Margaret Chan, directora general de la OMS.
26 may. 2016 14:20H
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El personal sanitario que ejerce en una misión de cooperación internacional sufre un ataque cada día (600 entre 2014 y 2015), tal y como ha denunciado recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De este total, 595 fueron acciones violentas que provocaron 959 muertes y 1561 heridos en los 19 países diferentes donde el sanitario coopera, según la entidad que preside Margaret Chan. Entre las víctimas que perecieron o resultaron heridos tras un ataque contra la asistencia sanitaria, la OMS ha incluido a los profesionales de la salud, pero también a pacientes y conductores de ambulancias.
Asimismo, la organización detecta que más de la mitad de los ataques contra centros sanitarios o los trabajadores de este sector (el 62 por ciento) fueron intencionados, tal y como ha afirmado Rick Brennan, director de Emergencias de la OMS. “Tenemos que recordar que existen las reglas de la guerra (como la Convención de Ginebra) que establecen que atacar una instalación sanitaria o de auxilio es una violación de la ley humanitaria internacional”, agrega el experto, recordando que, de probarse, estos actos constituyen un crimen de guerra.
Las agresiones a sanitarios por territorios
Siria es la región más afectada por ataques a sanitarios (38 por ciento). Tras ella, y muy lejos porcentualmente, están Cisjordania y Gaza (9 por ciento); Irak y Pakistán (7 por ciento); Libia (6 por ciento); Ucrania y República Centroafricana (5 por ciento); y Yemen (4 por ciento). Sudán, Afganistán, Sudán del Sur registran cada uno un 3 por ciento de las agresiones; Guinea, República Democrática del Congo y Nigeria un 2 por ciento, respectivamente; mientras que Colombia, Somalia, Liberia, Sierra Leona, y Myanmar se mantienen al 1 por ciento, cada uno.
La falta de información y su veracidad, grandes escollos en la investigación
El mismo informe de la OMS indica que uno de los mayores problemas de estas acciones es la falta de información y, sobre todo de la calidad de los datos que les llegan, que les impiden profundizar en la investigación de los hechos, así como la campaña mediática para concienciar del nivel de la problemática. Este documento no incluye los datos de los ataques ocurridos este año, aunque Brennan recuerda que “lo lamentable” es que estos incidentes se han incrementado “especialmente en los últimos dos meses”.
“Nuestra principal preocupación es que es una tendencia al alza. Ocurre en lugares en conflicto y en otros que no. Levantamos la alarma, todo el mundo dice que estos ataques son inaceptables pero no vemos una respuesta global para realmente frenarlos”, añade el director ejecutivo de Emergencias de esta organización, Bruce Aylward.
“Somos muy conscientes de que nos falta mucha información y que muchas agresiones no están registradas. Para nosotros ataques son cualquier acto que evita la ayuda sanitaria: bombardeos, asesinatos de trabajadores que inoculan la vacuna de la polio, los sanitarios que trabajaban durante la epidemia de ébola y que fueron asesinados, etc”, concluyó la autora del texto en rueda de prensa Erin Kenney.
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