Laura Oleaga, especialista en Neurorradiología de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) y Álvaro Urbano, coordinador del programa CAR-T del Hospital Clínic de Barcelona.
La resonancia magnética (RM) ha demostrado ser útil en la detección de la neurotoxicidad de pacientes a los que se le aplica CAR-T, uno de los pocos efectos adversos de esta terapia. Este problema, de por sí ya "transitorio y leve en la mayoría de casos", se produce por una "inflamación" que causa una "neurotoxicidad inducida", según ha explicado
Álvaro Urbano,
coordinador del
programa CAR-T del Hospital Clínic de Barcelona. Ahora, para luchar contra este problema, la resonancia magnética se posiciona como "una herramienta muy importante para identificar y hacer un seguimiento" de esta toxicidad, según el especialista en Hematología.
La RM con contraste permite "valorar la integridad de la
barrera hematoencefálica", una de las zonas afectadas por la neurotoxicidad. En concreto, es útil para "identificar áreas del
edema vasogénico o citotóxico" que suelen verse asociadas con estos problemas, según
Laura Oleaga,
especialista en Neurorradiología de la
Sociedad Española de Radiología Médica (Seram). Ella fue la que puso en el foco la importancia de la RM para detectar la neurotoxicidad, previniendo sus efectos perjudiciales gracias al "
ajuste de estrategias de soporte médico" que permite la resonancia magnética, otorgando más eficacia y seguridad a la CAR-T.
Los pacientes "suelen someterse a regímenes de
depleción linfocitaria con quimioterapia" antes de iniciar el
tratamiento de CAR-T, lo que también puede causar "
efectos secundarios similares a la neurotoxicidad", según Oleaga. En este sentido, la resonancia magnética también puede ayudar, estableciendo diferencias entra la toxicidad "generada por quimioterapia o la que viene dada por CAR-T", haciendo posible "una
estrategia terapéutica más precisa y dirigida", tal y como ha remarcado la especialista de Seram.
Cuestionarios y exploración física
Además de la
resonancia magnética, los cuestionarios y la exploración física que se hace a los pacientes, también pueden
ayudar en la detección y prevención de neurotoxicidad. "En los pocos casos en los que aparecen problemas de toxicidad, estos, se manifiestan de forma aparente en el paciente", ha explicado Urbano.
Esto puede plasmarse en si el
paciente está "desorientado"; si le
cuesta "verbalizar los comentarios que quiere decir"; si empieza a
mostrar "temblores" en su cuerpo o por la "
pérdida de fuerza" que puedan mostrar en alguna prueba física. Esto permite "hacer un seguimiento del paciente mediante un interrogatorio", favoreciendo la actuación precoz frente a este
problema de toxicidad.
Causas de la neurotoxicidad
La inflamación puede
manifestarse en dos tipos, uno es la propia neurotoxicidad y el otro es el "síndrome de liberación de citocinas". En ambos casos, se conoce bien cómo "manejar, evitar y tratar la toxicidad", llegando a desaparecer en la mayoría de ocasiones "al cabo de los días", debido a su
carácter transitorio, según ha explicado Urbano.
Hay varias formas para evitar estas problemáticas, una de ellas es "iniciar la
terapia con CAR-T cuando el paciente no tenga mucha masa tumoral" y la segunda es "
hacer un tratamiento precoz" cuando se note algún síndrome inflamatorio, tal y como ha señalado el especialista del Clínic de Barcelona. Esto, sumado a los estudios que se siguen haciendo sobre esta terapia, ha hecho que se sepa "
identificar los problemas y actuar precozmente, haciendo que el
riesgo de gravedad sea cada vez menor", según Urbano.
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