Andrea Ammon, directora del ECDC.
Bruselas ha acordado ampliar el mandato del
Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que contará a partir de ahora con unas competencias reforzadas después del papel que ha desempeñado durante la pandemia de Covid-19. La institución será la encargada de gestionar la puesta en marcha de una “
red especializada de laboratorios de referencia” que tendrá presencia en todos los países miembro y que facilitará la detección de posibles brotes de enfermedades que puedan poner en jaque al continente.
El Consejo de la Unión Europea ha validado el nuevo
Reglamento que regula las funciones de la organización que dirige
Andrea Ammon. Los portavoces de los diferentes estados han respaldado esta hoja de ruta, que ya contaba con una amplia mayoría en el seno del bloque comunitario ya que había sido respaldada por el Parlamento con un resultado de
543 votos a favor, 43 en contra y 9 abstenciones.
El objetivo de la red de laboratorios es armonizar las labores del diagnóstico de patologías, los métodos de ensayo o el uso de las pruebas para dotar de “uniformidad” a la vigilancia epidemiológica en todo el viejo continente en un momento marcado por
las amenazas para la salud pública. “El Centro debe contribuir a reforzar la capacidad dentro de la Unión para diagnosticar, detectar, identificar y caracterizar agentes infecciosos con potencial para suponer una amenaza para la salud pública”, reza el documento.
Para poder acometer esta reforma, el ECDC tendrá que prestar su
apoyo a los laboratorios nacionales implicados en la aplicación de los sistemas externos de control de calidad, incluidos los relativos a las
pruebas de diagnóstico profesionales que se usan para la detección de enfermedades. Uno de los ejemplos es el de la secuenciación genética que se popularizó a raíz de la crisis del coronavirus.
La institución podrá recurrir además a esta red cuando necesite recopilar información sobre
nuevas variantes de patologías transmisibles y necesite llevar a cabo “investigaciones sobre terreno” en diferentes puntos de la Unión Europea.
Un nuevo grupo de expertos para amenazas sanitarias
La otra novedad en las competencias del ECDC es que a partir de ahora se conformará el denominado
‘Grupo de Trabajo sobre Salud de la Unión Europea’ para ayudar a dar una respuesta local ante brotes de enfermedades. El objetivo es que este equipo de expertos permita agilizar los tiempos para hacer
intervenciones sanitarias más rápidas en caso de emergencia.
Este panel de personas
tendrá carácter “permanente” y formularan recomendaciones con base científica para cada potencial amenaza. “Debe basarse en un conocimiento exhaustivo de cada país, que debe obtenerse con la contribución de expertos nacionales”, han apuntado en el Reglamento que vinculará sus acciones en cooperación con la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El Centro velará por que el Grupo de Trabajo sobre Salud de la UE esté coordinado y sea complementario y se integre con las capacidades del
Cuerpo Médico Europeo, otras capacidades pertinentes del
Mecanismo de Protección Civil de la Unión e instrumentos de organizaciones internacionales”, han apostillado.
Más allá de estas dos grandes novedades, el ECDC seguirá conservando su principal función de formulas
recomendaciones para que los estados miembros mejoren los programas de prevención y control de enfermedades, a pesar de que seguirán siendo
no vinculantes para sus destinatarios. “Permiten dar a conocer sus puntos de vista y proponer una línea de actuación sin imponer obligación jurídica alguna”, rezan sus bases.
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