Álex Etxezarreta, traumatólogo; Íñigo Insausti, jefe de la Unidad de Radiología Intervencionista; y Ángel María Hidalgo, jefe médico.
La actividad de la unidad de
Radiología Intervencionista de la Clínica Universitaria de Navarra en Pamplona crece cerca de un
20 por ciento durante las fiestas de
San Fermín. El aumento de la actividad asistencial tiene que ver, en parte, con la
gran afluencia de visitantes en la ciudad entre el 7 y el 14 de julio, pero la mayoría de las intervenciones urgentes están relacionadas de forma directa con los encierros y las corridas de toros, aunque también se atienden casos de ictus o sangrados entre quienes no se atreven a acercarse a las reses.
Cinco heridos, uno por asta de toro, figuran en el parte de este jueves hecho público tras el encierro matinal. Todos han sido atendido por el dispositivo sanitario, del que la alcaldesa y médica de profesión,
Cristina Ibarrola, formó parte el pasado domingo.
El doctor
Íñigo Insausti, jefe de la Unidad de Radiología Intervencionista y miembro de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (Servei), destaca que, aunque no se aumenta de forma específica el personal para el dispositivo de los encierros, durante estos días de fiestas siempre hay
tres radiólogos intervencionistas de guardia “que permiten sacar adelante todo tipo de emergencias, tanto de intervencionismo periférico como de neurointervencionismo”. Además, según añade, algunos radiólogos intervencionistas trabajan en la enfermería de la plaza de toros de Pamplona, donde aportan su conocimiento “al excepcional equipo de profesionales médicos y de enfermería que
trabajan sin descanso durante estas fiestas de San Fermín”.
La plaza de toros de Pamplona se ha reforzado para intervenciones urgentes
La lesión más popular durante los encierros de San Fermín es la
cornada por asta de toro, para la cual, según Insausti, la radiología intervencionista tiene “un papel limitado”, dado que la mayoría de los heridos necesitan una cirugía abierta urgente.
No obstante, el doctor señala que, desde este año, la enfermería de la plaza de toros de Pamplona cuenta con un
balón tipo Reboa, cuya colocación en la bifurcación aórtica en los casos de cornada con afectación arterial “puede ser vital para que el corredor de los encierros o el torero pierda la menor cantidad de sangre posible y pueda llegar al quirófano en las mejores condiciones”.
¿En qué consiste la Radiología Intervencionista?
Según explica Insausti, la Radiología Intervencionista sirve para hacer
intervenciones “menos invasivas y con menor tasa de complicaciones” que la cirugía convencional en pacientes con traumatismo cerrado y sangrado arterial activo de diferente localización, como muchas de las que suelen darse durante los sanfermines. Ello permite, además, que los pacientes tengan “una
recuperación más rápida y con una menor estancia hospitalaria”.
No obstante, el doctor lamenta que los pacientes y la población en general “no conozcan bien” la función “fundamental” que los radiólogos intervencionistas desempeñan en el diagnóstico y tratamiento mínimamente invasivo de múltiples patologías, dentro del trabajo diario que hacen los equipos multidisciplinares de los hospitales. “Creo que la Radiología Intervencionista es
la cirugía no ya del futuro sino del presente, y que en muchas patologías va a sustituir completa o parcialmente a la cirugía convencional”, asegura.
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