María Márquez. Madrid
El punto de partida del grupo de trabajo sobre gestión clínica de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que ha arrancado este miércoles, es claro: ningún modelo autonómico vigente les convence. Tomás Toranzo, vicesecretario general y coordinador del grupo, lamenta que todas las experiencias liguen “una mayor responsabilidad del médico al ahorro, no a darle más autonomía ni a gastar mejor”.
Tomás Toranzo, vicesecretario general de CESM y coordinador del grupo. |
CESM no acepta que se ligue la actividad de las Unidades de Gestión Clínica (UGC) al ahorro. “No puede ser utilizada por las Administraciones para alterar la calidad asistencial o plantearla sin considerar al médico como eje fundamental”, critica Toranzo. Alude a experiencias (“más bien anecdóticas”) de Cataluña, Asturias o Castilla-La Mancha, pero se detiene en el modelo andaluz para lamentar que suponga un sistema de productividad “muy agresivo” y exclusivamente vinculado al ahorro. Otras experiencias autonómicas “fracasaron”, tal y como explica, por “la falta de continuidad, por no dar mayor responsabilidad al profesional o por falta de presupuesto”.
Blindaje ante cambios jurídicos
El reto de este grupo de trabajo es presentar el modelo ideal de CESM en su próxima reunión, a principios de noviembre. Pero Toranzo no olvida la conferencia del día 21 de octubre en el Ministerio, en la que la confederación sindical expondrá su visión del tema dado que uno de los grupos de negociación con Sanidad focalizó su esfuerzo precisamente en la gestión clínica. Lo firmado el día 30 de julio ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es una declaración de intenciones en la línea de lo que solicita CESM, según su vicesecretario general. Irán de la mano del Ministerio siempre que las UGC “no supongan un cambio en el régimen jurídico del médico ni consten de entidad jurídica propia; es solo un modo organizativo, por tanto no puede modificar la relación laboral”, insiste.