El nuevo acuerdo sobre pensiones abre un debate en torno a qué profesiones podrían acceder a una jubilación anticipada.
La
sanidad se presenta como una de las candidatas - o al menos eso opinan los trabajadores de este campo - para entrar entre los sectores de actividades
penosas,
tóxicas o
peligrosas que podrán optar a la
jubilación anticipada gracias al nuevo acuerdo con los sindicatos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada para culminar la reforma de pensiones iniciada en 2021. En concreto, los sanitarios argumentan que se deberían beneficiar de esta medida, ya que ejercen en un entorno laboral que, en ocasiones,
pone en riesgo su salud física y mental a largo plazo, algo que se ve motivado por las largas y agotadoras
jornadas nocturnas y la
exposición constante a enfermedades y situaciones de alta presión. Consideran que el impacto acumulativo de estas condiciones justifica la necesidad de revisar sus
derechos de jubilación.
No cabe duda de que los
trabajadores de salud están expuestos a situaciones que podrían ser
peligrosas durante su jornada laboral. Uno de los ejemplos más claros y más recientes ha sido la
pandemia del Covid-19 en la que miles de profesionales arriesgaron su vida en una época de gran
incertidumbre y desconocimiento por el bien de la población. Como resultado, fueron muchos los sanitarios que se contagiaron con el virus mientras ejercían su trabajo y, algunos de ellos, todavía arrastran estas secuelas. Este es el caso de
Sara Martínez, una enfermera que, tras más de 20 años ejerciendo en Osakidetza (el Servicio de Salud de País Vasco), se contagió y ahora padece
covid persistente.
Trabajar tan cerca de la enfermedad es lo que la expuso a contraer la misma, ya que, según recuerda
, las medidas preventivas para los sanitarios eran muy deficientes al comienzo de la pandemia. “Teníamos que
reutilizar el EPI varias veces, y las mascarillas también”, comenta. Su contagio fue grave. “Yo
tuve casi todos los síntomas que se reconocían” explica. En a actualidad, su situación no ha mejorado y ha llegado a sufrir un
deterioro cognitivo y una afectación neurológica por causa de la enfermedad. “Había síntomas que yo padecía que ni siquiera estaban registrados. En la actualidad se describen más de 200, y
yo tengo prácticamente la totalidad”, detalla Martínez, que asegura que a día de hoy se encuentra tan limitada que no puede trabajar, por lo que le han tenido que dar una incapacidad permanente revisable.
Este es uno de los motivos que recoge el acuerdo para que los profesionales puedan
obtener la jubilación anticipada. En concreto, el documento señala que “la incidencia de sucesos graves que conllevan fallecimientos y reconocimientos de
incapacidades permanentes”, es uno de los requisitos para “acreditar la concurrencia de las condiciones objetivas que justifiquen el establecimiento de los
coeficientes” que se exigen para optar a esta medida.
Penosidad y peligrosidad del trabajo sanitario
El caso de Martínez no es único, y son muchos los profesionales sanitarios que se enfrentan, de distintas maneras, a
situaciones de riesgo en el trabajo. Es por esto que
Javier Bermejo, presidente de la sección sindical del Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa 112) de Amyts y trabajador en la Unidad de Atención Domiciliaria (UAD) de este servicio, señala que los profesionales como él llevan “mucho tiempo reclamando que se tenga en cuenta el plus de
penosidad,
peligrosidad y
toxicidad” al que están expuestos. Según detalla, el trabajo en
emergencias médicas no solo es físicamente exigente, sino también “mentalmente agotador”.
“Físicamente te va afectando porque hay que
subir escaleras, bajar pacientes... muchos tenemos
lesiones osteomusculares con más frecuencia. Además, el hecho de trabajar de noche hace que tengamos problemas de insomnio, ansiedad, y
cuadros pseudo-depresivos” señala. Tal y como detalla Bermejo, la irregularidad en los horarios de comida y descanso, junto con la exposición constante a situaciones estresantes, agravan estos problemas, aumentando la incidencia a la hipertensión, a la
diabetes y a otros trastornos.
