¿Quién cree que ha sido el peor ministro de Sanidad de la era Rajoy?

Siete años de gobierno y cuatro ministro de Sanidad. Ese es el bagaje político que deja la legislatura de Mariano Rajoy que terminó la pasada semana con la aprobación de la moción de censura que catapultó a Pedro Sánchez a la Moncloa, el cual ha nombrado a Carmen Montón como su ministra de Sanidad. 

Durante estos años por la sede del Paseo del Prado han pasado por orden cronológico Ana Mato (22 de diciembre de 2011-26 de noviembre de 2014), Alfonso Alonso (3 de diciembre de 2014-16 de agosto de 2016), Fátima Báñez (16 de agosto de 2016-4 de noviembre de 2016) y Dolors Montserrat (4 de noviembre de 2016-1 de junio de 2018). Echando la vista atrás, ¿quién cree que ha sido el peor ministro de Sanidad de la era Rajoy?



Legado

Todos ellos han dejado en mayor o menor medido su huella personal en la gestión de la cartera sanitaria, tanto para bien como para mal. La que más aguantó en el cargo fue Ana Mato, recordada por muchos por la gestión de la crisis del Ébola y por ser la encargada de promover y aprobar el Real Decreto 16/2012. Mato, condenada recientemente a título lucrativo en la sentencia de la trama Gurtel, se vio forzada a dimitir por este mismo caso dejando el cargo a Alfonso Alonso.

En este sentido, la gestión del exministro de Sanidad es recordada, entre otros motivos, por aprobar el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en 2015. Por su parte, los tres meses que duró en el cargo Fátima Báñez no fueron suficientes para llevar a cabo ningún cambio reseñable en su currículum. Un cargo que sirvió de transición para la llegada de la exministra Dolors Montserrat.

Durante los casi dos años que perduró en el cargo, Montserrat ha sido criticada por diferentes sectores por “pasar más tiempo en Cataluña preocupada por el ‘procés’ que por la sanidad”. Abogada de profesión, la ministra catalana recogió la cartera de Sanidad casi por sorpresa, y durante este tiempo solo ha celebrado tres Consejo Interterritoriales, el principal órgano para consensuar el rumbo del Sistema Nacional de Salud.

Durante estos años, el ministerio que ella dirigía consiguió una nueva norma estatal contra las agresiones a sanitarios y puso en consenso a médicos y enfermeros para aprobar el Real Decreto de Prescripción Enfermera, aunque este aún no ha visto la luz por la inacción del gobierno de Montserrat, que paralizó la institución durante los últimos meses.

Dicha inacción también llevó a los médicos a manifestarse frente a las puertas de su ministerio exigiendo recuperar los salarios previos a la crisis. Una promesa que no ha logrado cumplir.