Alfonsa Friera y Carlos Prieto, jefa de Servicio de Radiología y jefe de Servicio de Radiofísica del Hospital La Princesa, respectivamente.
1 feb. 2023 16:40H
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Si bien la seguridad en la actividad clínica es una de las máximas con la que trabajan en los Servicios de Radiología, todo avance y toda herramienta que pueda incidir en este aspecto será bienvenida. Es la premisa con la que actúan desde el Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), que pretenden, mediante su participación en el proyecto europeo Samilera, mejorar sus protocolos y profundizar respecto al uso de las radiaciones ionizantes y sus procesos. "Cualquier avance en seguridad del paciente es bien recibido", declara Alfonsa Friera, jefa del Servicio de Radiodiagnóstico del hospital madrileño a Redacción Médica.
Se trata de un importante estudio sobre el aprendizaje a partir de incidentes y accidentes en pacientes sometidos a procedimientos con radiaciones ionizantes en Radioterapia, Radiología y Cardiología intervencionista, Medicina Nuclear y Radiología diagnóstica. No obstante, a priori no se trata de una iniciativa que repercuta mucho en la especialidad de Radiología, puesto que tal y como argumenta Friera, las dosis de radiación que se utilizan son "mucho menores" que las que se usan en radioterapia. "Todo lo que sea ajustar las dosis al máximo está bien. Pero no es un punto crítico para nuestro Servicio porque estamos hablando de dosis pequeñas", incide la radióloga.
Sin embargo, subraya que las dosis de radiación también pueden generar efectos negativos. El cáncer puede ser uno de ellos, aunque admite que se trata de un "efecto estocástico". Es decir, una enfermedad que los profesionales sanitarios no pueden predecir. "La probabilidad es baja y no hay nada que podamos hacer para saber si el paciente puede tener un cáncer", indica.
Es por ello que argumenta que en la especialidad no cometen errores en las cantidades de radiación que fijan en cada dosis, por lo que poner más o menos radiación no llega a ser un problema real en Radiología. Cuentan con protocolos y maneras de actuación "estipulados" por Europa y bien fijados en España, añade. Por lo tanto, el proyecto Samilera también beneficiará a la Radiología, aunque quizás en menor medida, tal y como coinciden en La Princesa.
Homogeneizar la práctica de la radiación a nivel europeo
El proyecto finalizará en dos años con la elaboración de unas guías que recomendarán cómo actuar en determinadas situaciones en las que haya que utilizar la radiación. Carlos Prieto, jefe del Servicio de Radiofísica del Hospital La Princesa y partícipe del proyecto, remarca que el propósito es aprender de los incidentes en el uso de las radiaciones en Medicina: "Se habla de que 400.000 personas pueden morir al año en el mundo por fallos médicos. Queremos investigar y sacar conclusiones sobre cómo evitar errores por el uso de las radiaciones ionizantes".
Esas radiaciones se utilizan en diferentes ámbitos de la sanidad, como en el diagnóstico, en la radioterapia o incluso en la Medicina Nuclear. Por esta extensión que tienen las radiaciones en el día a día de la actividad hospitalaria creen importante modificar sus actuaciones para evitar los perjuicios que se puedan ocasionar al paciente. "En Medicina las consecuencias son muy graves y hay que hacer que esa probabilidad sea la mínima posible, teniendo en cuenta que no habrá una probabilidad de cero. En caso de que se produzca un error, tenemos que saber cómo manejar la situación", justifica Prieto.
El intervencionismo, el área que “más preocupa”
Aunque estas guías no supongan una 'revolución' en la Radiología, desde el Hospital La Princesa ponen el foco en el intervencionismo. Friera recalca que se trata del campo donde los radiólogos más problemas pueden tener, debido a la mayor cantidad de radiación que se emplea en una misma área del paciente para tratarle. Es la parte "más preocupante" en cuanto a la radiación en la especialidad, según la facultativa. A su vez, señala que "no hay otro remedio": "Prima más el beneficio del paciente. A veces no hay más remedio que incidir por un largo periodo en una misma proyección".
Pero el problema no se ciñe solamente al intervencionismo, puesto que la jefa del Servicio de Radiología pone el foco en evitar las pruebas diagnósticas que "no aportan valor" para evitar esa proyección 'extra' que tienen los pacientes a la radiación. "Muchas veces se hacen controles demasiado pronto, o dos especialistas piden una misma prueba… Ese es nuestro principal caballo de batalla. Esas pruebas hechas con demasiada frecuencia o pruebas repetidas", critica Freira, mostrando el camino por el cual la Radiología puede trabajar para evitar esa radiación de más en las que en ocasiones se expone el paciente.
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