Una persona con pérdida auditiva que utiliza audífonos puede mantener su calidad de vida intacta

¿Cuáles son los primeros síntomas de la pérdida de audición?


4 nov. 2022 12:30H
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La pérdida auditiva debida a la edad, que es la más habitual, suele manifestarse de una manera gradual, por lo que la persona tarda en ser consciente de lo que le está sucediendo.

Muchas veces son terceras personas (la pareja, los hijos o los amigos…), los que alertan a la persona de que algo pasa.

Existen algunos indicios claros de que estamos perdiendo audición, como por ejemplo:

  • Subir el volumen de la televisión
  • Pedir a nuestros interlocutores que nos repitan lo que acaban de decir
  • Sentir incomodidad en entornos ruidosos como pueden ser los restaurantes o en conversaciones en grupo, como una comida familiar
  • No oír bien si nos hablan por detrás
  • Empezar a aislarnos y dejar de practicar actividades que antes nos gustaban
  • Descuidar las relaciones sociales porque nos incomodan

Con la pandemia, el uso de las mascarillas ha agudizado los problemas de las personas con pérdidas auditivas incipientes para seguir conversaciones. Y es que, en la fase inicial de la pérdida auditiva es frecuente que las personas puedan camuflar esta carencia leyendo los labios o acercándose al interlocutor. Sin estos refuerzos, el deterioro de la audición se hace más evidente, según explica Jaume Forner, audioprotesista y gerente de Formación de los centros auditivos Aural, los pioneros en audiología en nuestro país.

Es importante estar atento a todos estos indicios para acudir cuanto antes a un especialista que revise nuestra audición y nos indique cuál es la mejor solución. Cuanto antes demos el paso de buscar una solución y adaptarnos unos audífonos más sencillo será que nos acostumbremos a llevarlos.

Parece lógico pensar que una persona con problemas auditivos se adapta unos audífonos al igual que una persona con problemas visuales se gradúa la vista y se compra unas gafas. Pero no es así, al menos en España.

En este sentido, Jaume Forner, de los centros auditivos Aural, aporta un dato alarmante: Siete de cada diez personas de nuestro país con pérdida auditiva no utiliza audífonos, cosa que acaba teniendo graves repercusiones en la salud mental y física de las personas.

Mientras que una persona con pérdida auditiva que utiliza audífonos puede mantener su calidad de vida intacta y puede relacionarse con los demás de una forma óptima, las personas que no buscan solución a su pérdida auditiva tienden a limitar sus actividades sociales y dejan de interactuar con otras personas, lo que es muy perjudicial puesto que es sabido que las relaciones sociales son un buen escudo contra la depresión. La pérdida auditiva sin tratar, además, puede acelerar el proceso de deterioro cognitivo por falta de estimulación.

Todo ello puede evitarse si estamos atentos a los primeros indicios y revisamos nuestra audición de manera periódica a partir de los 50 años, que es lo que recomiendan los expertos.
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