Sebastián Franquis cesará esta semana como el presidente de la Comisión de Sanidad más corta de la historia

Franquis: "En esta legislatura ha habido mucho postureo"
Sebastián Franquis, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso.


2 may. 2016 19:50H
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Sebastián Franquis cesará este martes como el presidente de la Comisión de Sanidad más corta de la historia. La defunción de esta legislatura termina también con el cargo de este canario de 54 años diplomado en Relaciones Laborales que lleva media vida en política. Afiliado al PSOE desde los quince desempeñó varios cargos en el partido hasta que a los 38 años decidió marcharse al sector privado para retornar 10 años después a la actividad pública, primero como portavoz de la Alcaldía de Las Palmas y después como diputado y portavoz de Turismo del PSOE en la anterior legislatura.
 
Tras las elecciones del 20 de diciembre salió reelegido diputado por Las Palmas y asumió la presidencia de la Comisión de Sanidad, un área que confiesa que le era desconocida, pero que le ha “entusiasmado”. Franquis recibe a Redacción Médica en su despacho del Congreso poco después de certificarse la incapacidad de llegar a un acuerdo para formar Gobierno y ante la inminente disolución de las Cortes.
 
¿Cómo ha vivido la experiencia de ser presidente de la Comisión?
 
Es una sensación agridulce ya que acabamos la legislatura con la sensación de no haber cumplido con el mandato de los ciudadanos. Cumplieron con su deber el 20 de diciembre y lo que nos dijeron fue que lo primero que tienen que hacer el Congreso es elegir al gobierno y hemos sido incapaces.
 
¿Se pueden considerar estas negociaciones como un fracaso?
 
Sí, sin duda alguna. Quizá es la palabra más gráfica que define estos tres meses de negociación: fracaso. En el fondo es un fracaso que engloba a todas las fuerzas políticas, pero siendo realistas hay fuerzas que tienen más responsabilidad que otras.
 
Si todos se culpan mutuamente, ¿de quién es la culpa?
 

Sebastián Franquis muestra su frustración ante la repetición de elecciones.

Esa es un poco la realidad y la campaña electoral va a estar presidida por quién tiene más culpa. Sería un error político meterse en la dinámica de quién ha sido más culpable o del y tu más. Estaríamos perdiendo el mensaje que nos dieron los ciudadanos. Es verdad que ha sido un fracaso político. Los ciudadanos nos dijeron que no iban a dar mayorías absolutas y nos comentaron que no iba a haber gobiernos de dos partidos sino de tres. En estos dos meses se han votado cosas en el Congreso donde han coincidido la mayoría de las fuerzas, PSOE, Ciudadanos, Podemos han votado conjuntamente un 90 por ciento de las iniciativas que estaban incorporadas al programa de Gobierno. Volver a recuperar la sanidad universal, volver a recuperar el nivel de inversión en la sanidad española que ha afectado directamente a la calidad de la sanidad, recuperar la Ley de la Dependencia, acabar con los copagos. Todos esos asuntos estaban incorporados en el plan de actuación. Hay que preguntarse por qué no hubo coincidencia a la hora de hacer un Gobierno.
 
¿Cómo se plantea la campaña electoral para no caer en el reparto de culpa y hacer una campaña propositiva con el reto de que no se va a contar nada muy diferente a lo que se contó hace seis meses?
 
Esa es la enorme dificultad que existe en esta campaña. Debería ser con menos inversión, menos gasto y más corta en el sentido no del tiempo, pero sí de los actos que vaya a promover. Los ciudadanos tienen la sensación de que no estamos siendo serios con lo que votan. La gente tendrá que explicar con claridad cuáles son las propuestas y con quién está dispuesto a pactar si no hay gobierno de mayoría, que no lo va a haber y no mantener sólo las formas.
 
Por ejemplo, en el caso de la propuesta de Compromís. Se plantea un documento de 30 puntos a los que el PSOE dice que sí a 27 y pone tres matizaciones. ¿Cómo se puede decir que el PSOE se ha opuesto a ese documento?. La gente no es tonta. Sería ilógico que alguien que tiene 4 diputados vaya a imponer a 130 lo que quiere llevar a cabo. Es una prueba más de que en esta legislatura ha habido mucho postureo cuando se está pensando en elecciones desde la noche del 20 de diciembre.

¿Cómo se plantea el trabajo de presidir una Comisión que se sabe que puede durar pocos meses?
 
Con la certidumbre de que el trabajo que vamos a hacer aquí va a decaer en unas semanas. La Comisión de Sanidad se reunió recientemente con la propuesta de 11 Proposiciones No de Ley (PNL) para su votación. Muchas de ellas tenían mucho contenido sobre asuntos que se llevaban años discutiendo y que no habían podido salir adelante por la oposición del PP y en esta legislatura había una enorme oportunidad para que esos asuntos salieran adelante. Se te queda la sensación de no ser justos con los ciudadanos.
 