Riesgos laborales en el sector sanitario
Según Bermejo, el estrés constante es uno de los riesgos que asumen los
profesionales sanitarios. En concreto, en el
Summa este se plantea al no saber qué tipo de emergencia enfrentarán al llegar a un aviso. “Puede ser algo leve o muy grave, hay un cierto grado de
incertidumbre que genera bastante estrés”, explica. Además, los cambios de temperatura al entrar y salir de domicilios no climatizados y la
conducción rápida durante las emergencias aumentan el
riesgo de accidentes.
Para manejar el
estrés, Bermejo recomienda hacer
deporte en los días libres y
desconectar cuando se está fuera del trabajo. Por parte de la administración, señala que
no existe un gran apoyo en este sentido. “Hay algunos cursos de
gestión del estrés en el trabajo, pero la realidad es que más allá de eso tampoco se plantean muchos medios para ayudar a gestionar las situaciones de estrés”, detalla. Es por esto que considera que los trabajadores del sector sanitario deberían tener acceso a la
jubilación anticipada, ya que, según comenta, muchos compañeros mayores enfrentan problemas de salud que les impiden continuar trabajando en condiciones óptimas.
Lo mismo opina Martínez, que segura que los sanitarios están expuestos a contagiarse de la
tuberculosis,
hepatitis,
VIH, entre otras enfermedades infecciosas. Junto a esto, destaca los
riesgos químicos, físicos, el síndrome de Burnout, la dificultad respecto a
conciliación familiar debido a los turnos, etc. “Estás pendiente del teléfono constantemente, eso crea mucha
ansiedad y mucho
estrés relacionado con el trabajo”, añade.
En su opinión, e
l apoyo por parte del Sistema Nacional de Salud para casos así también resulta un poco escaso. “Hacen lo que pueden, pero las atenciones para el daño cerebral que necesito en la actualidad a causa de una enfermedad que contraje en el trabajo
las tengo que pagar de mi bolsillo”, comenta.
Necesidad de la jubilación anticipada en sanidad
Para Bermejo, la posibilidad de acceder a una
jubilación anticipada es crucial para los trabajadores del
Summa 112, que ven expuesta su salud a largo plazo por el desgaste laboral de su profesión. “Aunque no haya estudios concretos, estoy convencido de que nuestra esperanza es más corta que la del resto de trabajadores” afirma, debido a las patologías relacionadas con el
trabajo nocturno, como la hipertensión y ciertos tipos de
cáncer, pero también lo es para el resto de profesionales sanitarios que se enfrentan a situaciones similares en su día a día.
A esto, Martínez añade las dificultades a las que se enfrentan los sanitarios cuando alcanzan
edades avanzadas. “Es muy difícil realizar un trabajo sanitario de calidad con más de 67 años, bien porque
tenemos que movilizar a los pacientes si estás en planta o bien porque servicios como el de urgencias o reanimación requieren mucha rapidez y unos
reflejos adecuados, algo que disminuye con la edad”. “Tenemos vidas de personas en nuestras manos. Si no estamos bien y, además, no tenemos buen descanso por los cambios de turno de trabajo o por la carga de trabajo,
podemos cometer muchos más errores” añade.
Condiciones del acuerdo para la jubilación anticipada
Los sanitarios están expuestos a muchos de los
indicadores que el acuerdo para la reforma de las pensiones valora de cara a la jubilación anticipada, que tiene en cuenta aspectos como la
rotación, la siniestralidad y el
daño en el trabajo (con especial referencia a la edad y al género) y la seguridad en el entorno laboral.
Además, los
coeficientes reductores para ocupaciones con penosidad y peligrosidad, también tienen en cuenta la indigencia de las b
ajas laborales por contingencias comunes -altas en sanidad- y la
duración media de los procesos.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.