Imagen de un vídeo explicativo de la técnica de pronación del Hospital Universitario La Paz.
La
segunda ola de coronavirus se está viviendo de forma diferente en los hospitales españoles. Mientras que en marzo, la
gravedad con la que llegaban los pacientes a estos centros era bastante elevada, ahora los
contagios suelen detectarse antes, consiguiendo así que la enfermedad provocada por el
SARS-CoV-2 se comience a tratar con más rápidez y las Unidades de Cuidados Intensivos no requieran emplear determinados procedimientos, como la técnica de decúbito prono o
pronación.
"Los pacientes de esta segunda ola que hemos visto hasta ahora no han sido pacientes tan graves, sobre todo porque son
pacientes más jovenes que en la primera olada y porque se están detectando los contagios a tiempo", explica a
Redacción Médica,
Candelaria de Haro, coordinadora del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Respiratoria Aguda de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (
Semicyuc).
Sin embargo, esta facultativa detalla que estos últimos días sí han comenzado a vivir una segunda ola más intensa y ver pacientes igual de graves que durante los primeros meses de la pandemia de coronavirus, por lo que estima que "el porcentaje de necesidad de decúbito prono en pacientes
acabará siendo el mismo, más seguro que no,
quizá algo menos si continuamos siendo capaces de coger antes a los pacientes".
A su vez, Candelaria señala que la
maniobra de decúbito prono se realiza siempre a pacientes que se encuentran intubados, aunque no todos aquellos que se encuentran intubados la necesitan. "En los últimos meses, por la pandemia de Covid-19,a algunos pacientes despiertos y con oxígeno normal, sin estar intubados, se probaba a ponerles boca abajo para intentar mejorar, pero ya
hay evidencias de que esto no va bien", explica la facultativa, "
Girar a un paciente que está despierto no lo mejora y por tanto no se debería hacer".
Pronación y Covid-19
La técnica de pronación se emplea en pacientes que presentan
distrés respiratorio con el objetivo de mejorar el intercambio de oxígeno al igualar los niveles de sangre y aire del pulmón.
Para conseguirlo, los profesionales sanitarios colocan boca abajo al paciente en
intervalos de 16 horas. "Se puede repetir todas las que se necesite, lo importante es ver que responde, normalmente a las dos horas de girarlo
boca abajo se evalúa al paciente si ha habido una respuesta", explica Candelaria de Haro, "De hecho, si en esas dos horas no ha habido una respuesta positiva, es mejor devolverle a la posición original".
A pesar de que esta técnica se haya escuchado más estos meses de pandemia, no solamente se utiliza en pacientes con Covid-19, por lo que aunque algunos hospitales la incluyan en sus protocolos frente al coronavirus, no es exclusiva para tratar las consecuencias respiratorias de esta enfermedad.
El éxito de la pronación va ligado a la experiencia de los profesionales
Sin embargo, pueden darse algunas
contraindicaciones que se
intensifiquen además con la pandemia. Por ejemplo, el hecho de que pueda realizarse por equipos que no estén acostumbrados a ella, como podría ocurrir en algunos hospitales en consecuencia de la falta de profesionales por contagios. "Al realizarla al paciente se le puede salir el tubo de la boca, alguna vía, pero estas complicaciones van ligadas al nivel de experiencia de las unidades, si estas unidades son muy expertas y lo hacen habitualmente estas complicaciones no se tienen".
"También puede darse que en pacientes hemodinámicamente muy inestables, si el paciente sufre un paro cardíaco o algún problema, sería más difícil tratarlo en ese momento. Es mejor esperar a que este estable", explica esta médico especialista en Medicina Intensiva del Hospital de Sabadell.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.