Álex Rovira.
Recientemente se ha publicado en la prestigiosa revista
Lancet Neurology la
actualización de las recomendaciones de consenso internacional sobre el uso de la
resonancia magnética en el diagnóstico y seguimiento de la
esclerosis múltiple. En su elaboración han participado tres organizaciones científicas europeas y norteamericanas: Magnetic Resonance Imaging in Multiple Sclerosis European Network (
Magnims), la Consortium of Multiple Sclerosis Centers In North America (
CMSC) y la North American Imaging in Multiple Sclerosis Cooperative (
Naims).
La actualización de este documento ha sido coordinada por
Álex Rovira, jefe de sección de neurorradiología de la Dirección Clínica de Diagnóstico por la Imagen y Medicina Nuclear de IDI-Vall d’Hebron; profesor de Radiología y de Neuroinmunología de la Universidad Autónoma de Barcelona; profesor asociado honorario de la University College of London; y actual responsable de publicaciones de la Sociedad Española de Radiología Médica (
SERAM).
En conversación con
Redacción Médica, Rovira explica que “el uso de las guías de consenso suponen un importante paso hacia el
uso apropiado de la resonancia magnética en la práctica clínica habitual”.
La resonancia magnética es la técnica paraclínica más “sensible” en la identificación de las
lesiones desmielinizantes que caracterizan la
esclerosis múltiple. “Como consecuencia de ello, esta práctica es esencial no sólo para establecer un diagnóstico preciso y precoz de esta enfermedad, sino que además contribuye a su pronóstico, tanto en relación con la predicción de recurrencias clínicas como con la progresión de la discapacidad”, argumenta.
Además, con la aprobación de diferentes
tratamientos modificadores de la enfermedad, la resonancia magnética ha adquirido un papel de gran “relevancia” en la monitorización y predicción de su eficacia, así como en la detección de infecciones “oportunistas” y de reacciones “paradójicas” relacionadas con su administración.
"El uso de las guías de consenso suponen un importante paso hacia el uso apropiado de la resonancia magnética en la práctica clínica habitual"
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Al ser consultado sobre la importancia de la elaboración de las directrices comunes a nivel internacional en el uso de la resonancia magnética para pacientes y radiólogos, el especialista señala que “por primera vez expertos en esclerosis múltiple de Europa y Norteamérica se han alineado para establecer unas recomendaciones de consenso, lo que da a estas
recomendaciones una importancia y relevancia especiales. Reflejan un movimiento hacia una
evaluación estandarizada y armonizada del paciente que tiene en cuenta los diversos grados de tecnología disponibles, las limitaciones de tiempo y la experiencia en la interpretación”.
En este contexto, el radiólogo argumenta que el obtener estudios de resonancia magnética, diagnósticos y de seguimiento en la esclerosis múltiple de forma estandarizada “asegura que se facilite su
análisis comparativo en el
seguimiento de la enfermedad, que se considera esencial para valorar y predecir la eficacia de los tratamientos modificadores de la patología”.
Respecto a las principales recomendaciones que se recogen en estas guías de consenso, el experto señala que no solo definen los
parámetros técnicos que deben utilizarse en los estudios de resonancia magnética cerebral y medular, sino también el momento durante el curso de la enfermedad en que estos análisis deben obtenerse.
Recomendaciones en edad pediátrica y embarazo
“También se establecen recomendaciones basadas en la
evidencia científica sobre el uso de la resonancia magnética en
edad pediátrica, y durante el embarazo y el postparto, en las que claramente se indica que su obtención es segura en estas situaciones, si bien el uso de medios de contraste está en determinadas situaciones contraindicado por motivos de seguridad sobre el feto”, agrega el especialista
Sobre las novedades de estas guías de consenso respecto a las elaboradas en otros años, Rovira argumenta que las actuales
proponen unos protocolos de estudios más simplificados. Sin embargo, destaca que la novedad más “relevante” es que deja de ser obligatorio el utilizar
medios de contraste que contienen gadolinio en los estudios de seguimiento de la enfermedad, “ya que es posible, en una proporción elevada de casos, el determinar la presencia de actividad inflamatoria en base al análisis de secuencias obtenidas sin la inyección de estos contrastes”, afirma.
“Ello supone, sin duda, una
reducción de los costes y de los tiempos de exploración, al tiempo que se sigue la normativa establecida por la Comisión Europea que indica la necesidad de establecer estrategias que disminuyan el uso de medios de contraste en los estudios de resonancia magnética, debido a las evidencias que indican que su administración repetida
induce un depósito de gadolinio en el sistema nervioso central”, agrega el experto.
"Se establecen recomendaciones basadas en la evidencia científica sobre el uso de la resonancia magnética en edad pediátrica, y durante el embarazo y el postparto"
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Rovira, además, señala que “los medios de contraste que contienen
gadolinio son muy seguros y de gran utilidad en el diagnóstico de la esclerosis múltiple, ya que la presencia y tipo de realce que se identifica en las placas desmielinizantes no sólo permite hacer un c
orrecto diagnóstico diferencial con otros procesos, sino también demostrar la existencia de lesiones desmielinizantes diseminadas en tiempo, lo que permite establecer este diagnóstico de forma precisa y precoz, en base a los criterios diagnóstico de
McDonald”
En este hilo el especialista explica que la
identificación de lesiones que realzan con gadolinio al inicio de la enfermedad se considera un
factor pronóstico para predecir no sólo el riesgo de presentar brotes clínicos, sino también para identificar pacientes con riesgo de desarrollar un curso progresivo de la enfermedad.
En cuanto a los puntos
controvertidos sobre el uso de la resonancia magnética en otros años y cómo se han abordado en esta guía, Rovira argumenta que la resonancia magnética de la médula espinal tiene un
indudable valor en el diagnóstico de la esclerosis múltiple y contribuye a establecer su pronóstico. Sin embargo, una controversia aún no del todo resuelta es el valor añadido de los estudios de resonancia magnética de la médula espinal a los estudios de
resonancia magnética cerebral en el seguimiento de la enfermedad.
“Si bien, en los últimos años se han recogido algunas evidencias que indican que la resonancia magnética medular aporta datos con potencial impacto en el manejo terapéutico de los pacientes, se han considerado que son todavía débiles. Es por ello, que, en estas
nuevas recomendaciones, no se recomienda el uso rutinario de la resonancia magnética medular en el seguimiento de la enfermedad, especialmente en
pacientes clínicamente estables. Sin embargo, no puede descartarse que esta recomendación pueda modificarse en el futuro siempre que nuevas
evidencias así lo indiquen”, sentencia el especialista.
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