Antoni Comín, exconsejero de Salud de Cataluña; Dolors Montserrat, ministra de Sanidad , y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
20 nov. 2017 16:50H
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Barcelona se ha quedado fuera de la competición para convertirse en la sede de la Agencia Europea de los Medicamentos (EMA). La Ciudad Condal no ha logrado apoyos suficientes (13 puntos ) de los países del Consejo de Europa en la primera ronda de votación, lo que la ha dejado fuera de las siguientes, en las que siguen Milán y Amsterdam .La candidatura de Copenhague ha caído en la segunda vuelta.
En la primera, Barcelona ha quedado en quinto lugar por detrás de otra de las grandes favoritas finalmente destronadas, Bratislava (15 puntos) , que en las últimas semanas había escalado puestos. Debajo de la Ciudada Condal han quedado Estocolmo (12 puntos) y Oporto y Atenas (10 puntos). Les han seguido Warsaw y Bucarest (7 puntos), Bruselas y Helsinki (5 puntos), Viena (4 puntos) y Bonn, Lille y Sofía (3 puntos).
Barcelona llegaba a la votación todavía con esperanzas, reflejadas en las palabras de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, gracias a las buenas cualidades técnicas demostradas por la sede. Sin embargo, la crisis política en Cataluña impulsada por el desafío independentista de la Generalitat ha herido de muerte a la candidatura.
Ya en las últimas semanas se había descartado a Barcelona, tanto en los foros políticos como en los de apuestas. Es más: la casa británica Ladbrokes ya ni siquiera la colocaba entre las favoritas.
Errores
De hecho, los errores de la candidatura española vienen de lejos, más allá de la situación política. Barcelona ya había perdido la pelea en el campo de las redes sociales con Milán, su principal rival. Algo parecido ocurrió en el campo diplomático: la Ciudad Condal fue la última de entre las favoritas en presentar su apuesta en Bruselas, en un acto que se aplazó de septiembre a octubre.
Con todo, y en un esfuerzo final, el Gobierno había reactivado en la última semana los esfuerzos diplomáticos por ganar votos para Barcelona. Un impulso que había sido capitaneado por los propios Mariano Rajoy y Felipe VI. Sin embargo, los esfuerzo han sido futiles. La Torre Glòries se ha quedado huérfana de EMA.
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