Rosa Cuadrado, Tomás Toranzo y Fernando Hontangas.
‘Congelar’ la
inversión sanitaria en el
6,7 por ciento del PIB para 2024 no contenta ni a partidos ni a fuerzas sindicales. Al igual que los principales grupos de la oposición e incluso varios de los potenciales socios de
investidura del PSOE, los sindicatos coinciden en calificar de escasa la porción del pastel
presupuestario en materia de sanidad y, además, apuntan al mismo horizonte: un
incremento de hasta el 7,5 por ciento.
Las centrales consultadas por
Redacción Médica subrayan que el
plan presupuestario remitido a Bruselas está inevitablemente marcado por la situación de ‘interinidad’ del Gobierno, que, en un ejercicio de
“prudencia”, ha prorrogado eventualmente la mayoría de las partidas de gasto ya contempladas en las Cuentas de 2023. Coinciden, en cualquier caso, en la necesidad de redoblar esfuerzos para mejorar la
financiación de los servicios de salud públicos, especialmente los relativos a la
Atención Primaria.
"Si seguimos manteniendo el mismo presupuesto, seguiremos manteniendo y acrecentando los
déficits en la sanidad pública que actualmente tenemos y que se visibilizan en las interminables
listas de espera tanto para especialistas, pruebas diagnósticas, quirúrgicas, sin olvidar las
demoras en la Atención Primaria", señala a este medio la responsable de Acción Sindical de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO,
Rosa Cuadrado, quien aboga por que ese aumento del porcentaje
presupuestario sanitario hasta el 7,5 por ciento se dé
"de forma progresiva".
"Insuficiente" inversión del 6,7% en sanidad
Ese gasto del 7,5 por ciento del PIB constituye también una ‘línea roja’ para la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). “Todo lo que quede por debajo de esa tasa resultaría inadecuado”, sostienen fuentes de la organización presidida por
Tomás Toranzo. Por ello, concluyen, el
plan presupuestario de España sería “totalmente insuficiente” en materia de salud en caso de llevarse a cabo en los términos avanzados a la Unión Europea.
En este escenario, las principales centrales españolas emplazan al Ejecutivo central a “no demorar más” la adopción de medidas para “garantizar un servicio de calidad a los ciudadanos”. “Es necesario un
refuerzo de plantillas, mejoras de las condiciones laborales y
más inversión”, deslizan a este respecto desde la
Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que lamenta que el esbozo de las Cuentas de 2024 “congele” el gasto en sanidad.
Este mismo miércoles, el responsable de Sanidad de CSIF,
Fernando Hontangas, encabezará una concentración en los alrededores del Ministerio de José Miñones para exigirle “un esfuerzo” extra “ante la llegada del otoño y la campaña de vacunación”.
Los sindicatos dan al Gobierno, pese a ello, cierto margen de maniobra en los próximos meses: “En los primeros datos que manejaba (el Ejecutivo) sobre distribución de fondos ya se señalaba que habría un aumento de financiación para
recuperar el impulso tras lo sufrido por la pandemia”, indican desde CESM. De igual modo, CCOO llama a la cautela y recuerda que la congelación de la
inversión sanitaria presentada en Bruselas
"no es más que una propuesta" que, cuando quede configurado el nuevo Ejecutivo, "podrá ser aprobada o modificada".
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