Las pruebas diagnósticas arrastran listas de espera en todas las regiones.
2 oct. 2016 13:50H
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Las listas de espera son, en mayor o menor medida, un problema que comparten todos los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas. En el caso de las pruebas diagnósticas, Cataluña por ejemplo registró en 2015 un 16,25 por ciento más de reclamaciones por una demora excesiva. Asturias, el pasado mes de agosto tenía más de 30.400 personas esperando para hacerse una prueba. Son muestras de un problema latente, agravado por la falta de inversión de los últimos años, los ajustes presupuestarios o también llamados ‘recortes’. El resultado: que muchas personas opten por acudir a un centro privado para hacerse esa prueba que tanto tarda y aligerar las cosas. Pero, ¿hasta qué punto está obligado el médico a aceptar como válidas estas pruebas?
Luis Mayero, facultativo y secretario general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), explica que no aceptarlas “no sé si sería por criterio médico o por cierta estigmatización del lugar donde se ha hecho la prueba”. En su opinión, la negativa solo serviría para “hacer perder dinero al paciente, a la Administración, y además que esa persona tenga que someterse, por ejemplo, a otra sesión de radiación”. A ello añade que todos los centros sanitarios “deben estar acreditados por las Consejerías, por lo que no hay motivos para no fiarse del trabajo que realizan”.
Ricardo De Lorenzo, jurista experto en derecho sanitario y socio-director de De Lorenzo Abogados, señala que “la prueba tiene la misma validez venga del sector que venga, público o privado”. Otra cosa es si se puede obligar al médico a que trabaje sobre una prueba que no ha hecho su centro, lo cual resulta imposible: “Igual que el paciente tiene derecho a una segunda opinión, el facultativo está en su derecho de trabajar con esa o pedir otra”. ¿Y qué ocurriría si, por ejemplo, un paciente falleciera tras haberle diagnosticado con una de estas pruebas? “Sería la Justicia quien depurara la responsabilidad; si esta fue de la empresa por hacerlo mal o del médico en su diagnóstico”.
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