Francisco Miralles, secretario general de CESM.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (
CESM) está preocupado por el escenario que
plantean los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017. Por ello, ha acordado solicitar una reunión con el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro, para trasladarle los motivos de su
disconformidad con el plan económico en cuando al empleo y las retribuciones de los médicos.
Las principales quejas del sindicato radican en que los profesionales
no recuperan el poder adquisitivo perdido, que se sitúa entre el 25 y el 30 por ciento desde 2010. "El primero de los recortes fue del 5 por ciento de media en el sector público pero a los médicos y titulados superiores nos supuso un 9 por ciento de pérdida porque nuestras pagas extraordinarias y trienios se rebajaron más de un 40 por ciento hasta quedar entonces
insólitamente por debajo de lo que cobran por los mismos conceptos las categorías inferiores de diplomados y técnicos administrativos", exponen en un comunicado.
En este sentido, y
como ya manifestaron a Redacción Médica, la subida que se propone desde los PGE es mínima, de manera que CESM asegura que
seguirán acumulando pérdidas.
Sistema sin financiación
Otro de los asuntos de la discordia en los PGE es la
infrafinanciación del Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que el sindicato considera insuficientes las partidas presupuestarias que reciben las Comunidades Autónomas. Además, critica que el porcentaje de PIB que el Estado dedica a Sanidad seguirá
cayendo del 6 por ciento actual al 5,6 por ciento en 2020.
A esto, según CESM, hay que sumarle que el progresivo
envejecimiento de la población, que conlleva una creciente demanda de cuidados, supone que la "credibilidad del SNS sólo se mantiene gracias a la entrega y, en cierto modo,
explotación de sus profesionales", una situación que no puede alargarse "ni un minuto más".
Por último, el sindicato critica que las medidas anunciadas para acabar con la temporalidad en el sector sanitario
son sólo parches. " Lo que pedimos es catalogar como estructurales todas las plazas eventuales que lleven siendo ocupadas durante más de un año, llevar a cabo cuanto antes una gran OPE coordinada en todo el SNS, realizar en adelante nuevas ofertas de empleo público con periodicidad bianual y acabar de una vez con la tasa de reposición", sentencian.
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