Resonancia magnética.
30 may. 2023 16:20H
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La resonancia magnética (RM) juega un papel fundamental en la valoración de tumoraciones ováricas para evitar cirugías agresivas, según los especialistas de las III Jornadas Seram – ARRS “Avances en RM” en la mesa “Lesiones ováricas: actualización. O-RADS”. El hallazgo casual de una masa ovárica asintomática es un problema clínico frecuente, y únicamente un 30 por ciento de estas masas serán malignas. Sin embargo, no es posible tener una confirmación anatomopatológica de su naturaleza de forma preoperatoria porque la biopsia percutánea de las masas ováricas está contraindicada debido al riesgo de diseminación en caso de malignidad.
Según María del Carmen Sebastiá, miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y ponente de la mesa, “el hecho de no poder determinar si nos enfrentamos a una masa ovárica benigna o maligna antes de la cirugía comporta que un número significativo de pacientes con masas anexiales benignas, pero de diagnóstico indeterminado por ecografía, se someten a cirugías agresivas potencialmente innecesarias y que conllevan un aumento de la pérdida de fertilidad y mayor morbi-mortalidad”.
La ecografía transvaginal es la técnica de elección para la caracterización de las masas ováricas y existen múltiples criterios ecográficos para valorar las masas ováricas. No obstante, hasta un 25-30 por ciento de las tumoraciones ováricas son clasificadas como indeterminadas por ecografía transvaginal, siendo entre un 15-30 por ciento de estas masas en realidad de origen no ovárico y hasta un 70 por ciento de las clasificadas como de alto riesgo resultaran ser benignas.
“Es absolutamente necesario realizar una correcta caracterización y estratificación del riesgo de malignidad preoperatorio de las masas anexiales indeterminadas. La RM juega un papel fundamental en la valoración de tumoraciones anexiales, tanto en aquellas que son indeterminadas en el estudio ecográfico, como en las que se clasifican inicialmente como malignas con enfermedad limitada al ovario. Esto último es de especial relevancia en tumoraciones sólidas, ya que muchas de ellas son clasificadas inicialmente de forma errónea como malignas por ecografía, y la RM las podría identificar correctamente al tener una mayor especificidad”, señala Sebastiá.
Evitar gasto sanitario innecesario
La clasificación O-RADS RM divide a las masas ováricas en cinco categorías diferentes según el riesgo de malignidad preoperatorio e incorpora como novedad el uso de curvas de captación de contraste tiempo-intensidad de señal además de parámetros morfológicos y de difusión. “La clasificación O-RADS RM ha demostrado una alta sensibilidad (93 por ciento) y especificidad (91 por ciento) en la caracterización de masas indeterminadas por ecografía” puntualiza Sebastiá.
Con la correcta caracterización de las masas ováricas, las masas benignas podrían ser tratadas en centros no oncológicos con cirugías conservadoras y no ocupar espacios de cirugía oncológica en hospitales oncológicos de tercer nivel, y con ello mejorar el problema de listas de espera de la cirugía oncológica ovárica y evitar el gasto sanitario innecesario que ello conlleva. En otros casos, mujeres con masas anexiales malignas pero indeterminadas en el estudio ecográfico se someten inicialmente a cirugías conservadoras no oncológicas subóptimas que conllevan peores resultados en la evolución de su enfermedad, disminución de la supervivencia, y necesidad de nuevas cirugías.
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