Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
La Organización Mundial de la Salud (
OMS) aboga por incluir estrategias de “capacitación inicial en
protección radiológica” en los planes formativos de
médicos y
enfermeras. “Debería considerarse”, indica el organismo en una guía sobre seguridad radiológica recientemente editada, en la que, además, señala que esa formación inicial específica también habría de incorporarse en los programas educativos de los “miembros clave de los equipos de radiación”, a saber,
radiólogos, oncólogos radioterápicos, médicos nucleares, técnicos en Radiología y físicos médicos. “Es importante que dicha capacitación sea atractiva y relevante para la práctica”, añade.
En el informe, titulado
Mejorar la cultura de seguridad radiológica en la atención de salud, la
OMS explica que la “cultura” de la protección en
Radiología “abarca todas las acciones que se llevan a cabo para mejorar la
protección y la seguridad de los pacientes y el personal involucrado en la exposición médica”. La publicación, para cuya elaboración la OMS contó con el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Organización Internacional de Física Médica y la Asociación Internacional de Protección Radiológica, está dirigida a profesionales de la salud y otros actores de la protección en Radiología, incluidos los reguladores, los fabricantes de dispositivos médicos y los gerentes de atención de la salud.
Decálogo de la OMS en pro de la seguridad radiológica
Además de las medidas educativas, la OMS enumera y desarrolla los métodos de aplicación de otras nueve herramientas que completan un decálogo para “establecer y mantener” la “cultura de la
seguridad radiológica” en la atención médica. En primer lugar, destaca que, “aunque es estrictamente una herramienta”, la aprobación de
normas de seguridad radiológica y de otras regulaciones asociadas “pueden proporcionar una base y un marco para desarrollar una cultura efectiva” al respecto.
En esa línea, recuerda que las normas internacionales y nacionales en tal sentido han de implementarse “a través de políticas y procedimientos locales en los
centros de atención médica en los que se utiliza la Radiación para el diagnóstico y/o tratamiento”, los cuales, según la OMS, han de prepararse “para abordar cuestiones más amplias de la cultura de seguridad radiológica”.
Por otro lado, se alude a la necesidad de impulsar
auditorías para evaluar diversos aspectos como el uso de
equipos de protección personal, el conocimiento de los remitentes sobre las dosis relativas de diferentes exámenes radiológicos y parámetros “directamente medibles” como las dosis de personal o pacientes.
La OMS también aboga por articular estrategias de divulgación y comunicación sobre seguridad radiológica, poner en marcha sistemas de análisis de incidentes para desarrollar planes preventivos, habilitar
listas de verificación para reducir el riesgo de errores en la aplicación de tratamientos, articular procedimientos expresos en este último sentido, recurrir al llamado
time-out para que, antes de que un paciente se someta a un
proceso médico, los
profesionales sanitarios se den una pausa “para asegurarse de que se estén tomando las acciones correctas”, y aprovechar los avances tecnológicos, principalmente a través de
Inteligencia Artificial (
IA) y aprendizaje automático para “tomar mejores decisiones en base a una mayor información”.
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