¿Qué hubiera ocurrido si las políticas gubernamentales hubieran hecho que la población modificara sus comportamientos rápidamente desde la aparición del Covid-19? Un reciente estudio publicado en la
International Journal of Environmental Research and Public Health afirma que estos cambios hubieran supuesto una
reducción de la transmisión y el número de casos hubiera caído en un 95 por ciento.
En concreto, los autores explican que para llegar a estas conclusiones han seguido el modelo SEIR (un modelo epidemiológico) en el que
han investigado el efecto de la velocidad y la intensidad del cambio de comportamiento en la dinámica de transmisión de Covid-19. Para ello han utilizado datos epidemiológicos de Corea del Sur e Italia, porque fueron los primeros países en informar un brote de Covid-19 después de China.
Los resultados de la simulación mostraron que en Corea tardaron veinte días menos que Italia en cambiar su comportamiento durante el primer brote. "Se observó que los individuos susceptibles al cambio de comportamiento redujeron la tasa de transmisión de Covid-19
hasta en un 93 por ciento en Corea y en un 77 por ciento en Italia", señalan. Asimismo, añaden que si la intensidad y la velocidad del cambio de comportamiento en Italia hubiera sido igual que en Corea, el número esperado de casos confirmados acumulativos se habría reducido en aproximadamente un 95 por ciento,
pasando de 210.7000 personas infectadas de Covid-19 a 10.700, durante la primera ola.
En este sentido, los autores subrayan que el cambio de comportamiento
está influenciado por el número de casos confirmados y no tiene en cuenta las diferencias sociales y culturales, así como el estado del sistema sanitario, entre los dos países.
Distanciamiento social y miedo a la enfermedad
En el
análisis, han utilizado modelos matemáticos para investigar el impacto del cambio de conducta debido al
mayor distanciamiento social y al miedo a la enfermedad en estos dos países. En concreto, en Corea, la primera ola se localizó en las regiones de Daegu y Gyeongbuk; mientras, el primer brote en Italia se concentró en las regiones del norte cerca Lombardía, principalmente en residencias de ancianos.
En cuanto a las fechas, consideran que la transmisión comunitaria del Covid-19 en este primer periodo en Corea fue del 16 de febrero al 19 de abril de 2020 y, en Italia, del 21 de febrero al 3 de mayo de 2020. Por lo tanto, teniendo en cuenta el número de contagios una vez que se declaró el brote, en la comparación en los dos países se observó que
la intensidad del cambio de comportamiento en Italia fue tres veces más débil que en Corea
"La tasa de transmisión fue
0,04 para Corea y 0,09 para Italia. Si en Italia se redujera a 0,07, el número de casos confirmados se habría reducido en aproximadamente 85.000, es decir, reducción del 40,3 por ciento", aseguran los investigadores.
Cambio en el grupo antes de que el gobierno lo ordenara
En esta misma línea, el cambio en la actitud de la población fue mucho mayor en Corea. Este documento explica que
cambiaron su comportamiento 23 días antes que en Italia. De hecho, la política de distanciamiento social se introdujo el 23 de marzo de 2020 en Corea; pero la gente ya había modificado sus comportamientos antes que se anunciara la política del gobierno.
"Este estudio muestra la importancia de un rápido y fuerte cambio de comportamiento en la
reducción de la transmisión de enfermedades infecciosas emergentes como la enfermedad del Covid-19", afirman los autores. "Las respuestas de los ciudadanos y gobiernos para frenar una pandemia así debe ser rastrear los contactos, cambiar de comportamiento personal, mantener higiene personal, usar máscaras, lavarse las manos y evitar interacciones sociales", añaden.
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