María Márquez. Madrid
El grupo de trabajo de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) dedicado a la gestión clínica se ha reunido este jueves en Madrid para ver los avances del documento de mínimos que presentarán al Foro de la Profesión Médica y más tarde a las Administraciones. Para “dignificar el trabajo del médico”, según Tomás Toranzo, vicesecretario general de CESM y coordinador del análisis, el complemento de productividad variable debería contemplar un mínimo de 10.000 euros anuales, o lo que es lo mismo, que este concepto contemplase un porcentaje salarial que no bajase del 25 por ciento.
Tomás Toranzo, vicesecretario general de CESM y coordinador del grupo dedicado a la gestión clínica. |
Toranzo aclara que la propuesta sindical se hace en base a la gestión directa, aquella en la que los incentivos salariales deberían mantenerse al margen de las necesidades de ahorro. CESM pide una partida específica para premiar el esfuerzo del profesional, que se respete pese al ajuste presupuestario porque, según el vicesecretario general, la “gestión clínica bien desarrollada aporta calidad y eficiencia al sistema sanitario, lo eficiente tampoco puede ser gratis”. La cantidad que consideran mínima (10.000 euros anuales) es un mínimo que debería estar distribuido “en función del grado de cumplimiento”. El reto de CESM es conseguir que este concepto salarial vuelva a ser una realidad en las autonomías en las que ha desaparecido en los últimos dos años, como es el caso de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid.
El liderazgo médico
Entre las claves del citado documento se encuentra también la necesidad de contar con sistemas de información “ágiles” y una condición sine qua non: solo un médico puede liderar las Unidades de Gestión Clínica (UGC). En el plano laboral, también señala como imprescindible que se blinden las plantillas ante los recortes, que no se juegue con la estabilidad del profesional y al tiempo que se promueva la movilidad.