Aurora García Lerín, secretaria general de Semergen y Lorenzo Armenteros, miembro de la Junta Directiva de SEMG
España comenzaba el mes de octubre con 9.419 nuevos
casos de Covid-19 y sin certezas acerca de la
evolución que seguirá la pandemia en los próximos meses. El futuro incierto que plantea el virus en nuestro país hace peligrar las celebraciones en fechas tan señaladas como las
navidades. En situación normal, faltarían pocos días para empezar a ver los primeros productos navideños en las tiendas. Sin embargo, la pandemia siembra un mar de dudas sobre cómo serán las
fiestas de este año. ¿Habrá o no habrá navidades?
Desde la perspectiva sanitaria, una cosa está clara. Las fiestas de 2020 serán
"diferentes" y "sacrificadas", ya que de ello dependerá el "inicio de la normalidad" el próximo año. Así lo afirma Lorenzo Armenteros, miembro de la
Junta Directiva de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que pronostica unas navidades plagadas de "medidas restrictivas".
En países como
Francia, ya hay alternativas sobre la mesa. En concreto, Esther Duflo y Abhijit Banerjee, premio
Nobel de Economía en 2019, han planteado la posibilidad de imponer un
confinamiento "duro" en los primeros 20 días de diciembre para permitir la celebración de los festejos y evitar los estragos económicos que causaría su cancelación. Ambos abogan por decretar una cuarentena obligatoria en el Adviento - del 1 al 20 de diciembre- para
"salvar la Navidad" y permitir que las familias puedan reunirse, según explicaban al diario
Le Monde.
Este planteamiento, sin embargo,
no tendría cabida en España, tal y como señala Aurora García Lerín,
secretaria general de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). La relajación de las medidas en la época navideña traería consigo un escenario muy similar al ocurrido tras el verano y las vacaciones. "Después de unas Navidades maravillosas
volveremos a estar encerrados y eso no nos sirve", indica a
Redacción Médica.
"La posibilidad de los
confinamientos preventivos tienen un efecto dudoso. No podemos preveer la transmisión en un momento determinado para reducirla y que esa reducción equivalga a algo positivo en unas fechas posteriores. Es dificíl saber si será efectivo", añadía Armenteros.
"Los economistas ven números. Los sanitarios personas"
Los médicos temen que, una vez pasadas las fiestas, se produzca un
cierto "efecto rebote", y los contagios, reducidos en periodo de confinamiento, vuelvan a repuntar. Por tanto, una
cuarentena de 15 días en diciembre, similar a la que proponen los economistas, podría generar una
"falsa sensación de bienestar" ya que en ese período, a pesar de haberse reducido las cifras,
se generarían nuevos contagios que serían diagnosticados unos 15 días después, debido al tiempo de incubación del virus.
El peligro aumenta cuando se trata de
grupos de riesgo como las
personas mayores. A diferencia de la época veraniega, con mayor número de contagios entre personas jóvenes, un aumento de casos entre la población de mayor edad supondría un
aumento de la mortalidad. "¿Quién no quiere estar con sus
abuelos en navidad? Si contagiamos a las personas de mayor edad, elevamos el riesgo de la enfermedad, el nivel de mortalidad y los ingresos hospitalario", alerta Armenteros.
El coste a pagar sería demasiado alto. "Los que trabajamos en Sanidad vemos personas, los economistas ven números. Pero
detrás de las cifras hay personas con nombres y apellidos", afirma la portavoz de Semergen, sabiendo que estas fiestas serán "de por sí, bastante duras para muchas familias españolas".
En su opinión, es preferible
"esperar y ver" cómo evoluciona el virus antes de tomar decisiones, especialmente con la llegada de la
gripe estacional y el
aumento de las enfermedades respiratorias. "Nadie tiene confianza en que el nivel de la pandemia en plenas navidades esté reducido pero ojalá nos equivoquemos todos y se puedan tomar medidas más relajadas dado que el número de contagios sea menor", plantea el portavoz de SEMG.
Aún así, todo apunta a que serán unas
Navidades atípicas, marcadas por las medidas de prevención y "el sentido común". "Relajar cualquier medida simplemente por las fechas que son puede ser un riesgo y llegar a ser peligroso", advierte Armenteros, consciente del aumento de las reuniones y la proximidad en esta época.