¿Cree que el voto de los partidos se corresponde a la situación y que hubieran votado diferente si no se vislumbraran las elecciones?
 
Es probable. Yo creo que en el fondo todas las fuerzas políticas están pensando que va a haber elecciones dentro de dos meses y en no tomar una decisión que no pueda ser entendida por los ciudadanos. Porque hay fuerzas políticas que han estado defendiendo una posición y ahora vemos que han votado algo distinto. Por eso, y también porque la situación política ha cambiado, y ahora obliga a todas las fuerzas a sentarse y a hablar. A sentarse. A hablar. No hay otra solución.
 
No hay números en el parlamento para que haya un gobierno de izquierdas como tampoco lo hay para que lo haya de derechas. La pena es que se proponía un pacto transversal que afectaba a política económica, a política social y a regeneración democrática y en lo que muchos partidos estábamos de acuerdo ya que coincidíamos en los planteamientos.
 
Pero entre Podemos y Ciudadanos sí hay muchas diferencias, por ejemplo en lo económico.
 
Sí, pero mucho menos. ¿Cuál ha sido la diferencia en el debate económico? Podemos ha apostado por plantear en su programa incrementar el gasto público en 90.000 millones de euros en la próxima legislatura. Eso es imposible. Nadie se cree que eso sea posible. A todo el mundo le encantaría, no 90.000, sino muchos más. Quien conozca de verdad la realidad del país en términos económicos y los compromisos que tiene España con la UE sabe que es imposible que eso se pueda asumir.
 
La primera sesión de la comisión empezó con la incomparecencia del Gobierno para explicar dos preguntas del PSOE sobre dos asuntos de salud pública y cómo es la hepatitis C. ¿Qué opinión le merece que no se pueda ejercer la función de control al Gobierno en dos asuntos tan delicados?
 

Franquis explca el trabajo de la Comisión con colectivos sanitarios.

El Gobierno no ha asumido la cultura del momento político que se tiene que pasa por informar y no acudir al Congreso cuando algo no le interesa en términos políticos. Le ha interesado venir y utilizar la plataforma del parlamento para hacer publicidad y propaganda de sus políticas, pero en asuntos de confianza como el que usted cita el Gobierno se ha escudado detrás de un informe jurídico diciendo que no tenía la disposición de venir al Congreso a que le pregunten. Esto debe servir para aprender un poco de todo. Si se pone la siguiente legislatura en marcha hay que modificar el reglamento porque esta situación se puede volver a dar en el futuro.
 
¿El resultado de la votación de la PNL sobre Copago en la Comisión es un reflejo de la incapacidad de llegar a acuerdos?
 
Lógicamente si yo hubiera sido representante de Podemos hubiera hecho todo lo posible para que fuera apoyada por todos los grupos políticos o al menos todos menos el PP. No hubo la cintura de que se quedara así. Nosotros valoramos el que Podemos haya cambiado radicalmente su discurso en este asunto. Considerábamos que la propuesta concreta que hacía estaba muy alejada de lo que nosotros defendíamos. En cualquier caso muchos de los puntos que ellos plantearon nosotros lo aceptamos. Por eso, la propuesta del representante socialista fue de que se votara por separado y no todo junto y allí afortunadamente la ponente de Podemos estuvo hábil y aceptó la votación porque, si no, se hubiera rechazado toda la PNL. Es verdad que en algunos puntos muestran su inmadurez política, pero esto se adquiere con el tiempo.
 
Durante estos meses se ha reunido con representantes de colectivos. ¿Qué aprendizaje saca?
 
Yo me había empeñado en que cada mes se hiciera una comisión especial para que los colectivos estuvieran el comisión para transmitir sus ideas y propuestas. Creo que la transparencia, la participación y la cercanía son elementos clave que se habían incorporado al trabajo parlamentario y que da mayor calidad al trabajo de la Comisión.
 
¿Abriría tanto la Comisión si el Gobierno fuera del PSOE?
 
Sí. Si fuera del PSOE, hubiera tenido que sufrirlo igual. En algunos casos imagino que no hubiera hecho mucha gracia de que aquí estuvieran colectivos que en algunos casos le iban a hacer una crítica a su labor. Creo que si abrimos el parlamento, lo hacemos más cercano y la gente se identifica con el parlamento, la gente interpretará mejor para que sirve la política.
 
¿Le gustaría repetir como presidente de la comisión?
 
La verdad es que sí. Cuando me ofrecieron la posibilidad de presidir la comisión no era un asunto que hubiera solicitado, pero La experiencia ha sido francamente buena por el tiempo que he estado aquí y sobre todo por la cantidad de gente que he conocido. Gente que ha transmitido mucha sinceridad, gente con problemas sin duda alguna y eso me enriquece no solo en lo político sino en lo personal y eso es algo que es impagable. 

Sebastián Franquis posa para Redacción Médico en una hall del Congreso.


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