Antonio Alcaraz jefe de Servicio de Urología y Trasplante Renal del Hospital Clínic (Barcelona).
El hito del primer
trasplante de útero en España ha abierto la puerta a un inteso debate sobre la
ética de este
procedimiento experimental. Las dudas se han suscitado por la procedencia del órgano donante, que en esta ocasión proviene de una mujer viva: la hermana de la paciente. Desde la
Organización Nacional de Trasplantes (ONT) han explicado a este medio que se pidió al Clínic que explorase la vía del donante cadáver, pero desde el hospital aseguran que no ofrece las mismas garantías y defienden que el beneficio es favorable por encima del riesgo. Además, desde el centro hacen hincapié en que la intervención superó hasta tres comités éticos.
Al no tratarse de un órgano vital, las dudas sobre la ética de este procedimiento se han intensificado desde que este lunes se hiciera público que la
primera mujer trasplantada de útero en España había dado a luz a un bebé sano. Concientes de las diferentes opiniones que se plantean sobre esta operación, el equipo médico del
Hospital Clínic de Barcelona donde se ha realizado la donación afirma que entienden las dudas.
"Es obvio que va a haber un
debate ético, somos conscientes de ello. Para iniciar este programa hemos pasado tres comités de ética, incluido el Nacional de Cataluña, mediante los que se nos ha permitido seguir adelante porque el riesgo-beneficio es el adecuado", recuerda en declaraciones a
Redacción Médica Antonio Alcaraz, jefe de Servicio de Urología y Trasplante Renal del
Clínic que ha liderado este proyecto junto a
Francisco Carmona, jefe de Servicio de Ginecología del mismo hospital. El análisis ético de este trasplante pasó, antes de su ejecución, también por la Comisión de Bioética de la ONT y el propio del centro hospitalario.
Su opinión, matiza, es "como la de cualquier otro ciudadano". "Mi papel aquí es el de cirujano de trasplantes. Mi misión es demostrar lo que pienso: que el beneficio es favorable por encima del riesgo. Mostrar que esto se puede hacer, que es posible
trasplantar un útero con garantías y que venga un niño sano al mundo. Si no lo hubieramos demostrado, esto quedaría en una fantasía, algo al alcance solo de cuatro centros en el mundo. Hemos demostrado que somos uno de esos pocos hospitales capaces de hacerlo", explica antes de recordar que su éxito no ha sido fruto de la casualidad, sino que han sido capaces de repetirlo. "Dos veces lo hemos hecho y dos veces hemos tenido éxito. Uno con el final del bebé y otro útero que está reglando y que tiene pinta de ir por el mismo camino", expone.
"Mi misión aquí es la de demostrar que el beneficio es favorable por encima del riesgo. Demostrar que esto se puede hacer: trasplantar un útero con garantías y traer un niño al mundo sano"
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Una nueva etapa en los trasplantes en España
Demostrar la viabilidad de esta procedimiento no es el único
avance médico que supone el
trasplante de útero. Alcaraz incide en que en este momento "se abre una nueva etapa en los trasplantes y es la parte más importante".
Una larga trayectoria médica, con más de 1.600 trasplantes a sus espaldas, dieron a
Antonio Alcaraz la confianza para acometer este
tratamiento experimental que aporta mucho para la
medicina del futuro. "Hemos utilizado para esta operación nuestros conocimientos para reparar
vasos muy pequeños, como son los de los riñones de los niños, por ejemplo. A la vez, lo que hemos aprendido con este órgano lo vamos a revertir a los menores. Ahora, nos vemos capaces de trasplantar a pequeños de 10 kilos, con año y medio de vida, cuando hace poco tiempo no se pensaba en hacerlo si bajaban de 20. Es esto lo que me llena de satisfacción", explica Alcaraz.
El procedicimiento de donación con la ONT
Respecto a este procedimiento, la
Organización Nacional de Trasplantes expuso en declaraciones a
Redacción Médica que una vez estudiado con cuidado el proyecto se hicieron una serie de planteamientos con potenciales modificaciones que se remitieron a los médicos responsables de esta propuesta. Sin embargo, tal y como afirmó la Organización,
el equipo del Clínic decidió seguir adelante con el transplante de útero (que tuvo lugar en 2020, en medio de la incertidumbre inicial provocado por la irrupción del covid) tal y como estaba planteado inicialmente sin pasar el proyecto con los cambios propuestos a la
Comisión de la ONT para su aprobación final.
En este sentido, Alcaraz explica que desde la
ONT se hicieron unas recomendaciones al proyecto: "Nosotros no tuvimos nunca la negativa por su parte y seguimos nuestro procedimiento reglamentario, a través del comité de ética del hospital y del comité de ética de Cataluña. Hay que recordar que la Sanidad está en manos de los
gobiernos autónomos. Tuvimos todas las bendiciones porque nadie quería hacer nada que no estuviera dentro de la más estricta de la legalidad en el convencimiento de que todo lo que estábamos haciendo era correcto y bendecido por los comités éticos".
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