Una profesional sanitaria realiza una prueba PCR para detectar la presencia de Covid-19.
La
prueba PCR con hisopo nasofaríngeo es el método más empleado como prueba diagnóstica para detectar el
coronavirus Covid-19 en una persona. Este test se considera seguro, si bien, una
mala praxis en su ejecución puede provocar complicaciones muy graves en el paciente, por las estructuras vitales adyacentes, como
hemorragias nasales, rotura del tabique nasal e incluso
fuga de líquido cefalorraquídeo.
Una investigación realizada recientemente y publicada en
JAMA Network, muestra que el riesgo de que se produzca una complicación grave que requiera atención especializada después de realizar una PCR
es muy bajo, pero que pueden producirse y, al afectar a “localizaciones anatómicas difíciles
pueden poner en peligro la vida”.
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Consulte aquí la investigación ---
Todas las complicaciones detectadas en la investigación están relacionadas con
una PCR mal hecha, ya sea por uso excesivo de fuerza o por una dirección demasiado craneal del hisopo. Mientras que los pacientes que sufrieron la rotura de los hisopos se recuperaron bien, los pacientes con
epistaxis tuvieron recuperaciones más difíciles. Además, las complicaciones también expusieron al personal al riesgo de un procedimiento generador de
aerosoles.
Hemorragias masivas
Durante el periodo de estudio de siete meses, se realizaron 643.284 pruebas PCR. En 2.899 pacientes de urgencias de
Otorrinolaringología se identificaron ocho visitas relacionadas con complicaciones:
cuatro hemorragias nasales y cuatro hisopos rotos.
La frecuencia de complicaciones que requirieron tratamiento en urgencias fue de
1,24 por cada 100.000 pruebas realizadas. Los hisopos rotos se extrajeron mediante
endoscopia nasal con anestesia local, mientras que las hemorragias nasales requirieron medicación, numerosos taponamientos nasales y procedimientos quirúrgicos y endovasculares y provocaron
riesgo fetal, sepsis y transfusiones de sangre.
La mitad de las hemorragias eran
potencialmente mortales (el nivel de hemoglobina era inferior a 6,5 g/dl [para convertirlo en g/l, multiplicar por 10,0]). La hemorragia masiva complicó la localización de las hemorragias. Es probable que las infecciones, así como las adherencias intranasales y las perforaciones septales, fueran consecuencia de los
repetidos taponamientos nasales.
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