Gabriel del Pozo, vicesecretario de CESM.
Con la llegada del verano, los profesionales sanitarios hacen sus cuentas para poder
coger sus vacaciones. La falta de personal en los hospitales españoles provoca, desde siempre, que los médicos se vean en la obligación de tener que doblar turnos para permitir que sus compañeros puedan coger vacaciones, y viceversa.
Este año ha vuelto a ocurrir.
“El médico se tiene que dejar las costillas antes de coger vacaciones”. Así lo atestigua
Gabriel del Pozo, vicesecretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que vive año tras año la misma situación cuando llega el verano. “Para irte de vacaciones el médico se lo tiene que trabajar previamente o posteriormente. Y es que cuando se van los compañeros, se debe de hacer las horas pendientes de los demás.
No es que sean más horas. Si no más sobrecarga de trabajo”, denuncia del Pozo, en voz de sus compañeros.
En este sentido, el vicesecretario de
CESM subraya además que este aumento en la carga de trabajo no repercute después “ni en el salario ni en nada.
Este esfuerzo de más sale de las costillas de cada uno. El problema es que si no haces más guardias para que se puedan ir tus compañeros, luego los otros no la harán por ti. Y al final no se podría ir nadie”.
"Este esfuerzo de más que hacemos los médicos sale de las costillas de cada uno"
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Sacrificios
“Al final es el compañerismo entre los médicos el que permite que todos podamos disfrutar de nuestras vacaciones.
Lo que no es justo, es que tengamos que hacer más horas de lo habitual para tener que cubrir el trabajo de mi compañero. Lo lógico sería que el hospital ofreciera contratos atractivos para contratar a más personal”, denuncia Roció, especialista de
Cirugía General en el Hospital Gregorio Marañón, que acaba de salir de doblar el turno para cubrir los días de su compañero.
Esta tónica sucede en todos los hospitales de España. En el Hospital
Miguel Servet de Zaragoza viven el mismo problema. Raúl es especialista en Pediatría y él no podrá coger sus días de vacaciones en las fechas que deseaba. “Al final, tenemos que hacer malabares para poder ajustar todos los calendarios y es muy difícil cuadrar los deseos de todos los compañeros. Este año me ha tocado sacrificarme por los demás”, confiesa resignado,
a la espera de que el año próximo recuerden su sacrificio.
Contratos atractivos
¿Pero cómo se podría solucionar este problema? Gabriel del Pozo lo tiene claro: “El suplente debería de ser una especie a extinguir. Lo que debemos de tener son unas plantillas bien dimensionadas para que para que cuando lleguen las cuestiones de vacaciones, los picos de gripe, o la sobrecarga estival, no repercutan en el funcionamiento y en el buen trato que se tiene que dar al paciente”.
Pero para conseguir ese objetivo “la administración debe de contratar a gente, y eso no lo está haciendo”. “Año tras año perdemos personal, y no se sustituye. Además, tampoco se están haciendo contratos atractivos para que la gente vaya a trabajar.
No puedes ofrecer un contrato de semanas o meses, porque los médicos no queremos eso. Lo ideal es que tú saques un concurso para obtener una plaza fija. Y así es como la gente se interesará por esos puestos, siendo flexibles”, concluye del Pozo.
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