Cooperación y tecnología para "alentar" la cultura de la vacunación adulta

La inoculación de vacunas supuso, a finales del siglo XVIII, un antes y un después en el tratamiento de enfermedades y en la reducción de la morbilidad. Y aunque, a lo largo de los años, se ha logrado crear una suerte de conciencia social en torno a la importancia de la vacunación infantil, esa cultura vacunal no ha echado raíces en la población adulta, un problema que se extiende a los profesionales sanitarios. Paliar esa circunstancia es, desde hace tiempo, uno de los principales retos pendientes del Sistema Nacional de Salud (SNS). Dos son los grandes pilares que han de favorecer el cambio: la colaboración transversal entre departamentos sanitarios y no sanitarios en pro de intervenciones comunitarias y el uso de la tecnología.

La 2ª Jornada Presente y Futuro de la Salud Pública organizada por Redacción Médica ha concluido con una mesa de debate, la tercera, en la que se han analizado las claves de acerca si son idóneas o no las iniciativas que se están llevando a cabo actualmente para implementar la vacunación del adulto en el calendario sanitario.

Catalina Lorenzo Gabarrón, exconsejera de Salud de la Región de Murcia.

La cita, para cuya celebración se ha contado con la colaboración de GSK, MS, Novo Nordisk y Pfizer, ha contado con el director general de Salud Pública y Adicciones de la Consejería de Salud de la Región de Murcia, José Jesús Guillén Pérez; el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Jaime Jesús Pérez Martín; la presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Pilar Rodríguez Ledo; la directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Sonia Tamames Gómez; y la subdirectora general de Prevención y Promoción de la Salud de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Marta Molina Olivas. La exconsejera de Salud de la Región de Murcia Catalina Lorenzo Gabarrón ha hecho las veces de moderadora.

Calendario vacunal adulto de creación tardía

“Las vacunas son de las medidas más costoefectivas que han aportado longevidad a nuestra cultura, más allá de cuestiones higiénicas y alimenticias”, ha comenzado destacando Rodríguez, quien ha lamentado que, a pesar de ello, “su integración en el día a día es un poco voluntariosa” una vez se cumple el calendario vacunal infantojuvenil, a los 14 años. “A partir de ahí, vacunarse depende de la voluntad de cada paciente y de cada profesional”, ha subrayado.

José Jesús Guillén, director general de Salud Pública y Adicciones de la Consejería de Salud de Murcia.

A ello contribuye el hecho de que, según Pérez, se lleve trabajando mucho menos tiempo en la concienciación adulta respecto a la infantil. “Los primeros calendarios vacunales para niños datan de 1975, mientras que las primeras recomendaciones para adultos son de 2004”, ha concretado.

Además, cabe sumar otra circunstancia apuntada por Molina: “Como en el calendario vacunal adulto se viene trabajando desde hace relativamente poco, se trata de un gran cambio cultural, y adaptarse a eso requiere su tiempo”. Para la responsable de Prevención y Promoción de la Salud de la Comunidad de Madrid, la dificultad reside en que implica, entre otras cosas, “hacer la vacunación en todas las edades como algo transversal a toda la asistencia sanitaria”, algo que “los profesionales todavía no tienen integrado”.

Falta de concienciación sobre la importancia de las vacunas

Según Guillén, todos esos ingredientes dan forma a una tormenta perfecta que lleva a que la población adulta, aunque “sí percibe el riesgo a la enfermedad”, no es consciente “del peligro que conlleva no vacunarse”.

Para Tamames, ello se agrava por el aumento progresivo de la esperanza de vida: “Afortunadamente, la población llega a las edades en las que se oferta la vacunación adulta, entre los 60 y los 65 años, con un estado de salud cada vez mejor, y por eso no es consciente de que es en ese momento cuando empieza su declive”.

Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia.

En ese sentido, Pérez ha señalado la importancia de aumentar la “transparencia en la prevención": “Hay que producir y compartir tantos datos de enfermedades como carga de enfermedad y secuelas evitadas”. Además, según Guillén, resulta necesario mejorar la cobertura vacunal para abarcar a ese espectro poblacional creciente de más de 60 años. “Tenemos que transmitir culturalmente a toda la sociedad que la vacunación es un pilar del estilo de vida saludable”, ha agregado Molina.

No obstante, atender a un rango de población mayor conlleva también una inversión más elevada, algo de lo que ha advertido Tamames. Ante ello, ha abogado por que el SNS “avance en la disponibilidad de una contabilidad analítica más precisa que nos permita trasladar los ahorros que genera la vacunación a los presupuestos de Salud Pública”. También ha pedido que se establezca “una disponibilidad de precio a pagar para que la innovación sea homogénea en todo el SNS”.

Marta Molina Olivas, subdirectora general de Prevención y Promoción de la Salud de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Intervenciones comunitarias y tecnología, claves para crear cultura vacunal adulta

Guillén ha remarcado la necesidad de llevar a cabo una “captación activa” similar a la que se hace con los niños. “Nos falta aprender comunicación en vacunas para abordar las reticencias”, ha dicho Rodríguez, que ha propuesto la celebración de “intervenciones comunitarias” para lograrlo, además de dejar sobre la mesa la idea de las vacunaciones parciales: “No siendo lo deseable, es mejor estar vacunado parcialmente que no estarlo. Yo no lo veo todo blanco o negro, hay algunos grises”.

Sonia Tamames, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.

“Las personas se vacunan porque el profesional sanitario se lo indica. Si no se lo recomienzan, no lo van a hacer. Nos faltan cursos sobre cómo comunicar y adelantarnos a las reticencias que se pueden tener”, ha añadido, en la misma línea, Molina. En ello ha coincidido Tamames, aunque ha reconocido que están “sobrecargadas” las programaciones para las personas de entre 60 y 65 años, “lo cual está haciendo que las vacunas que se administran con carácter estacional, como la de la gripe y el covid, estén desplazando a otras como la del herpes zóster y el neumococo”.

La presidenta de la SEMG también ha señalado que “la electrónica y los medios tecnológicos” pueden ayudar a la hora de “automatizar” el calendario para inocular vacunas a adultos: “Es una pena que no usemos la tecnología en este sentido. No podemos seguir estando al albur de que un profesional se acuerde de si a un paciente le toca o no una vacuna en estos tiempos de historia clínica electrónica e interoperabilidad”.

Más concienciación entre profesionales sanitarios

Por último, Pérez ha apostado por poner en marcha iniciativas de “captación activa” con la implicación de los profesionales sanitarios, tal y como ocurrió durante la pandemia de coronavirus, cuando “el sistema asistencial sanitario se puso al servicio de la población”, gracias a lo cual “se consiguió concienciar” a la sociedad en cuanto a la importancia de la vacunación.

Jaime Jesús Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología.

Molina ha resaltado que, desde la Comunidad de Madrid, se impulsan cada año varias ediciones de su curso de vacunaciones, a los que asiste, principalmente, personal de Enfermería. “Muchas veces echamos en falta a los compañeros facultativos”, ha lamentado.

En cualquier caso, ha añadido que, aparte de ofrecer formación, es necesario tener una “sensibilización previa” para con los profesionales de la salud de cara a “facilitarles las cosas” por su carga de trabajo. Además, ha señalado la importancia de fomentar la colaboración entre la Atención Primaria y los centros hospitalarios, pero también de establecer alianzas con “otros profesionales de las sociedades científicas y los servicios de prevención de riesgos laborales”.

Debate sobre acciones para la adecuada implementación de la vacunación en adultos en el plató de Redacción Médica.