Volver a casa 'Por Navidad', en duda
El
ambiente familiar, propio de la Navidad, tiene
"especial riesgo" en tiempos de pandemia, debido a la "falsa sensación de confianza" que se genera en estos círculos. "Estar al lado de amigos o familiares nos hace estar mucho menos prevenidos.
Nos quitamos la mascarilla y abusamos de ciertas
muestras de afecto", explica Armenteros, al tiempo que recuerda que entre
el 40 y el 50 por ciento de los contagios detectados a partir de mayo y junio, cuando el número de casos era inferior, se produjeron en un "ambiente familiar".
A ello habría que sumar otro elemento de riesgo como son las celebraciones en
espacios cerrados.
Ambos organismos recomiendan evitar las aglomeraciones propias de estas fiestas como los
cotillones, las cenas de más de 15 personas, o los eventos multitudinarios como el
'Año Nuevo' en la Puerta de Sol. "Habrá que quitar este tipo de celebraciones y cada uno tendrá que tomarse las uvas en su casa", detalla la portavoz de Semergen.
Por tanto, es muy posible que este año las
cenas y comidas deban hacerse en grupos reducidos, incluso con un máximo de seis personas o exclusivamente entre convivientes, utilizando
mascarilla salvo a la hora de comer y con
ausencia de besos y abrazos. A pesar de las previsiones de mejora con las medidas actuales, algunas de las zonas más afectadas por el virus, como es el caso de Madrid, podrían incluso
pasar las navidades "en pleno confinamiento".
Seguramente a alguna de las ciudades con mayor incidencia le va a tocar el confinamiento en plenas navidades debido a su situación
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Aunque un
"confinamiento duro" queda prácticamente descartado, sí se contemplan
restricciones en los desplazamientos entre comunidades, habituales en estas fechas,
eventos de ocio "controlados" y
reducción de aforo en la hostelería. "Todo lo contrario" a lo que suponen las Navidades en sí.
"Hay que evitar todas las posibles causas de riesgo", indica García Lerín. Aunque eso suponga
renunciar a vivir unas fiestas al lado de los nuestros. Un
sacrificio "muy duro", dado que las navidades "son unas fechas entrañables que todos queremos vivir en familia" pero
"necesario", según Armenteros,
"si queremos vivir unas fiestas el año próximo" y evitar que el Covid-19 nos acompañe en el futuro.
Aún así, todavía hay un
margen de mejora dependiendo de la evolución que siga cada comunidad autónoma. De hecho, las
próximas semanas pueden ser decisivas a la hora de imponer unas u otras medidas. Para ello, es necesario adelantarse a los "acontecimientos", señala el experto y
tomar medidas "preventivas" en vez de "paliativas". "Vamos con retraso. Nuestro esfuerzo en todos los niveles debe conseguir que se vaya reduciendo la curva de casos y la gravedad de los mismos". Aún así, aunque la situación mejore dentro de unos parámetros, "no podemos arriesgarnos a hacer estas
actividades de ocio masivo porque podríamos volver a agravar la situación ".
Concienciación y "aislamientos selectivos"
Más allá de las restricciones, desde SEMG ven necesario transmitir a la población los efectos dañinos que puede tener la relajación durante la Navidad "para que sea ella misma la que sea consciente y evite este tipo de situaciones" a la hora de frenar un escenario de contagios "aún más grave".
"Si hay algo que hemos aprendido es que
no podemos confiarnos con este tipo de virus", asevera García Lerín, en un intento de evitar lo ocurrido durante las vacaciones. "En verano, mucha gente creyó que esto había acabado y dejó de ser responsable. Por tanto, una vez comprobado que el virus no se muere porque haga calor, tocó volver de nuevo al confinamiento."
Lo importante, según la experta, es seguir "haciendo como hasta ahora" en cuanto a aislamientos y
detección y rastreo de contactos, sobre todo en el caso de los
positivos asintomáticos. "No conseguimos nada aislando a la gente si no detectamos a los asintomáticos", aclara. En este sentido, considera que deben hacerse "aislamientos selectivos" y cribados a grandes grupos poblacionales "en lugares con gran incidencia de casos".
Por su parte, Armenteros considera que la prevención debe hacerse en momentos en los que haya menor número de contagios no durante la transmisión comunitaria, para que la
trazabilidad y los rastreadores "tengan su efecto".
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