentos, este es el único medicamento antivírico aceptado. Las indicaciones que se han establecido son fruto de los estudios que se han hecho en un tipo concreto de paciente, que era el que teníamos durante la pandemia: llegaban al hospital un poco tarde y graves. Hemos aprendido que, fundamentalmente, la mayor parte de los pacientes se benefician, pero sobre todo los pacientes en fases precoces. En aquellos que han ingresado en Unidades de Cuidados Intensivos, las diferencias con remdesivir no han sido importantes porque el paciente está muy avanzado.
Las indicaciones del Ministerio de Sanidad son administrar este antivírico en pacientes con pocos días de síntomas, con neumonía e insuficiencia respiratoria pero no a aquellos en fase más evolucionada. Esto es limitar el potencial beneficio clínico de un antivírico. Estos medicamentos son más eficaces cuanto más precoz los administras. Se cae en una contradicción del conocimiento sobre el virus y el que tenemos del ensayo clínico y es difícil conjugar ambas cosas, pero lo razonable es que si damos precozmente este antivírico evitaremos que el paciente entre en insuficiencia respiratoria.
Ahora, sabemos que
remdesivir acorta la estancia hospitalaria en 4 o 5 días, que son muchos, en pacientes con insuficiencia respiratoria y neumonía. Pero queremos que ese paciente esté solo cinco días y eso se consigue si tratamos al paciente antes de que entre en insuficiencia respiratoria.
Otra de las carreras es la de la vacuna frente al nuevo coronavirus, habiendo ya numerosos proyectos muy avanzados. De hecho, el Gobierno ha anunciado que las primeras dosis se podrían administrar a finales de este año. ¿Es una previsión precipitada?
Tenemos ensayos clínicos de vacunas frente al Covid-19 que van a incluir pacientes españoles. Las grandes compañías farmacéuticas están buscando centros para participar en el reclutamiento de pacientes que probarían la vacuna y eso es una buena noticia. España tiene una gran incidencia del Covid-19 por lo que es un buen país para probar la eficacia de las vacunas en desarrollo.
En los últimos días se han documentado reinfecciones de Covid-19. ¿Cómo debería actuar la sanidad ante estos casos? ¿Es un hecho preocupante para los profesionales?
Es un tema controvertido. Se ha comentado que ha habido reinfecciones y no puedo desmentirlo, pero me gustaría ver los datos. Hay que ser precavidos con este tema.
En nuestro servicio hemos visto muchos pacientes y no hemos sido capaces de identificar reinfecciones. No lo pongo en duda, pero aquí no lo hemos visto. Si es así, es tremendamente importante. Las reinfecciones no serán muy frecuentes, pero lo sabremos en los próximos meses. El problema sobre la reinfección es que no sea más grave que la originaria, pero no parece que sea el caso de los pacientes descritos hasta ahora. Soy prudente en este aspecto.
¿Cuáles son las lecciones aprendidas de la pandemia del coronavirus?
Muchas. El aprendizaje sobre lo que es un virus respiratorio y su capacidad de transmisión nos enseña a que hay que ser más exigentes y conscientes de cómo es de importante poner en marcha medidas muy desde el inicio. Una de las cosas que tenemos que mejorar es que hay que prepararse para afrontar futuras crisis sanitarias.
Los infectólogos hemos aprendido en poco tiempo cómo funciona este virus y seguimos aprendiendo de ello. Ha sido todo un reto. Me atrevería a decir que el mayor aprendizaje es el compromiso global para evitar una pandemia global.
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