Pedro Navia, neurorradiólogo intervencionista en el Hospital La Paz
Eran las 8 y media de la mañana cuando el
Hospital Universitario La Paz recibía su primera
sospecha de ictus. Si llega a producirse tan solo unos minutos más tarde, el deber de Pedro Navia como neurorradiólogo intervencionista le hubiera obligado a posponer la llamada de
Redacción Médica para poder atender el primero de los 23 casos que atienden cada día, de media, estos radiólogos neurointervencionistas en todo el
Sistema Nacional de Salud.
Una prueba de lo mucho que ha crecido el número de
accidentes cerebrovasculares que absorbe el colectivo y el protagonismo que han ido adquiriendo sus cerca de 200 profesionales en el manejo de casos hiperagudos. De hecho, el papel de los
neurradiólogos intervencionistas en el
tratamiento del ictus isquémico agudo les ha otorgado un lugar destacado en la actualización de la Estrategia publicada el pasado mes.
"Era importante que participáramos nosotros junto a otros especialistas", subraya Navia, a la vista de la "rapidísima"
evolución que ha experimentado la Neurorradiología en el abordaje de este tipo de
ictus graves ante la llegada de nuevos dispositivos y la capacidad de manejar "casos más complejos". En el momento en el que la fibrinolisis intravenosa no resulta lo suficientemente eficaz ante la opresión de los vasos más grandes del cerebro, es cuando Navia y su equipo entran en acción para llegar hasta el
trombo, guiados por rayos, retirarlo y restablecer la circulación cerebral.
Si en 2015, año en el que cinco estudios clínicos avalaron la utilidad, eficacia y seguridad de las trombectomías, se trataban "poco más de 2.000 ictus" por vía endovascular, es decir aproximadamente 4 tratamientos de este tipo por 100.000 habitantes, el año pasado, los neurorradiólogos realizaron
más de 8.500 intervenciones, multiplicando por cuatro el número de trombectomías realizadas hasta rozar las 18 por cada 100.000 habitantes y visos de sobrepasar las 9.000 intervenciones con los datos que arroje este ejercicio.
Creación de una ACE
Estas cifras han situado a la trombectomía como la
primera indicación en el manejo de los ictus más graves, tal y como figura en las guías actualizadas que recoge la Estrategia 2024, publicada por el Ministerio de Sanidad. Fue en 2015 cuando comenzaron las conversaciones de los neurroradiólogos con el Grupo de Trabajo de Ictus para incluir esta novedosa técnica en el tratamiento de los casos más críticos y por tanto más invalidantes. Casi diez años después, estos profesionales continúan alzando la voz en la configuración de protocolos para señalar las necesidad de esta patología en el futuro. "Cada vez tenemos técnicas más eficaces para
tratar el ictus. Por otra parte, la población es cada vez mayor, sabemos que la incidencia va a ser mayor y tenemos que estar preparados para eso".
Aunque "pocos tratamientos han seguido esta evolución", recalca Navia, todavía existen
inequidades en cuanto a la accesibilidad dependiendo de la comunidad autónoma teniendo en cuenta la distancia que debe recorrer cada paciente para llegar al hospital y la gravedad que puede revertir este accidente a medida que pasan el tiempo. Por este motivo, desde Neurorradiología piden aumentar el número de especialistas formados en estos tratamientos, así como el
número de angiógrafos disponibles en el Sistema Nacional de Salud. "Ahora mismo somos alrededor de 200 en España, tratando casi 9.000 trombectomías, más el resto de patologías", ha recalcado Navia.
Es por ello que, los radiólogos integrados en esta área quirúrgica ven la creación de un
Área de Capacitación Especialiaza (ACE) como una ventana de oportunidad con la que cristalizar esos deseos de formación y adquirir la preparación necesaria en
técnicas neurointervencionistas. Después de dos años trabajando en ello y, a la vista de los acuerdos alcanzados con otras especialidades, Navia confía en poder presentar la solicitud "en los próximos meses" ante las
Comisiones Nacionales de la Especialidad y conseguir "el apoyo de la mayoría de las comunidades autónomas para las capacitaciones".
Equipos multidisciplinares
La participación del neurroradiólogo intervencionista en la Estrategia del Ictus es la extensión del trabajo diario que realizan estos profesionales junto al resto de especialistas en los
equipos multidisciplinares que atienden los avisos de ictus. "Al final, cada uno sabemos nuestro papel de médico y sabemos dónde tenemos que empujar. Quién es especialista de cada cosa y así es muy sencillo trabajar. Lo que hace 20 años podía ser complicado porque no trabajamos tan en conjunto, ahora es muy fácil porque trabajamos en el día a día.", ha detallado Navia, al explicar que, cuando se trata del ictus, no es decisión "ni solo del neuroradiólogo ni solo del neurointervencionalista".
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