Silvia Calzón y José Martínez Olmos.
La estrategia de vacunación del
coronavirus Covid-19 deberá estar cerrada para finales de este mes. O al menos así han anunciado el ministro de Sanidad,
Salvador Illa, y el director del Ccaes,
Fernando Simón, que incluso se atrevió a decir que la misma
estaría lista para el próximo día 23. El cómo será ese plan solo lo saben a esta hora las diversas
sociedades científicas, matemáticos y sociólogos
que trabajan en el grupo creado en septiembre, y que fijará la
estrategia a seguir a la hora de administrar la vacuna del coronavirus. Un protocolo que, según ha podido saber
Redacción Médica, seguirá las líneas maestras del plan que se creó en 2009 para administrar la vacuna contra la
gripe A (H1N1).
Aunque aquel plan nunca se hizo efectivo al reducirse la tendencia de contagios, sí se adquirieron una importante cantidad de vacunas a la empresa que aquella ocasión encontró el antídoto contra el virus,
fijando una estrategia de vacunación que priorizaría en los grupos vulnerables.
Con la gripe A, el Ministerio de Sanidad decidió "no vacunar a toda la población"
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José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad durante aquella pandemia, confiesa a este medio que “el plan de vacunación contra la
gripe A se aplicó, y siguió características técnicas en función de los grupos de riesgo que el
Consejo Interterritorial identificó”.
Olmos recuerda que en aquel momento se decidió
“no vacunar a toda la población” y se priorizó en suministrar la vacuna a “profesionales sanitarios, ancianos, enfermos crónicos, profesionales sociosanitarios”.
En este sentido, el profesor de la
Escuela Andaluza de Salud Pública piensa que la estrategia en la que trabaja el Ministerio de Sanidad en estos momentos
“elegirá perfiles parecidos”, pero en su opinión “lo ideal sería seguir criterios unificados que provengan del CDC”.
“Es bueno que en estas estrategias de vacunación los criterios sean similares en todo el territorio europeo,
fijando criterios unificados para los grupos que primeros deban vacunarse, siendo consciente del número de vacunas que tenemos, porque se puede dar el caso de no haya solo una vacuna”, destaca Olmos.
Cómo se distribuirá la vacuna del coronavirus
Para el experto sanitario el mayor reto al que se van a enfrentar las autoridades sanitarias a la hora de suministrar la vacuna es la distribución. En el caso de la vacuna de la gripe A, la cual debía de seguir unas especificaciones concretas para un correcto almacenamiento, Martínez Olmos recuerda que en el plan que se preparó en 2009 “se llegó a un acuerdo con la
Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar) para que ellos recibieran las entregas y asegurasen la cadena de frío. Cada día, les decíamos cuántas vacunas se necesitaban y dónde suministrarlas aprovechando la capilaridad de la red de distribución farmacéutica,
según la demanda de cada comunidad autónoma”.
Siguiendo el consejo de Olmos, el
CDC ya ha hecho público un informe en el que alerta sobre los elementos esenciales para una distribución exitosa de la vacuna a nivel nacional y a nivel europeo. Estos son un sistema robusto de
control del Covid-19, estudios de mercado sobre eficacia e impacto de la vacuna, monitoreo constante, toma de decisiones basada en evidencias, marcos legales y planes de comunicación.
Este documento insiste en que el objetivo del mismo
“es apoyar, pero no definir”, las políticas comunitarias de vacunación contra la Covid-19 para la fase inicial de la introducción de una o más vacunas en la Unión Europea.
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