El radiólogo desempeña un rol esencial con un trabajo multidisciplinar en el proceso de
cáncer de mama.
La combinación de
inteligencia artificial y
resonancia magnética (RM) ofrece un enfoque integral para la detección temprana y
evaluación del cáncer de mama subtipo luminal. Esto puede traducirse en un diagnóstico más preciso y en un tratamiento más específico y personalizado, reduciendo la necesidad de procedimientos invasivos innecesarios y mejorando la calidad de vida de las pacientes, como apuntan las autoras y especialistas en mama de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM) en su artículo de la
revista Radiología “Biomarcadores en resonancia magnética y su correlación con el test Oncotype”.
“El cáncer de mama en España es el cáncer más frecuente (se calcula que
una de cada ocho mujeres lo padecerán en algún momento de su vida), y dentro de este, el subtipo luminal representa el grupo mayoritario (65 por ciento). Se estima que en 2023 aproximadamente
35.000 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama” comentan
Cruz Ciria y García Mur, autoras del artículo de la revista Radiología y especialistas de mama de la SERAM.
La RM desempeña un papel fundamental en el
diagnóstico y estadificación del cáncer de mama, ya que proporciona imágenes de alta resolución que permiten evaluar la extensión del tumor e identificar lesiones adicionales, siendo especialmente útil en casos de mujeres con mamas densas (mayor cantidad de tejido fibroglandular con menor tejido graso).
El
test Odxrs es una herramienta valiosa en la toma de decisiones terapéuticas. Evalúa la expresión génica del tumor para calcular una puntuación de recurrencia, proporcionando información sobre el riesgo de recidiva del cáncer de mama en 10 años y ayuda a determinar la necesidad de tratamientos adicionales, como la quimioterapia.
La integración de la IA para la detección temprana del cáncer
“La IA puede intervenir en varias etapas y su integración supone un avance significativo en la detección temprana y el tratamiento personalizado” puntualizan
Aranaz Murillo y García Barrado, autoras del artículo de la revista Radiología y especialistas de mama de la SERAM.
En la detección, algoritmos de IA analizan
imágenes mamográficas y de resonancia magnética con una “teórica” mayor precisión, identificando patrones sospechosos que podrían pasar desapercibidos en evaluaciones convencionales. Estos modelos de IA también pueden ayudar en la interpretación de resultados genómicos, proporcionando información adicional sobre la agresividad del tumor y posibles respuestas a tratamientos específicos.
Respecto al tratamiento, la IA puede ayudar en la
toma de decisiones clínicas. Por ejemplo, al integrar datos clínicos, genómicos e imágenes radiológicas, los modelos de IA pueden predecir la respuesta individualizada a terapias específicas, y permitir establecer una estrategia de tratamiento personalizada y adaptada a las características de cada paciente.
Sin embargo, Aranaz Murillo y García Barrado señalan que “a pesar de que
usamos la IA en nuestro día a día, algunos aspectos están todavía en fase de investigación y actualmente no tienen aplicabilidad clínica real a pesar de sus buenos resultados teóricos. Por ello, es fundamental seguir
evaluando e investigando estos algoritmos para garantizar su precisión, integración en la práctica clínica y avanzar en nuevos horizontes. En definitiva, la IA abre un mundo de posibilidades todavía por descubrir”.
Individualización del conocimiento del cáncer de mama
Sin duda, la incorporación de tecnologías avanzadas, como la
IA y las pruebas genómicas, pone de manifiesto la búsqueda de una individualización del conocimiento del cáncer de mama. La detección temprana y la medicina personalizada son claves para mejorar el pronóstico y la calidad de vida, subrayando la importancia de la investigación continua y la innovación en la atención oncológica, de la que forma parte el radiólogo.
El radiólogo desempeña un rol esencial por ser la puerta de entrada al proceso y colabora en los
subprocesos diagnósticos y de tratamiento del cáncer de mama, con un carácter multi e interdisciplinar, en la medida que se trabaja en colaboración con otros profesionales para ofrecer una atención centrada en la paciente. “Además, más allá de su destreza técnica, el radiólogo presenta un papel fundamental en la comunicación con los pacientes y su entorno. Debe estar formado en herramientas o habilidades comunicativas, para proporcionar un lenguaje claro, sencillo, con explicaciones comprensibles y con un apoyo emocional integral” especifican Cruz Ciria y García Mur.
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